Es que son vendedores de elixires milagrosos, autores de libros de autoayuda para tiburones wokies, ponen anuncios en las páginas porno para que te crezca el pene, graban radiocassettes de filosofía positivista, te recetan homeopatía y se suben a las centrales nucleares a colgar el logotipo de la multinacional Greenpeace. Son los responsables de cuándo decimos que la culpa es de Soros, alumnos desventajados de Bill Gates y su wokismo con ínfulas. Son cáncer de sida.