Como padre de dos hijos se me encoge el alma con estas noticias... ¿en que mundo les ha tocado vivir a mis hijos?
Debe ser inenarrable por lo que la familia esté pasando. Primero con la desaparición y ahora y en el futuro con la muerte de su hija.
Personalmente pienso que nada se puede hacer que de algo de consuelo a los padres. Ni matarlos, ni torturarlos, ni encerrarlos en un agujero... nada devolverá a su hija a la vida. Nada les borrar la angustia, el miedo y la desesperación que han pasado. Poco importa ya lo que les pase a esos bastardos, salvo que se haga justicia según nuestra legislación.
Lo que si se debería hacer es invertir más dinero en la prevención. En detectar desde edades tempranas los perfiles problemáticos, trabajar en la educación y reinserción de perfiles con riesgo. Al igual que se trabaje en el endurecimiento de las penas a menores con crímenes de singular violencia, o a personas que abusen o agredan a menores.
Que vayan matando a todos los asesinos que van apareciendo, a mi como padre no me tranquiliza, pues sin la prevención mis hijos seguirán estando vendidos ante cualquier alimaña. Y una vez pasado ya será tarde.
Descanse en paz Marta del Castillo y que la familia tenga fuerzas para seguir con el día a día.