“Me equivoqué al confiar en una persona inadecuada, al creer a un falso inocente. Me engañó, sí. Lo tenía muy fácil porque yo, de puro bueno, soy tonto”. Con estas palabras se ha dirigido hoy el presidente Mariano Rajoy a los representantes de la ciudadanía, explicando así que el extesorero del Partido Popular, Luis Bárcenas, permaneciera veinte años vinculado a la formación y llevando una contabilidad B.
Rajoy ha insistido en que tiene que ser la justicia la que establezca si ha habido financiación ilegal en su partido “porque yo, señorías, ya no sé a quién creer porque unos me dicen que sí y otros aseguran todo lo contrario”.
El presidente del Gobierno ha añadido que sigue confiando “en la gente que es amable, formal y que siempre saluda, porque soy un buenazo y no sé hacer otra cosa. Tan fácil es engañarme que, reitero una vez más, hay que dejar que sea un juez quien nos saque de dudas”.
El teléfono móvil de Rajoy ha sonado en repetidas ocasiones durante su intervención. Finalmente, el presidente ha hecho una pausa para revisarlo y ha confesado que estaba recibiendo ánimos del propio Luis Bárcenas a través de mensajes SMS. “¿Lo ven? Incluso ahora me dice que sea fuerte”, ha exclamado sorprendido, recordando que “hasta los presos que conviven con él dicen que es un tío de puta madre. Ya me dirán si no hay motivos para confundirse”.
Al término de la sesión, se ha visto a Mariano Rajoy escuchando atentamente a Soraya Sáenz de Santamaría, quien según algunos diputados estaba intentando convencerle de que el discurso de Alfredo Pérez Rubalcaba no contenía más que falsedades. Pese a ello, las cámaras han captado a Rajoy asintiendo enérgicamente mientras escuchaba al líder de la oposición pidiéndole que dimitiera.