No te subas a la parra. Esta mora no está mal dicho. Es mora y es esta. Para ser racistas hablando hay que decir más cosas, con verdades no basta. Y es cierto que entras en ebullición cuando te dan lecciones de democracia cuando vienen de países donde no tienen huevos de abrir la boca y aquí esta se busca una forma de ganarse la vida a costa de todos. Lecciones a los naturales de españa no solo las justas, sino las que queramos aceptar, que tenemos nuestras costumbres, entre ellas la libertad de las mujeres y que no tengan por fuerza que llevar la cabeza tapada, como poco, para no provocar pensamientos impuros en los hombres. Esta mora no es un insulto. Es una descripción gramatical aceptada de su origen geográfico, religión y raza que conviene resaltar para no olvidar que es una infiltrada de una forma de ver la vida que atenta contra nuestros derechos y libertades. Bien interesados están en desviar la atención con otras cosas mientras la realidad, allí donde se implantan, es cabezona y remarca que intentan cambiar el entorno e imponer su identidad. Menos poner el acento en sí se les llama moras y más en la infiltración silenciosa de sus ideas con caras de tontas.