El Gobierno sacó pecho este martes tras conocerse que el número de parados registrados en las oficinas de los servicios públicos de empleo (antiguo Inem) bajó en 74.028 personas en julio, su mayor descenso en este mes desde 1998. El prestigioso diario económico Financial Times, sin embargo, ha publicado un reportaje en el que analiza cómo es la recuperación española y lo resume en una frase:
"El precio de la reactivación económica es más trabajadores con contratos precarios".
El rotativo lo ejemplifica con el caso de Ana Martín, una vecina del barrio madrileño de Villaverde. "Tiene buenas y malas noticias. La buena es que hay una oferta de trabajo. La mala es casi todo lo que viene a continuación", se asegura en el reportaje, en el que se dice que ahora
hay contratos por un mes o incluso una semana por sueldos tan bajos como 285 euros.
El Financial Times cita a un mediador laboral llamado Jesús Díaz que asegura que ahora
en España ya no se trabaja para vivir, sino para subsistir, y el diario subraya que en España uno de cada ocho trabajadores españoles gana únicamente el salario mínimo o menos. "Los salarios han disminuido en todos los ámbitos, pero especialmente para quienes se ven obligados a moverse en el sector temporal", que ganan un "48% menos que antes".
"Los trabajadores pobres son una realidad en España ahora", dice Marcel Jensen, un profesor de Economía de la Universidad Autónoma de Madrid que ha hablado con el Financial Times.
"España está creando un montón de puestos de trabajo, pero sólo una pequeña fracción de ellos son para puestos estables", insiste el rotativo, que añade: "En junio, por ejemplo, casi uno de cada cuatro nuevos contratos duró una semana o menos. En 2007, el año antes del estallido de la burbuja inmobiliaria, era uno de cada seis. En el mismo período de tiempo, la duración media de los contratos cayó de 78 a 52 días".
"Los contratos temporales se han convertido en un lugar común, incluso en profesiones como la enseñanza", continúa diciendo el reportaje. "El año pasado, por ejemplo, más de 174.000 docentes perdieron sus puestos de trabajo entre mayo y agosto, sólo para ser recontratados una vez que el nuevo año escolar estaba en marcha. En octubre, el número total era casi exactamente a donde estaba antes del verano", ejemplifica el periódico.
El Financial Times dice que "las nuevas exigencias impuestas a los trabajadores van más allá de salarios y horas de trabajo" y afirma que
algunos restaurantes, por ejemplo, ahora exigen que los camareros lleven sus propios uniformes. "Sean cuales sean las condiciones, todas las vacantes se llenan", se afirma.
http://www.huffingtonpost.es/2015/08...n_7937350.html