En las ferias de mi ciudad del 2019 había un "punto violeta" con voluntarios/as para atender a las mujeres, pero si eras hombre te podían pisar la cabeza y no te ayudaría nadie. De traca.
Estuve a punto de entrar en Somos Alcalá , pero me echó atrás ver entre los fundadores a dos tipas muy mafiosas de la Facultad de Filosofía y Letras, para más señas de un curso por debajo del mío en Historia. Maleducadas, creídas y muy burras*, con su sorprendente licenciatura bajo el brazo (me sigue chocando que sacaran la carrera en apenas seis años porque tenían las neuronas justas para no cagarse encima). Están en la Junta del Distrito Dos, el barrio más cercano a la salida de Madrid, y no sé cuál será su función, más allá de aplaudir las gracias a las Charos que tienen por encima. *Del Consejo de Estudiantes y "una organización feminista", cómo no.
La cara visible del partido es Teresa, la hija de los vecinos de mis abuelos, una tipa trepa y muy ambiciosa que entró como auxiliar administrativa en el ayuntamiento en los años setenta. La vi en la propaganda electoral y supe que se la pegaría, de ocho concejales a dos. Un aplauso para ella y su camarilla.
Vaya, qué casualidad que a las puertas de un 8M a medio cancelar y puesto en duda, en la fiesta del rojerío y en RTVE, el altavoz del gobierno, "se cuelan" unos insultos machistas de unos notas que pasaban por ahí.
No se podía saber. Estaba claro que solo hacía falta esperar y ver como se terminarían sacando los ojos. Ahora el "feminismo" no está contento con el monstruo que ha creado. JE
De todas formas, esta Laura Redondo, o es un marketing-product, una Lacambra más, o está desesperadísima por hacerse un hueco en Twitter. No hay donde meterse que no la veas.
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