Respuesta: El Gobierno de Mariano
Habláis de por qué los ciudadanos no se rebelan contra la "situación" actual. No hablo de solo corrupción, sino del propio sistema rescatando bancos mientras echan a la gente de las viviendas que compraron en su día mediante una bonita hipoteca y de tantas y tantas cosas que a día de hoy limitan unos derechos que creímos sagrados.
Este pensamiento, esta idea, esta pregunta yo siempre me la he planteado. No ahora, cuando parece que se van a abrir las puertas del infierno para devorarnos a todos. Esto me lo planteaba cuando "España iba bien". Siempre ha habido algo de artificioso en la sociedad, en la mente borrega que no ha cuadrado con mi yo interior. Siempre he sido muy crítico con eso. Probablemente era el más borrego de todos, pero al menos me planteaba si no era mejor tomar el camino individual y crecer personalmente como uno quiere y no como le dictan las normas, la sociedad, las modas o el propio camino vital que teníamos aquí impuestos. Era esa idea de una democracia limitada a ser una unidad de consumo que tenías que vivir según esas reglas prefijadas de trabajar para contar con una nómina con la que casarte con el banco. Era y es lo que está impuesto de alguna forma, tienes que convivir con el sistema quieras o no, y eso no me gustaba.
Ahora, llega el momento en qué la gente se plantea las revueltas como alternativa. No antes. Cuando falta el pan sobre la mesa, cuando las noticias que antes no te interesaban ahora se difunden por las redes sociales y ves que algo no cuadra. Antes no te lo planteabas y ahora hasta te interesas por la complejidad de la política, y buscas el renuncio en las declaraciones de los que supuestamente te representan. Es un poco irónico, pues si hemos llegado a este momento en gran parte también es culpa nuestra, y si hay corrupción, también, también es culpa nuestra. Porque pedir, exigir o controlar la acción de nuestros "representantes" no es algo a realizar cuando la cosa va mal, eso también se hace cuando la cosa va bien y te compras un coche nuevo, cuando tienes trabajo y todo parece ir viento en popa. En ese momento, también hay que protestar y denunciar lo que no nos parece bien. Pero claro, con el estómago lleno se está satisfecho con todo. Aunque sea pan para hoy y hambre para mañana, tal y como se ha demostrado.
Entonces claro, ahora ves con esa ironía esos discursos de rebeliones y demás cosas que no se van a llevar a cabo. Y la verdad, nuestra ignorancia intrínseca hace que eso sea una idea tranquilizadora, porque tal y como podemos aprender de la historia, muchas veces las revueltas y el populismo han traído cosas aún peores como castigo a nuestra vanidad. Para rebelarse hay que saber que se quiere, y a mí no me vale llenar mi discurso de frases del Che Guevara o similar como si esa fuera la solución propicia al país y a los ciudadanos. Que estos momentos los aprovechan muchos iluminados para decir que ya lo decía él...
Pero bueno, en España hemos sido tradicionalmente un país muy dados a no hacer nada. Entre otras cosas porque han sido tantos los que nos han traicionado desde arriba, que lo último que queremos saber es qué hacen o cosas de ellos. Es mejor no saber nada y que hagan y nos jodan sin que se note. Han sido tantos los golpes que nos ha dado la política, que como para confiar en un líder. Siempre nos la han metido por el mismo lado. Así que lo mejor es vivir cada uno su vida y no pensar en lo que hacen y dejan de hacer, hasta que hay hambre... Y si el día de mañana el ciudadano se levantara, no hay nadie peor que un español para hacerlo. Y lo digo yo que se planteaba porque los españoles eran tan conformistas cuando en aquellos años, por cualquier tontería en París se quemaban todos los coches de la ciudad.