Si el tema está es que nace con naftalina de base. A ver, no sé hasta qué punto quiero ver un Gobierno cercano, porque esas cercanías son un ejemplo de propaganda en primer lugar, y en segundo lugar pueden ser ejemplo de populismos cada vez más autoritarios.
En segundo lugar, esa cercanía que todos podamos entender, vuelve a ser populismo... Parecen un traductor de complejidades al día a día de estúpidos... Y no se si la gente es muy tonta, pero puedes reducir la economía a unos absurdos que poco tienen que ver con la realidad.
Por último, insisto... El Gobierno a veces debe respetarse... Es más un trago inevitable para gestionar un Estado que un motivo de celebración.
Llegado a ciertos puntos quizás el mejor Gobierno sea el que no arregla el mundo y el país cada semana, ni el que nos colma de libertades y derechos que puede que hasta no hemos necesitado hasta que ellos han creado esa necesidad.
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