Un grupo de estudiantes protestó y trató de parar la clase debido a que el profesor no estaba respetando las sensibilidades culturales, afectando a la salud mental de los alumnos, tal y como los jóvenes expusieron.
Tras conocer los hechos, la Universidad emitió un comunicado: "Recientemente, un miembro de la facultad, durante una clase, usó una palabra china que suena parecido a un repugnante insulto racista en inglés. Comprensiblemente, ello causó gran dolor y decepción entre los estudiantes. Reconocemos el impacto histórico, cultural y dañino del lenguaje racista y ofrecemos medidas de apoyo a cualquier estudiante, profesor o miembro del personal que requiera asistencia".