Vamos a ver, Jaume, no me seas demagogo. Estamos en un espacio donde además de la reflexión, para divertirnos un poco no vienen mal ciertas dosis de sarcasmo e ironía. Pero lo de decir que defiendo a Putin porque según tú es lo que corresponde a ser un "nacionalista español" es muy ofensivo. A mí me ofende porque no es que sea la persona más orgullosa de lo que ahora es este país. Y reniego de muchas de sus cosas. No porque espere cosas de esplendor, simplemente algo que me pueda hacer estar orgulloso de algo tan banal como el ente que te otorga una nacionalidad. Que le den a todo eso. No va conmigo. Pero obviamente, tampoco tengo que justificarme y estoy cayendo en ese error.
Si aquí muestro un mayor apego por lo que están haciendo los rusos, se podría definir en lo que han dicho más arriba. Al menos no son hipócritas. Pero más allá de eso, es que como acontecimiento de política internacional, mucho más importante de lo que estamos admitiendo, me parece interesantísima la película. Creo que es objetivo decir que Vladimir Putin como líder mundial ha sido mucho más hábil usando sus herramientas que lo que está haciendo occidente, actuando de forma aún más silibina si cabe. Me pongo entre Obama, Putin y la inútil de Catherine Ashton y Putin está ganando por goleada, incluso en algo tan difícil de justificar aquí como la legitimidad para lo que está haciendo. Porque el resto de potencias tienen de todo menos discurso, más allá de las gilipolleces que están soltando corriendo como pollos sin cabeza. Con ello quiero decir quizás que la grandeza aquí de Putin viene marcada por la nulidad de sus adversarios, porque no solo están permitiendo que se alce Rusia y modifique a su antojo algo que parecía inviolable como el mapa de la zona, sino que además, les deja a la altura del betún como líderes políticos. John Kerry no es Kissinger, eso está claro.