Magneto
Ambiguo Travieso
Viví al Oeste de Londres en el 2007, cuatro meses, y mi "amiga cariñosa" llevaba medio año en Brighton and Hove, al Sur de la capital. Yo tenía una beca de prácticas de FP de Bankia y trabajaba, con el transporte y la vivienda cubiertos, para una jefe de zona de "Vitalize", mientras que ella era "auxiliar administrativo" , en una empresa que dependía en aquel entonces de "Arvato". Esta muchacha tenía dos compañeros de piso y llegaba a fin de mes muy justa (al cambio estaba ganando unos dos mil euros). No la decían nada los vecinos porque tenía un buen inglés, rubia y con los ojos azules; yo soy alto y muy moreno, todo lo contrario a ella. Los fines de semana que pasaba con ella no me quitaban ojo los vecinos, todos "muy ingleses", y la llegaron a comentar : "¿Están tus padres contentos con tu relación con un musulmán?"; "¿Vas a dejar de trabajar y a quedarte con vuestros futuros hijos en casa?"; "Nena, si te trata mal o te pega dínoslos, llamamos a la policía enseguida." Claro, era un "buen barrio inglés" y no se veía por allí a ningún "emigrante peligroso", como yo parecía (daba igual que hablara inglés igual o mejor que ella).
En barrio de Londres, Acton Town, en el distrito de Ealing, estaban las cosas muy jodidas. Entre las personas que vivían de las ayudas estatales en viviendas sociales, gastándose el dinero en rascarse el culo y emborracharse, los locales que tenían trabajos más o menos decentes, los indios y pakistaníes con negocios que funcionaban (taxis, lavanderías y fruterías), y los extranjeros "recién llegados", sin papeles y viviendo como podían (había de todo, gente que trapicheaba y otros trabajando en cualquier cosa, cobrando en mano y ya). Los ingleses que estaban mal eran unos hijos de la grandísima puta y nunca era su culpa, le fuera como les fuera y sin aceptar las malas decisiones que hubieran tomado. ¡Era culpa de los demás! Con un victimismo asqueroso que daba miedo.
Daba igual que mi casero fuera un antiguo chef italiano (casi 40 años residiendo allí) que había tenido un restaurante de cierto éxito, con un socio español, y su mujer, irlandesa (llevaba viviendo allí desde los 15 años, cuando fue a estudiar), tuviera una tienda de ropa de segunda mano que iba bien. Eran "poco ingleses" y sus hijos igual, con un aspecto muy italiano. Ambos habían sufrido acoso escolar en el colegio y el instituto; él era ingeniero de sistemas y ella azafata de "British Airways", con buenos sueldos. Sus padres vivían en la planta baja de la casa y ellos habían arreglado la segunda con dos habitaciones grandes y un baño, como si fuera otra vivienda independiente. Yo estaba en la tercer planta, en otra habitación con mi baño. Un jardín precioso, con su buen muro, y todo a capricho, nada que ver con la moqueta de más de un baño inglés (daba un asco horrible en el primer piso que vivió mi "amiga") o el nivel de roña con el que vivían muchas familias (acojonante, no os hacéis una idea). Les tenían los vecinos, les fuera más o menos bien, una envidia tremenda, con unas miradas de asco que no disimulaban nada (pintadas a menudo, pero no mucho más) o comentarios de mal gusto por el hecho de hablar entre ellos en italiano en ocasiones.
Lo último que sé es que los hijos y la mujer se marcharon a Suiza cuando murió él, en el 2016, después de vender la casa. Ya estaban hasta las narices de esa situación a diario.
Los políticos de todos los partidos les vendieron a los ingleses que Europa estaba detrás de "todos sus males", desde los años 80. Las diferencias sociales no eran culpa de ellos (a clasistas no les gana a nadie a los británicos) y todo era culpa de los extranjeros, aunque tuvieran buenos trabajos y no fueran "mano de obra barata." Así les va, ha estallado la "bomba" y tiene una solución muy complicada.
Espero y deseo que la misma situación no se dé en España porque tenemos los ingredientes para que sea igual o peor que allí.
En barrio de Londres, Acton Town, en el distrito de Ealing, estaban las cosas muy jodidas. Entre las personas que vivían de las ayudas estatales en viviendas sociales, gastándose el dinero en rascarse el culo y emborracharse, los locales que tenían trabajos más o menos decentes, los indios y pakistaníes con negocios que funcionaban (taxis, lavanderías y fruterías), y los extranjeros "recién llegados", sin papeles y viviendo como podían (había de todo, gente que trapicheaba y otros trabajando en cualquier cosa, cobrando en mano y ya). Los ingleses que estaban mal eran unos hijos de la grandísima puta y nunca era su culpa, le fuera como les fuera y sin aceptar las malas decisiones que hubieran tomado. ¡Era culpa de los demás! Con un victimismo asqueroso que daba miedo.
Daba igual que mi casero fuera un antiguo chef italiano (casi 40 años residiendo allí) que había tenido un restaurante de cierto éxito, con un socio español, y su mujer, irlandesa (llevaba viviendo allí desde los 15 años, cuando fue a estudiar), tuviera una tienda de ropa de segunda mano que iba bien. Eran "poco ingleses" y sus hijos igual, con un aspecto muy italiano. Ambos habían sufrido acoso escolar en el colegio y el instituto; él era ingeniero de sistemas y ella azafata de "British Airways", con buenos sueldos. Sus padres vivían en la planta baja de la casa y ellos habían arreglado la segunda con dos habitaciones grandes y un baño, como si fuera otra vivienda independiente. Yo estaba en la tercer planta, en otra habitación con mi baño. Un jardín precioso, con su buen muro, y todo a capricho, nada que ver con la moqueta de más de un baño inglés (daba un asco horrible en el primer piso que vivió mi "amiga") o el nivel de roña con el que vivían muchas familias (acojonante, no os hacéis una idea). Les tenían los vecinos, les fuera más o menos bien, una envidia tremenda, con unas miradas de asco que no disimulaban nada (pintadas a menudo, pero no mucho más) o comentarios de mal gusto por el hecho de hablar entre ellos en italiano en ocasiones.
Lo último que sé es que los hijos y la mujer se marcharon a Suiza cuando murió él, en el 2016, después de vender la casa. Ya estaban hasta las narices de esa situación a diario.
Los políticos de todos los partidos les vendieron a los ingleses que Europa estaba detrás de "todos sus males", desde los años 80. Las diferencias sociales no eran culpa de ellos (a clasistas no les gana a nadie a los británicos) y todo era culpa de los extranjeros, aunque tuvieran buenos trabajos y no fueran "mano de obra barata." Así les va, ha estallado la "bomba" y tiene una solución muy complicada.
Espero y deseo que la misma situación no se dé en España porque tenemos los ingredientes para que sea igual o peor que allí.
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