Pues a mí es de los que más me ha gustado de la temporada, junto a los del Cid, el monasterio, Houdini y el díptico de Cuba. Y como dice Seaker, muy bien dirigido. Basta prestar atención al cuidado puesto a todas las transiciones entre escenas, o ese plano maravilloso de la taza y la mano "gigantes" de Lola en primer plano, y Salvador desenfocado en último plano, por ejemplo.