Respuesta: El Post de la Iglesia Católica, Apostólica y Romana. S.A. ¡Alabado sea Rouco!
Vamos a diferenciar la Iglesia como concepto, como idea, como historia de la mafia que la dirige, empezando por Lord Palpatine.
Obviamente, desde hace muchos años, desde hace siglos los actos de la Iglesia han venido siendo reaccionarios, ajenos al paso de los años, al cambio de mentalidad, de ideas. Perdieron el control sobre gran parte de Europa y posteriormente del mundo por no haberse adaptado a las otras corrientes que iban surgiendo. Y no obstante, desde esos paradigmas, desde esos cambios eclesiásticos que significaron un cambio en Europa a todos los niveles (la aparición del liberalismo en el seno del protestantismo como idea), no hicieron que la propia Iglesia en su momento fuese casi una institución de izquierdas.
Pero ahora no estamos ahí, tanta mierda, tanta secta ultraconservadora en el seno de la Iglesia, tanto obispo de cada una de estas de sectas tirando hacía un lado u hacía otro, siendo aún más reaccionarios que esta Iglesia, pasándose cada uno las doctrinas e intentando crear culto desde la Iglesia para qaue no les denominen sectas destructivas. Pero bueno, dentro de esas sectas hay gente muy importante que manda más que cualquiera de todos nosotros, los malditos ateos piojosos que no tenemos las cuentas de nuestros bancos llenas de ceros.
Si, tienen control sobre las ideas de empresarios, políticos, banqueros... No quiero manchar estas tres palabras o generalizar en ellas, solo decir que sabemos que en un país como este, el control indirecto y directo que tiene la Iglesia sobre la política y el dinero es bastante grande.
Hemos visto recientemente el caso de EPC. Si unos fueron adoctrinados según el Zapaterismo, ahora empieza el adoctrinamiento desde el sectarismo ultraliberal de derechas, una EPC Obispos Friendly.
Pero claro, no se da cuenta de una cosa "Monseñor" Rouco Varela. El no está estudiando a los homosexuales, me está insultando a mí, a tí, a todos los que de una forma u otra defienden la libertad del individuo. No soy simpatizante de los arcoiris y de las marchas del orgullo, no obstante soy simpatizante de esa libertad, que haga cada uno lo que le de la gana dentro de los límites de la Ley. Y la ley no me la debe decir la Iglesia en base a una moral en la que puedo estar de acuerdo o no. Sí, está claro, mi educación, mi forma de ver el mundo, mi moral adoptada como la vuestra, están intimamente relacionadas con nuestra historia, con la Iglesia, pero eso no significa que ahora, en ciertos tramos esa mentalidad no tenga que ser cambiada, y en este mundo de libre albedrio, lo que diga Rouco debería dar igual, lo mejor sería no darles publicidad, negarles el micrófono a aquellos que lo usan tan solo para emitir rebuznos. Porque ese hombre al fin y al cabo es jefe de una empresa que no tiene porque decir nada, ni imponernos su voluntad o buscar que el Gobierno en base a las simpatías que despiertas en él, haga una política retrograda en cuanto a derechos civiles. Porque el que nadie censure a este tipo o al señor este de Alcalá va en contra de la propia Iglesia.