Putin dio hace días un interesante discurso (...) "Los partidarios del llamado progreso social creen que traen a la humanidad algún tipo de nueva conciencia (…) todo esto ya lo hemos pasado en Rusia, ya lo hemos tenido. (...) La destrucción de valores ancestrales, la fe, las relaciones entre las personas hasta el rechazo total de la familia, todo esto se anunció como progreso (…) Al observar lo que está sucediendo en varios países occidentales, nos sorprende reconocer prácticas que nosotros hemos dejado afortunadamente atrás. La lucha por la igualdad y contra la discriminación se convierte en un dogmatismo agresivo al borde del absurdo".
Frente a esto, Putin se reafirma en los "valores espirituales, la cultura de nuestro pueblo" y un conservadurismo "saludable", racional, que se asienta en la tradición, la evaluación prudente, y la preservación y crecimiento de la población.