A eso hay que añadir que en sus Fact Check Tools, Google aún tiene registrado la falsa acusación de Maldita.es contra Abc, lo que podría implicar que ese buscador esté etiquetando como falsa una información que es rigurosamente cierta. Para colmo, hoy el Colegio de Periodistas de Aragón ha arremetido contra Abc lamentando el “enfoque” de su noticia y diciendo que “atenta contra del principio de objetividad”. Una muestra de lo institucionalizado que está el periodismo de rodillera entre las propias asociaciones profesionales.
Maldita.es califica su bulo como un «error» y no pide disculpas
En su web, Maldita.es se ha limitado a publicar una “corrección” limitándose a calificar su bulo como un “error” y sin pedir disculpas al diario Abc por haberle señalado de forma tan temeraria. En resumidas cuentas: si otros publican algo que no es cierto, para Maldita.es es un “bulo”, pero si lo publica Maldita.es, es un “error”. Vaya jeta. Este hecho deja en evidencia, una vez más, la propia naturaleza de esas entidades de “verificación”, que se han convertido en auténticos Ministerios de la Verdad con poder para censurar lo que publican otros, a menudo con un rigor tan cuestionable como el que ha demostrado Maldita.es en esta ocasión.