Geralt de Rivia
Brujo
Marhuenda es el Hank Scorpio español.
"No renuncio a un impuesto nuevo, diferente, un impuesto negativo en renta para mujeres trabajadoras que vuelvan al trabajo después de tener un hijo, como hicimos en su momento". Con estas palabras, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, hacía un anuncio de un impuesto... que ya existía.
Y como ya existía, minutos después ha tenido que recular y asegurar que se trata de una medida ya en vigor:
"Ya existe esto. El anuncio que he hecho hoy no es tal, lo siento. Entonces, no he triunfado otra vez. Le digo a mi directora de Comunicación, no he triunfado en el anuncio [risas], no tengo remedio [risas]. No tengo remedio, pero qué le voy a hacer. No tengo remedio en el sentido este. Pero yo ya, estamos pa (sic) lo que estamos, no para hacer anuncios, estamos para hacer política".
En países normales, serios, los propios parlamentarios de su partido presentarían una moción de censura contra un tipo que miente. O una vez pillado el renuncio, un político tendría la vergüenza de dimitir. Aquí no.
La ministra británica de Cultura, Maria Miller, ha dimitido este miércoles tras la polémica surgida al reclamar 109.391 euros anuales para sufragar la hipoteca de su vivienda en Londres. En esa casa vivían sus padres.
En una carta enviada al primer ministro británico, David Cameron, Miller reconoce que la polémica se ha vuelto "una distracción para el trabajo vital" que desempeñaba —también era responsable de Deporte y Medios de Comunicación— y dice estar "inmensamente orgullosa" por su trabajo para defender las instituciones culturales británicas y por apoyar el derecho de todas las parejas -gays y heterosexuales- de "tener la oportunidad de casarse independientemente de su sexualidad".
David Cameron ha confesado sentirse “apenado” y espera que Miller pueda volver al Gobierno "a su debido tiempo".
La titular de Cultura había sido sometida a una investigación de 15 meses por parte del llamado Comité de Estándares del Parlamento para esclarecer si había abusado de su derecho como parlamentaria a reclamar al erario público parte de los gastos de tener una segunda vivienda en Londres.
El comité multipartito recibió una denuncia en la que se ponía de manifiesto que Miller -que reclamaba 90.718 libras (109.391 euros) anuales para sufragar la hipoteca de su vivienda en la capital- había permitido a sus padres vivir en esa casa sufragada por el contribuyente entre 2005 y 2009.
Los parlamentarios tienen derecho a pasar como gastos los costes de su alquiler o de la hipoteca del alojamiento que utilizan mientras se encuentran en Londres si son diputados por otra ciudad.
En el caso de Miller, la pesquisa se centró en el hecho de que fueran sus padres los que habitaran esa segunda vivienda.
La ministra tendrá que devolver 5.800 libras puesto que reclamó más dinero del que debía en concepto de hipoteca, ya que no tuvo en cuenta la bajada de los tipos de interés, que se sitúan actualmente en el 0,5 %.
Miller reconoce que la polémica se ha vuelto "una distracción para el trabajo vital" que desempeñaba