Cuarto detenido por la muerte de Marta del Castillo
El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha anunciado hoy que la Policía Nacional ha detenido a una cuarta persona en relación con la desaparición de la joven Marta del Castillo en Sevilla.
Esta detención se suma a la que ayer. A las 22,30 horas fue detenido un menor de edad, amigo del presunto asesino, Miguel C. D,. y de la propia Marta como presunto encubridor en la desaparición de la joven sevillana. El joven sigue a estas horas en la Jefatura de Policía, toda vez que el autor confeso del crimen y el otro supuesto complice ya han pasado a disposición judicial.
El menor de edad, J.G.M, tendría relación familiar con Samuel B., el otro amigo de Miguel también detenido como encubridor. Estuvo declarando ayer ante la Policía hasta la noche y hoy, tras dormir en la Comisaría, pasará a disposición judicial, al igual que los otros dos detenidos.
No es la única novedad que se conoció ayer en relación con la desaparición de la joven. La Policía ha descartado ya que Marta del Castillo regresase a su casa el día de su desaparición a las 21,30 horas, como declaró Miguel C.D. y como sus propios padres creían.
Según la reconstrucción inicial de los hechos, Miguel habría llevado a Marta en moto y la habría dejado en la esquina de su casa sobre las 21:30 horas del 24 de enero. Todo el mundo dió por válida esta versión, ya el padre mostró su convencimiento de que la joven había manipulado su ordenador e incluso una vecina aseguró haberse cruzado con ella en el portal, llegando a saludarla.
En esta reconstrucción, sin embargo, las horas no encajaban, ya que la novia de Miguel, Rocío, declaró que llegó a su casa a las 22:50 horas. De esta forma, si Marta subió a su casa a las 21,30 horas, Miguel habría tenido apenas una hora para recogerla, llevarla a su casa de la calle León XIII, matarla, trasladar el cuerpo al río y hacerlo desaparecer. Materialmente imposible.
Una vez que la Policía consideró probado que el crimen se había producido en el domicilio de León XIII —esta circunstancia ha sido corroborada por algunos vecinos del número 78 de la citada calle, que aseguran haber oído discusiones la noche del día 24—, la reconstrucción de los hechos se volvió a plantear desde su inicio. En este sentido, la vecina que afirmó haberse cruzado con la joven desaparecida pasó a dudar de si era Marta, lo que desbarató la hipótesis.
Lo que sigue siendo todavía una incógnita es cómo Miguel, en compañía de Samuel, trasladó el cuerpo hasta el puente desde donde la arrojó al río. Está demostrado que se llevaron el cuerpo de Marta en la silla de ruedas, aunque podría haber sido utilizada para acercarla hasta un coche. Por otra parte, varios testigos aseguran haber visto a Miguel la noche de la desaparición con la silla de ruedas por Camas, ya que entonces vivía en casa de su novia Rocío.
Se teme que el cuerpo llegara al mar
Mientras las investigaciones en torno a la desaparación de Marta del Castillo siguen abiertas, los esfuerzos se centran en ahora en la localización de su cuerpo.
No va a ser tarea fácil. Diversas fuentes consultadas por ABC explican que el Guadalquivir, como río navegable, está regido por las mareas, lo que supone que en un día vive dos pleamar, en las que el agua sube desde Sanlúcar, y dos bajamar, retorna hacia el Atlántico. El día de la desaparición de Marta, 24 de enero, en las costas de Cádiz, las que afectan directamente al río, la primera pleamar se produjo a las 2,05 horas y la segunda a las 14,30; la primera bajamar fue a las 8 horas y la segunda a las 20,05.
Eso supone que si Marta desapareció en torno a las 21.30 horas y al autor confeso de su muerte se le localiza en casa de su novia en torno a las 23.00 horas, cuando el cuerpo fue arrojado al río éste estaba en plena bajamar, con el agua corriendo hacia Sanlúcar con la fuerza propia de un año de fuertes lluvias. De hecho en estos últimos días en Alcalá del Río se han contabilizado 300 metros cúbicos por segundo y aunque el río es ancho esa cantidad puede hacer que el agua baje con velocidad y arrastre consigo lo que sea. Eso sí, el río tiene lodo y cañas y también objetos metálicos que son arrojados a sus aguas, por lo que el cuerpo puede haberse quedado atrapado. No obstante, aquellos que conocen bien el río, y después de transcurridos 22 días, les parece extraño que el cuerpo no haya salido a la superficie y hubiera sido avistado por algunas de las muchas embarcaciones que circulan por el Guadalquivir y que con su actividad generan movimiento en las aguas. Este hecho hace pensar que es muy probable que el cuerpo fuese llevado por la corriente hacia Sanlúcar.
¿Hasta el verano?
Desde el operativo de búsqueda se apunta incluso a que si no se desvió hacia uno de los meandros del río ya estará en el mar. La otra opción, la de que el cuerpo quedase enganchado entre el lodo tampoco tiene visos de dar buenos resultados pronto. Se teme que hasta verano, cuando el nivel del río baje, no encuentren nada.
Y es que las condiciones del río Gualdalquivir hacen que esta búsqueda sea «muy dura». Así lo afirmó ayer el delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, que acudió a Puerto Gelves, donde se encuentra el puesto de mando establecido por la Guardia Civil para la coordinación de la búsqueda. Fue claro al precisar que hay muchos factores que pueden complicar el hallazgo del cuerpo, como la turbiedad del agua, el abundante lodo acumulado en las orillas, la profundidad —en algunos lugares hay hasta 17 metros—, las subidas y bajadas de las mareas y las corrientes que se producen en el río.
Cabe destacar que a los distintos equipos de Guardia Civil, Policía Nacional y la Unidad Militar de Emergencia —UME— se han unido patrullas de la Guardia Civil de submarinismo de Málaga y Almería, así como patrullas del Servicio Marítimo de la Guardia Civil de Cádiz.
Ochenta kilómetros
López Garzón abundó en el operativo, precisando que el río Guadalquivir se ha dividido en siete sectores, en el que trabajan los distintos equipos que están llevando a cabo la búsqueda, concretamente desde la zona donde Miguel C.D. dijo haber arrojado el cuerpo de Marta hasta la desembocadura del Guadalquivir. Además, dos helicópteros peinan desde el aire todo el río diariamente y hasta que anochece. En total, actualmente hay una docena de embarcaciones formando parte de este extenso operativo que comienza a trabajar a primeras horas del día.
El delegado del Gobierno explicó que como consecuencia de una información anterior, que consta en el sumario, la Policía ya había decidido buscar en un punto concreto del río cercano al puente del Charco de la Pava, por lo que al amanecer del pasado sábado, nada más confesar Miguel que había matado a Marta del Castillo, ya se contaba en ese lugar con un equipo de actividades subacuáticas para comenzar la búsqueda.