Atreyub
En busca y captura
Respuesta: El Bond post
Lo siento, Upper, mira que lo intenté poniéndole todas mis ganas pero...
(Id, John Glen, 1983)
"Moonraker" es a Star Wars lo que "Octopussy" es a Indiana Jones: un intento de adecuar la saga a la moda del momento. En este caso es transportar al agente 007 al mundo de aventuras en tierras lejanas, en este caso, la India éxotica, repleta de colores y volviendo a recurrir una vez más al humor blando, al cual estaba encadenado Roger Moore y los directores que tuvieron a bien encajarlo en la gran mayoría de entregas (por no decir todas). Alejándose del tono más serio, entre comillas, de "Sólo para sus ojos" John Glen convierte esta entrega en una de las más aburridas de toda la saga pues el darle el tono aventurero no significa automáticamente que la película vaya a funcionar o seguir siendo válido pues hay que tener madera para ello.
El recurrir a elementos comunes de la entrega interpretada por Harrison Ford es patente como puede verse la persecucíon en el mercado, la carrera en medio del bosque con telarañas enormes, animales de distinto tamaño y esbirros por doquier (sin ir más lejos incluso hay una comida con alimentos desagradables a la vista). Pero Glen no es Spielberg, al igual que Gilbert no era Lucas. El tono es muy extraño, el ritmo es completamente irregular y la mezcla de los dos mundos (India y Rusia) se presta a que el conjunto chirríe. Aparte de que "Octopussy" es un guión sencillo pero no está bien hilvanado, siendo el huevo de Fabergé un simple Mcguffin que poco o nada aporta a la historia por mucho interés que tenga el director/guionistas en darle.
Las escenas pre-créditos son más un vehículo de lucimiento para uno de los inventos de Q (realmente no hay nada interesante o que luzca como es debido) y a partir de aquí todo resulta demasiado irregular. La presencia de Kabir Bedi, el mítico Sandokán de la famosa serie televisiva, es todo un acierto y a pesar de no ser un gran secuaz mas allá de su fiereza en la mirada su participación en esta entrega es de agradecer pero aún y así realmente no tiene la madera necesaria para ser un gran esbirro (sin ir más lejos las peleas contra Bond son demasiado desangeladas, sin fuerza expositiva y mucho menos sin lograr transmitir peligro constante: un tanto hilarante el arma empleada para dar caza a Bond en el mercado). Al igual que muchas decisiones artísticas que a día de hoy consiguen más el sonrojo que el acierto como son el humor bobo en el mercado, Bond con el grito patentado de Tarzan mientras huye de liana en liana, la sierra doble de uno de los esbirros o Moore disfrazado de payaso en la parte final.
Una entrega que contiene cierta elegancia en la puesta en escena, pues la India es un lugar que se presta a ello, pero eso no significa que el resto de elementos funcione de igual manera. Es una película donde Bond, un Roger Moore al cual los años no perdonan y las peleas y escenas de acción empiezan a hacer mella en sus movimientos cada vez más toscos y torpes, va de aquí para allá casi sin un guión establecido y más un paseo de escena en escena sin lograr congeniar al 100% en su conjunto. No es cuestión de exigencias ni ser estricto con las licencias artísticas pero ninguno de los villanos de la función logran transmitir o conseguir un rol recordable (Louis Jourdan como Kamal Khan o Steven Berkoff como el General Orlov logran convencerme del todo más allá de cierta presencia).
Redondeamos con muchas escenas concatenadas que no funcionan del todo bien a pesar de su supuesta eficacia a la hora de exponer la acción como es la batalla de las mujeres en la guarida de Khan, la persecución en el tren (quizás la más acertada de todas donde la sensación de peligro es patente, lástima que se pierda en muchas idas y venidas), la desactivación de la bomba en el circo y finalizada con la persecución en la avioneta (siendo muy espectacular pero demasiado irregular). Un filme que de haber tenido menos metraje, haber sido más concisa en la exposición del guión y perfilar un moco más tanto las ideas propuestas como los géneros a tratar podríamos estar hablando de una entrega más divertida de lo que pueda parecer y como mínimo algo más entretenida, como mínimo.
Lo siento, Upper, mira que lo intenté poniéndole todas mis ganas pero...
(Id, John Glen, 1983)
"Moonraker" es a Star Wars lo que "Octopussy" es a Indiana Jones: un intento de adecuar la saga a la moda del momento. En este caso es transportar al agente 007 al mundo de aventuras en tierras lejanas, en este caso, la India éxotica, repleta de colores y volviendo a recurrir una vez más al humor blando, al cual estaba encadenado Roger Moore y los directores que tuvieron a bien encajarlo en la gran mayoría de entregas (por no decir todas). Alejándose del tono más serio, entre comillas, de "Sólo para sus ojos" John Glen convierte esta entrega en una de las más aburridas de toda la saga pues el darle el tono aventurero no significa automáticamente que la película vaya a funcionar o seguir siendo válido pues hay que tener madera para ello.
El recurrir a elementos comunes de la entrega interpretada por Harrison Ford es patente como puede verse la persecucíon en el mercado, la carrera en medio del bosque con telarañas enormes, animales de distinto tamaño y esbirros por doquier (sin ir más lejos incluso hay una comida con alimentos desagradables a la vista). Pero Glen no es Spielberg, al igual que Gilbert no era Lucas. El tono es muy extraño, el ritmo es completamente irregular y la mezcla de los dos mundos (India y Rusia) se presta a que el conjunto chirríe. Aparte de que "Octopussy" es un guión sencillo pero no está bien hilvanado, siendo el huevo de Fabergé un simple Mcguffin que poco o nada aporta a la historia por mucho interés que tenga el director/guionistas en darle.
Las escenas pre-créditos son más un vehículo de lucimiento para uno de los inventos de Q (realmente no hay nada interesante o que luzca como es debido) y a partir de aquí todo resulta demasiado irregular. La presencia de Kabir Bedi, el mítico Sandokán de la famosa serie televisiva, es todo un acierto y a pesar de no ser un gran secuaz mas allá de su fiereza en la mirada su participación en esta entrega es de agradecer pero aún y así realmente no tiene la madera necesaria para ser un gran esbirro (sin ir más lejos las peleas contra Bond son demasiado desangeladas, sin fuerza expositiva y mucho menos sin lograr transmitir peligro constante: un tanto hilarante el arma empleada para dar caza a Bond en el mercado). Al igual que muchas decisiones artísticas que a día de hoy consiguen más el sonrojo que el acierto como son el humor bobo en el mercado, Bond con el grito patentado de Tarzan mientras huye de liana en liana, la sierra doble de uno de los esbirros o Moore disfrazado de payaso en la parte final.
Una entrega que contiene cierta elegancia en la puesta en escena, pues la India es un lugar que se presta a ello, pero eso no significa que el resto de elementos funcione de igual manera. Es una película donde Bond, un Roger Moore al cual los años no perdonan y las peleas y escenas de acción empiezan a hacer mella en sus movimientos cada vez más toscos y torpes, va de aquí para allá casi sin un guión establecido y más un paseo de escena en escena sin lograr congeniar al 100% en su conjunto. No es cuestión de exigencias ni ser estricto con las licencias artísticas pero ninguno de los villanos de la función logran transmitir o conseguir un rol recordable (Louis Jourdan como Kamal Khan o Steven Berkoff como el General Orlov logran convencerme del todo más allá de cierta presencia).
Redondeamos con muchas escenas concatenadas que no funcionan del todo bien a pesar de su supuesta eficacia a la hora de exponer la acción como es la batalla de las mujeres en la guarida de Khan, la persecución en el tren (quizás la más acertada de todas donde la sensación de peligro es patente, lástima que se pierda en muchas idas y venidas), la desactivación de la bomba en el circo y finalizada con la persecución en la avioneta (siendo muy espectacular pero demasiado irregular). Un filme que de haber tenido menos metraje, haber sido más concisa en la exposición del guión y perfilar un moco más tanto las ideas propuestas como los géneros a tratar podríamos estar hablando de una entrega más divertida de lo que pueda parecer y como mínimo algo más entretenida, como mínimo.