El Megapost de las bandas sonoras

Por cierto, acabo de descubrir la versión completa del Cloverfield Overture, la versión sin cortar de 12 minutos :babas

[goear]http://www.goear.com/listen.php?v=fa271ed[/goear]​
 
Es genial.
Y además todo un homenaje a Akira Ifukube :hail .

Lo cierto es que fué de lo que más me gustó de la película... ¡Y sólo aparece en los créditos!
 
Sé tanto de música como tú de cine, amigo Jackson.

Por cierto, el que más sabe de música de este foro se cagó en la de INdy, no sin razón...¡ZAS!
 
Enigmax, sí. Williams la ha musicado y he leído a varias personas congruentes decir que la pieza apesta. Pero ya digo, viniendo de Indy IV.
 
Magistral pieza en la coronación de Mister Obama. Ha participado Yo-Yo ma, con quien ya trabajó Johnny en Memorias de una Geisha.

Los otros han sido Itzhak Perlman, la pianista Gabriela Montero y el clarinetista Anthony McGill.

Por lo visto sólo lo habían ensayado el domingo. Al parecer he oido en la radio, que Obama es un fan absoluto de Johnny y el nuevo presidente en los mitines y demás sonaba El Patriota.
 
¿Que pare de qué?Tío, ya en serio, ¿DE QUÉ DIANTRES ESTÁS HABLANDO? He dicho algo que he oído y tú saltas con un "no tienes ni puta idea de música". ¿Esos son tus argumentos?¿Vas de este palo?

Te lo dijeron el otro día y yo lo repito: ¿qué demonios te ocurre?
 
Peter Jackson dijo:
Por cierto, la obra compuesta por Williams, para piano, cello, violín y clarinete es simplemente soberbia e interpretada por las máximas figuras de la música clásica.
Yo más bien diría que han quedado soberbios los nuevos arreglos de la Primavera Apalache de Copland. :juas
 
Joe Constantine dijo:
[quote="Peter Jackson":1yhxsnyz]Por cierto, la obra compuesta por Williams, para piano, cello, violín y clarinete es simplemente soberbia e interpretada por las máximas figuras de la música clásica.
Yo más bien diría que han quedado soberbios los nuevos arreglos de la Primavera Apalache de Copland. :juas[/quote:1yhxsnyz]


...
 
No me ha parecido en absoluto brillante. Clásica y formal, con un enfoque virtuosista y en absoluto emocional.
Muchas fugas y contrapuntos. Bella, pero sin alma.

Yo también me esperaba más de Williams. Pero en absoluto es apestosa o mala. Sencillamente cumple.
Clasicismo académico y total.
 
Yo la acabo de escuchar y bastante de acuerdo (del todo) con Enigmax. Algo así como lo de Indy IV (rutina total).
 
t6t4kn.gif
 
Era una inauguración de un presidente, no orquestar para una película con un leit-motiv que quedase para la historia. Alejado de las trompetas de los dos opening de los J.J.O.O. que compuso, ya se sabía de que palo iría a poco que se estuviera informado y quienes tocaban los instrumentos :cafe

Christian Troy dijo:
Madre de dios. En que se parece Geisha, La Terminal o A.I. a otras obras de Johnny? Y dices decadas o sea que tiramos tambien de los 90 (Ryan, Schindler, Hook, Siete Años en el Tibet, Far And Away...) :mmmh

Ya has respondido por mi ante tal falacia.Thanks. Y te ha faltado poner Atrápame si puedes, una bso con bases jazz que no hacía una así desde tiempos inmemoriabales.

Por cierto una pegunta, tanto ruidasco de Zimmer y tanta aversión a las guitarras del "Why So Serious?" ( gran tema, de los mejores del disco), que me dices del Mansell de The Fountain?

No la recuerdo como ruido. Me acuerdo de algunos pasajes a piano bastante bonitos. Pero tendría que re-escucharla, claro.

Christian Troy dijo:
Esta.Y el tema del Kraken tambien, aunque KlopeK no estara de acuerdo conmigo ;)

Juas, si. El tema del Kraken me resulta espantoso. Sobre el tema de Davy Jones, ese si me chifla. También me recuerda mucho esas notas del pulpo al tema del pueblo de Espectro/tema de Jehnny en el Big Fish de Elfman años atrás.
 
Estoy de acuerdo en que la mejor banda sonora de la patética trilogía bucanera, es la tercera.
Mismos temas, pero mejores y más emocionantes arreglos.
 
lo de Williams es mas bien una variacion sobre un tema de Copland (consciente, nade de plagios y cosas oscuras). Lo sabiais, no?
 
del NYTimes:

President Obama, it turns out, has a fondness for the music of Aaron Copland. So Mr. Williams fashioned a work that evokes the melancholic, calmly affirming, harmonically open-hearted world of Copland.

The piece begins with a lacy, quietly searching melody for violin, soon accompanied by consoling modal piano chords. The cello joins in with a pensive melodic line that responds to the violin, while the piano gradually prods the music forward with undulant riffs.

Soon the clarinet enters, playing the first two phrases of “Simple Gifts,” the Shaker hymn tune that Copland wove into his beloved ballet score “Appalachian Spring,” using the melody as the theme for an elaborate set of variations. Though Mr. Williams riffs Copland variations closely, his treatment of the tune is distinct enough to come across as something genuine and personal. There is a jazzy episode, with pungent piano chords and flourishes for snappy clarinet. Then the instruments break into a burst of agitated, jubilant counterpoint, with the piano playing Bachian passages of busy 16th notes.

Eventually the piece turns calm again, and the music becomes reflective, with wide-spaced harmonies and quizzical, halting melodic lines. “Air and Quiet Gifts” does not end decisively but settles down and takes stock, for now. Befitting the occasion, it seemed like music of possibilities, with more to come.
 
F_Elliott dijo:
lo de Williams es mas bien una variacion sobre un tema de Copland (consciente, nade de plagios y cosas oscuras). Lo sabiais, no?

Me autocito:
[...] ya se sabía de que palo iría a poco que se estuviera informado [...]
 
EXCALIBUR
DE TREVOR JONES
Original-Soundtrack-Excalibur-439895.jpg

De entre todas las múltiples versiones que a lo largo de los años hemos podido disfrutar de la Leyenda Artúrica, Excalibur permanece en la memoria de los cinéfilos como una de las mejores, si no la mejor, aportación al mito inglés.

Con la magnífica versión de Richard Thorpe de 1953 (con la no menos magnífica partitura de Miklós Rozsa) como referente hasta entonces en cuanto al mito artúrico en la pantalla se refería; John Boorman acometió el proyecto de llevar a la pantalla la historia que rodeó al Rey inglés, a sus caballeros, a Ginebra, a Lanzarote, a Merlín y cómo no a la espada Excálibur, tomando como referencia directa el libro de Thomas Malory, "La Muerte de Arturo".

Así, la película de Boorman, no sólo se centra en el personaje de Arturo, sino que relata el ascenso y caída de su padre, Uther de Pendragón, y todas las intrigas que supuestamente rodearon a Arturo y su reinado. Todo ello dentro de un conjunto en el que la magia, en la forma de Merlín y de la pérfida hermanastra de Arturo, Morgana; es la principal protagonista del relato, motor de toda la historia y elemento fundamental a la hora de comprender la mística del relato Artúrico.

El resultado final fue una cinta que aún hoy en día es odiada y amada a partes iguales. La película discurre con un ritmo desigual durante sus largos 140 minutos, y episodios como el de la búsqueda del Grial por parte de Perceval se hacen un tanto interminables. Aún así, con todos sus defectos, nos encontramos ante una cinta de indudable belleza visual, con momentos que permanecen en la memoria del espectador para siempre (tales como la primera aparición de la Dama del Lago; el regreso de Arturo a la "vida" y con él, el de todo su país; o el bellísimo final).

La Música

En 1981, Trevor Jones era un perfecto desconocido. Había compuesto la música para una veintena de películas universitarias y estaba esperando su oportunidad para introducirse en el gran mercado. John Boorman, que había visto una de estas películas quedó encantado con su partitura y se puso en contacto con Jones para que se encargara de la música original de Excalibur. Pero Boorman tenía ya en mente cómo iba a ser la música para su más ambicioso proyecto.

Parece ser que en una visita a Alemania, Boorman asistió a la representación en el Bayreuth Festspiele (conocidísimo festival alemán considerado uno de los mejores en cuanto a representación de la obra de Wagner se refiere) de la Tetralogía del Anillo de Wagner, y quedó tan sumamente impresionado con la mítica ópera del compositor alemán, que decidió que la majestuosidad y grandilocuencia del ciclo wagneriano debían formar parte de su película. Así las cosas, una vez Jones fue contratado, la partitura de Excalibur quedó escindida en dos bloques:

- 1. Wagner y la Leyenda Artúri
ca

Para la música de Richard Wagner, Boorman decidió reservar los mejores momentos de la película; aquéllos que por su vital relevancia dentro del transcurrir de la historia necesitarían del apoyo de tan conocida obra para resaltar sobre el resto de la trama. Así, encontramos las siguientes piezas de Wagner en el transcurrir de la cinta:

* Prólogo: "The Dark Ages. The Land Was Divided and Without a King. Out of those Lost Centuries Rose a Legend. Of the Sorcerer Merlin. Of the Coming a King. Of the Sword of Power"

Tras esta introducción, la cinta abre con un magnífico prólogo en el que se nos muestra una batalla, batalla en la que Uther Pendragon resulta vencedor. Merlín hace su aparición y cita al Pendragón al alba de la mañana siguiente junto a un lago donde le será otorgada la mítica espada de reyes, Excalibur. Todo el prólogo está acompañado con una pieza procedente de la tercera parte del ciclo del Anillo de los Nibelungos: Sigfrido. En concreto el tema "El Funeral de Sigfrido". El tema en concreto, de una duración en su origen de 8 minutos, es aquí editado de tal manera que los primeros compases guían al texto introductor, mientras que la parte más triunfal del mismo se reserva a la aparición de Merlín y a la de la Dama del Lago portando Excalibur. La inclusión de este tema es de gran acierto, abriendo la película con una fuerza tremenda que deja sin aliento.
* Historia de Amor entre Lanzarote y Ginebra: el inevitable romance entre el mejor amigo de Arturo y su esposa, así como el dramático final del mismo y las consecuencias que tiene para la historia, son puestos de manifiesto mediante la inclusión de una pieza ajena a la Saga del Anillo. Aquí, Boorman decide usar el magnífico Preludio compuesto por Wagner para Tristán e Isolda. Un tema que en su origen, describía a la perfección el trágico desenlace al que están abocados los amantes, y que aquí se adapta como anillo al dedo para acompañar a la historia de traición y amor que envuelve al trío protagonista formado por Arturo-Ginebra-Lanzarote.

Es este tema uno de esos raros ejemplos en los que la música trasciende con creces lo que las imágenes nos están relatando (y que muy pocas veces podemos encontrar en la música de cine) describiendo con precisión quirúrgica la inevitabilidad y tragedia asociadas a una historia de amor (este carácter se puede encontrar también en el maravilloso tema de amor de Vértigo de Herrmann, el de Espartaco de North o, más recientemente, en el tema compuesto por John Williams para suplir musicalmente las carencias de guión de Episodio II: El Ataque de los Clones).
* La Búsqueda del Grial: la desaparición de Merlín y la traición de Ginebra a Arturo sumen a éste último y por extensión a Inglaterra en una etapa de oscuridad y caos. La Mesa redonda se disuelve y Perceval, el más joven de los caballeros del rey acomete la tarea de encontrar el Grial (la copa en la que se recogió la sangre de Jesucristo en la cruz), lo único que puede sanar a Arturo y a su reino.

La búsqueda del Grial se resuelve musicalmente con la inclusión de otro tema ajeno a la saga del Anillo. Nos referimos al Preludio de Parsifal, obra en tres actos compuesta por Wagner para mayor gloria de Cristo y cuya elección no puede ser más acertada: el argumento original de la obra de Wagner gira en torno a una orden de Caballeros del Grial que mantienen en su custodia el preciado cáliz y la lanza que hiriera a Cristo en la cruz; y de cómo la llegada de Parsifal (profetizada por el oráculo) desencadena una serie de acontecimientos en los que las referencias a la pasión y resurrección de Cristo son más que constantes (no obstante, Wagner escribió esta obra inspirado en el Viernes Santo, en el que vida y muerte quedan mezclados en una sola entidad).

Música de carácter casi sacro, Parsifal define a la perfección la pureza y verdad que se encierran tras la máscara de ignorancia del personaje. Son precisamente estas características las que Boorman confiere a Perceval, convirtiéndolo en el caballero idóneo para encontrar el sagrado cáliz que devolverá la vida al cuerpo sin alma de su rey.
* La Muerte de Arturo: en un engaño con tintes incestuosos, Arturo deja encinta a su hermanastra Morgana, que dará a luz a Mordred, llamado a enfrentarse con su padre en la última batalla que cierra la película. Acabada la batalla, Arturo ruega a Perceval, devuelva la espada Excalibur a la Dama del Lago. Una vez cumplida la misión Perceval vuelve al campo donde se ha desarrollado la liza, para encontrar que una embarcación con tres mujeres se lleva a Arturo al más allá.

Para este gran final, de carga poética apabullante, Boorman vuelve a elegir el tema del funeral de Sigfrido del que aquí resuenan sus acordes más grandilocuentes, los más dignos de ser reservados al entierro de tan mítico personaje.

- 1 ½. Orff y el Renacer de Inglaterra

Curiosamente no sería Wagner el único compositor clásico al que acudiría Boorman para dotar de grandeza a su película. Así, en la primera aparición de Arturo en el asedio al castillo del padre de Ginebra y cuando Perceval entrega el Grial a Arturo y éste renace, las notas del archiconocido "O Fortuna" del "Carmina Burana" de Carl Orff, reverberan en nuestros oídos y acompañan a las cabalgadas del Rey y sus caballeros a lo largo del camino que les llevará, en la segunda de ellas a la decisiva batalla contra Mordred.

La inclusión de la pieza de Orff, dota a la escena del renacer de Inglaterra de resonancias épicas, y supone, una vez más, una perfecta muestra de lo que el buen oído de un director puede llegar a influir en una película. De sobra conocida por cualquier aficionado a la música, es precisamente esta cualidad la que provoca en el espectador una inmediata atención a las bellas imágenes que esta acompaña, y pone de manifiesto hasta qué punto puede llegar la sutileza en la manipulación musical: con cualquier otra pieza la atención del espectador se habría dividido entre la música y las imágenes; con la inclusión de tan conocida melodía, Boorman se asegura de que el espectador se concentre en la pantalla... la música ya está en su cabeza.

- 2. Trevor Jones y el Mito de Excálibur


Eliminando Boorman la posibilidad de que el compositor sudafricano pudiera dar lo mejor de sí mismo, fue tarea de Jones poner música al resto de la película. Una tarea de la que el compositor sale harto vitorioso si se considera que la partitura a componer debía cubrir los pasajes más oscuros de la cinta y aquéllos que necesitaban de una "música de época".

Así, en el score de Jones podemos distinguir por una parte, los temas que acompañan a las danzas que aparecen durante el desarrollo de la trama: la primera la que Igraine (la futura madre de Arturo) ejecuta delante de los caballeros de Uther; la segunda la que resuena en los muros del castillo del padre de Ginebra en la celebración que sucede a la batalla en la que Arturo debe defender a uno de los caballeros que defiende su causa, y la tercera la que podemos escuchar en Camelot, en una de las escenas desarrolladas en el interior de la ciudad. La característica común de estos temas es su clara adecuación a una instrumentación de tintes medievales, que transporten al espectador a la época, cosa que, sin duda, consiguen.

Dentro de esta música (casi diegética si no fuera por el hecho de que no había grabadoras en la era medieval) encontramos el tema coral que escuchamos en la celebración de la boda de Arturo y Ginebra; una pieza de gran solemnidad que define a la perfección el momento al que acompañan.

En un segundo grupo podríamos englobar al resto de la música compuesta por Jones para la cinta. Entre todos ellos destacan por su especial protagonismo dos. El primero es un misterioso motivo con una voz femenina como absoluta protagonista y que se reserva a aquellos momentos en los que hace su aparición la Dama del Lago o la magia de Merlín. El segundo es una fanfarria para metal y percusión que intenta de alguna manera emular la grandiosidad del tema del Funeral de Sigfrido sin conseguirlo, y que queda relegado a algún que otro momento sin gran relevancia en el transcurrir de la trama.

Las Ediciones

El historial editorial de Excalibur es de ésos que pone nervioso a cualquier coleccionista. Hasta la fecha, la única edición realmente oficial que existe de la banda sonora de la película es un rarísimo vinilo que, editado en 1981 por Island Records, contenía únicamente las piezas clásicas a las que hemos hecho referencia en el primer bloque del análisis. Más allá de esta edición, las ulteriores apariciones en compacto, son evidentes intentos de aprovecharse de la avidez del melómano por poseer todo aquello que su compositor favorito ha escrito.

Así, encontramos hasta tres ediciones "piratas" o "semi-piratas" (entiéndase por éstas últimas aquéllas editadas en un CD prensado pero cuyo material es de más que dudosa procedencia) una de las cuales es la que habitualmente podemos encontrar en eBay y que contiene la práctica totalidad de la música compuesta por Jones, así como las citadas piezas clásicas que aparecen en la película, y como valor añadido alguna pieza alternativa para el inicio y el cierre de la cinta, que ponen de relieve los denodados intentos de Jones de dar con un sonido que se acercara lo más posible al de Wagner (en una de estas piezas, podemos encontrar un sonido muy parecido al que al año siguiente el compositor usaría para una de sus Obras Magnas: Cristal Oscuro)
 
F_Elliott dijo:
lo de Williams es mas bien una variacion sobre un tema de Copland (consciente, nade de plagios y cosas oscuras). Lo sabiais, no?

nada mas oirlo se ve.... por cierto, ¿qué os parece Copland? a mi, junto a algun ruso y Falla creo que es de lo mejor del s. XX....

ademas de bastante "cinematografico" inconscientemente
 
Pero si Copland tambien hizo scores... :doh

Gran compositor americano,con una orquestación y armonía buenísima. Prácticamente TODOS los compositores actuales de film scoring son deudores de él.

Appalachian Spring.
Fanfare For the Common Man.
Rodeo Suite.

Sus obras más conocidas para orquesta son ricas en melodías épicas, (trompas y metales -americana style -) y con grandes contrastes en la madera y la cuerda. Su obra para cámara, más desconocida para el público en general, es abundante.

J. Williams puede considerarse como su heredero siguiendo el "american style".

Te pongo una pequeña selección:

http://es.youtube.com/watch?v=lJBx_aFfgyo

http://es.youtube.com/watch?v=_RXLwtvGH9c

http://es.youtube.com/watch?v=-fcExf84LrI
 
Peter Jackson dijo:
Pero si Copland tambien hizo scores... :doh

la verdad es que no lo sabia, no parecen titulos de relumbron los 6 que veo... y no muy importantes en su obra

en todo caso con lo de inconscientemente me referia a la musica NO de cine, que siempre luce muy bien cuando se utiliza en cine
 
Arriba Pie