"Si no se valorase el deporte por el glamour y se hiciese por el esfuerzo y por los límites que supera el deportista, el baremo para todos sería el mismo", añade.
Así, pone como ejemplo de esta desigualdad en el hecho de que no existan las camisetas de las baloncestistas en las tiendas, y que si alguien quiere llevar una camiseta de España con su nombre, tendría que hacer un encargo especial.
Su amiga debe ser la que quiere formar una familia.
Entonces su amiga no tiene miedo a volver sola por la noche a su casa, ¿no? ...