Bodrio preocupante, donde es imposible siquiera reconocer al peor Fincher, ni en el uso de los fx. Se trata de un film dirigido a los peores Oscars (los de Titanic, los de Crash), en donde no se ahorra nada para llegar a semejante fin: voces en off eternas que te dicen, tal cual, lo que estás viendo (curioso que lo acabe de ver en los cortos de Disney..., y mira que es molesto), flashback imposibles para ver lo más primario que se os pase por la cabeza (vejez), un personaje protagonista central con una enfermedad o marginalidad..., donde NO HAY OTRA COSA. Y es que es así, os juro que el personaje no hace nada en toda la película. Él simplemente pasa por allí con su curiosidad física..., mientras los elementos pasan alrededor, sin demasiada originalidad que digamos (es puro Forrest Gump..., joder, si está hasta el capitán de las narices). Música subrayada y fotografía absolutamente efectista (los filtros, los colores predominantes de las paredes y demás etcétera a mí me han parecido absolutamente primitivos). Tres horas ETERNAS con una narrativa pedestre (hablan de la muerte, muere alguien..., y hasta aquí la reflexión) y una realización que no se moja, consiguiendo lo plúmbeo por derribo.
Y que no me venga Fincher de ningún palo..., que esto no había quien lo mejorara.
Ahora pasamos al plato supuestamente fuerte y donden se suponía que se podía reconocer a Fincher..., pero no...QUÉ HORROR. Los fx visuales de la cara de Brad Pitt viejo, insertado en el niño, cantan traviata. La boca está llena de píxeles, los ojos parecen del gollum y la integración muchas veces despista. Mucha gente dice que la primera hora y media no crea empatía con el personaje, pero no han entendido nada: FINCHER casi nunca te enseña la cara del prota en los primeros 90 minutos porque cada segundo cuesta UNA PASTA..., es decir, el fin del cinematógrafo, predominar un mal fx por encima de todo. No haces más entonces que ver espaldas y escorzos, así que aparte de un guión nefasto tiene una falta total de personificación o emociones básicas.
Muchos fondos son cromas que hacen parecer maravillas a los chuscos de King Kong y los viajes en barco nos hacen tirar de dedos para coger el mando de la play.
Un absoluto horror, muy complicada de ver entera y un film que pone a Fincher, de una vez por todas, en el paredón.