Antes de la pandemia, todos los días iba a almorzar con algún compañero y era muy frecuente que el camarero o camarera le pusiese la bebida a la persona equivocada. Uno pedía una cerveza y otro una coca-cola y le ponían la bebida alcohólica a la persona que había pedido el refresco y viceversa, o uno pedía un café con leche y otro un café solo y te lo ponían al revés. Y nunca ninguno nos hemos ofendido porque el camarero se equivocara. Es normal que un camarero tenga que atender tropecientas mesas a la vez y no se acuerde de quién ha pedido cada cosa. Los más profesionales preguntan a quién corresponde cada bebida antes de entregarla, otros distribuyen las bebidas arbitrariamente en la mesa y dejan que sean los clientes los que se intercambien las bebidas.
También he ido muchas veces a tomar algo con alguna ex-jefa, yo me solía pedir un refresco, ella una caña, y jamás nos sirvieron mal las bebidas, y si lo hubieran hecho alguna vez tampoco habría pasado nada, como no pasa cuando nos sirven mal las bebidas a los compañeros varones. Dejad de ver opresiones por todas partes, estáis convirtiendo el feminismo en una parodia. La mejor prueba de que el feminismo es un movimiento sectario lavacerebros es el hecho de que millones de chicas se sientan ofendidas por actos a los que una persona cabal ni prestaría atención.