Que defiendas y disfrutes la tecnología actual no significa que tengas que despreciar lo anterior. Sin embargo, en los casos que citas y que conozco bien porque he participado de ellos durante medio siglo, es difícil justificar las antiguas tecnologías. Me explico.
A mí me es prácticamente imposible distinguir entre dos copias de una foto (bien) hecha, una con carrete y otra en digital. Podría deberse a que solo soy un aficionado, pero conozco a muchos profesionales que me han dicho lo mismo. Igualmente, he escuchado discos de vinilo que sonaban como los ángeles, pero también otros en CD, SACD, Blu-ray audio y, ahora, en ficheros digitales de alta resolución (24/192) que no les tienen nada que envidiar y además son más baratos. No entro a valorar la diferencia entre la dificultad/facilidad que requieren los métodos antiguos y modernos para hacer fotos o escuchar música.
Entonces, ¿por qué utilizar tecnologías obsoletas cuando la evolución nos permite conseguir los mismos resultados de una manera mucho más cómoda? Pues por varias razones (entre ellas, y no es la menor, la nostalgia), pero no porque los resultados sean mejores. Podrán ser diferentes al ser una apreciación subjetiva, pero desde mi punto de vista y repito, bien hechos, no difieren uno del otro y la facilidad y posibilidades que tenemos hoy hace difícil justificar el empleo de métodos artesanales en fotografía y ajustes en plato/brazo/cápsula en música cuando se dispone de las inmensas facilidades actuales.
Todo dicho desde el agradecimiento eterno que tengo a mi Nikon FM2 y mi plato Thorens TD160, que estarán por alguna parte de la casa y de los que no me voy a desprender, pero que no utilizo desde hace décadas.