el intento de recolocación de Aído en la agencia de la ONU ha vivido diversas etapas y hasta la fecha había siempre fracasado.
Cuando Bachelet organizo su gabinete tras jurar el cargo a finales de septiembre de 2010, el Ejecutivo español presionó a la chilena para que Aído ocupara el número dos en el escalafón de ONU-Mujer, puesto que Bachelet, sin embargo, ya tenía reservado para personalidades de países emergentes.
Bachelet se negó una y otra vez a incluir a Aído en su organigrama, entre otras razones, según fuentes oficiosas, por su escaso conocimiento del inglés.
Sin embargo, la visita a España de Bachelet a finales del mes de mayo volvió a conocer nuevas gestiones del Gobierno, que pese a recortes salariales a funcionarios y la congelación de pensiones a funcionarios, sigue aportando fondos a dicha agencia. Esa esplendez de Zapatero parece que ha dado algo de fruto con el nombramiento de la secretaria de Estado de Igualdad, Bibiana Aído, como asesora especial de la Agencia de Naciones Unidas para la Mujer (ONU-Mujer), un cargo, sin embargo, muy por debajo de las aspiraciones del Gobierno y de la ex ministra.