Pero lo que no me vale es no poder decir que somos unos privilegiados, todos, por vivir donde vivimos aunque las hayamos o estemos pasando putas, porque entonces perdemos el mundo de vista.
Nuestra umbral de tolerancia a la sinvergonzonería está muy alto, los españoles ya pasamos de todo y estas cosas morales nos da igual si no nos toca el bolsillo
Rato, con toda la razón del mundo, se queja de que se siente amenazado: