bueno, ahora que han pasado unos días, me resulta curioso cómo, pese a haber atentados islamistas casi cada mes nos empeñamos en aislar a sus ejecutores como locos aislados sin nada que ver con la religión mientras que estos hijoputas de Nueva Zelanda, claramente aislados en un tipo de atentados que se producen muy de cuando en cuando, son éstos sí, representantes de ciertas ideologías y forman parte de un discurso del odio peligroso al que hay que enfrentar (que hay que enfrentarlo, cuando se produzca de verdad)
aquí nadie se pregunta ¿en qué les hemos fallado?
en fín, que se mueran todos los que no respetan la vida y quienes les apoyan.
aquí nadie se pregunta ¿en qué les hemos fallado?
en fín, que se mueran todos los que no respetan la vida y quienes les apoyan.