A las gradas del estadio de fútbol de la ciudad deportiva del Atlético de Madrid en mi ciudad,tanto en la liga como en la Liga de Campeones femenina,van cuatro gatos. No saben venderlo y así no generan beneficios.
Que lo asuman de una puta vez. Es que no hay NADA que vender. El fútbol femenino despierta tanto interés como la gimnasia sincronizada masculina: CERO. Es una estupidez promocionarlo, una lucha contra la realidad que solo se sustenta en que no te llamen machista si no lo haces. Están engañando a las pobre muchachas, que deberían aceptar de una vez que nadie les impide jugar al fútbol, pero para hacerlo a nivel profesional debes generar beneficios, algo que nunca harán.
No hay más.