Das Boot, Capítulo 9.
Burbuja era un buen partido. No podemos decir que fuese un chico normal, ya que el chico tenía sus estudios y su carrera apuntaba alto, muy alto. Probablemente era un genio, por lo que normal no era, aunque en sus recuerdos habla como tú o como yo, sin tartamudear, pareciendo tener más de ocho años de edad en todo aquello que no tuviera que ver con las mujeres. Se iba a casar, pero algo pasó, algo le cambió (no, todavía no se ha vuelto gilipollas en su pasado) y parece que buscó que su novia le devolviese el anillo de compromiso. Entonces los mafiosos que iban con Gamboa en el primer capítulo se ponen a perseguirle por en medio de una gran ciudad pistola en mano. Le disparan, pero no le dan y se lleva unos documentos que guarda en el barco, que están en el barco.
Gamboa hoy le ha dado de hostias a Ulisses hasta en el carnet de identidad. Le ha dejado guapo (aunque mucha cosa no se podía hacer, la verdad). Era una pelea de un tío habilidoso y conocedor de técnicas de combate frente a un tanque. Fuerza bruta, sí, pero muy lento de reflejos. Una masa de músculos que no tiene ni media hostia, vaya. Y es que Gamboa ha pillado al bueno de Ulisses acariciando el pelo de Ainhoa ya que alguien había puesto lombrices en el bote de shampoo y nuestro Uli no se dio cuenta. Era un bote un tanto extraño, ya que no tenía un dispensador, tenía que estar abierto por la mitad... pero había lombrices y se le cayeron en el pelo a Ainhoa lo que posibilitó un acercamiento mientras ambos se duchaban. Ni Mamet.
Pero Gamboa les vio y en un momento en que Ulisses estaba reparando el barco, Gamboa vio que era un buen momento para torturarlo.
Mientras tanto seguiamos con el triángulo en el radar, que quiere decir BARCO, o yate en este caso. La comida fresca puesta en la mesa, la olla hirviendo, pero no hay nadie. De todos modos en el tiempo que tardaron en llegar desde el barco, hubiera dado tiempo a que el agua de la olla se consumiese. Lo digo a tenor de la cámara de video que después encuentran y que nos cuenta que ha pasado en la familia que ocupaba el yate. Yo digo que ha sido Predator. Alguien se los llevó, los tiró por la borda, algo raro, algo extraño.
Cuando el capitán ve el yate le dice a de la Cuadra que no quiere que ningún miembro de la tripulación lo vea. Me imagino a Piti (en este capítulo estaba de vacaciones junto con el cura) saliendo un momento a cubierta y diciendo ¡Un barco! ¡Oh Dios mío de mi vida! y se desmaya. Pero no, en teoría nadie lo puede ver, así que el capitán y de la Cuadra salen juntos los dos del barco a investigar e ir hasta el yate. Protegidos por un traje antivirus, pero con el pecho al aire. ¡Qué no se digan que no son españoles, joder! Al final del capítulo, Julia dice que los chicos estaban decepcionados porque en el yate no había nada... WTF? ¿Sabían que había yate? ¡Si era secreto!
Y nada, seguimos con amorios. Ainhoa quiere dejar a Gamboa ya que le pone el cacho músculo cani que viola el buen nombre del aguerrido héroe que busca Ítaca. Julia se siente vieja y cree que Ulisses le va a dejar ya que sabe que le mola más Ainhoa. Pero Ulisses está hecho un incoherente, ya que no sabemos por donde tira. Le mola Ainhoa pero después se muestra como necesitado de protección por Julia. Una cosa rara.
En fin, que llevamos unos capítulos donde la cosa ha mejorado algo. Están mejor que la tanda que tuvimos hace algún tiempo. Veremos el próximo. ¡Hay niebla! Los del barco corren peligro. ¿Os suena?