El Post de la Iglesia Católica, Apostólica y Romana. S.A. ¡Alabado sea Rouco!

sobre el matrimonio religioso veo bastante intolerancia por aquí, los creyentes no tienen problema alguno en que la gente se case por lo civil, ¿por qué tanto problema en que los creyentes lo hagan como deseen, mediante una institución milenaria?, en serio, ¿en qué afecta a los derechos del resto?

A mi personalmente me da rabia la cantidad de gente que se casa por la iglesia porque "quiere mi madre", porque "es más bonito", porque "quiere una boda de princesa", porque "es la tradición"... Vamos, gente que no ha pisado una iglesia desde la comunión y que se casa delante de un cura. Que hagan lo que quieran, por supuesto, pero a mi me parece una tontería.
 
a mí me parece una tontería también; Hallowed, pero no me afecta en nada que el vecino se case por lo civil que por lo religioso aceptando sus preceptos.

cientos de años luchando contra las religiones y estamos convirtiendo -yo no- el laicismo en una nueva religión, con sus propios dogmas.

Vive y deja vivir.
 
y por éso la gente bautiza hoy a los niños, para que no entren en el purgatorio.

Cuando nació mi hija teníamos muy claro que no la íbamos a bautizar. Me sorprendió mucho como una respuesta habitual de la gente ante eso era "bueno, ¿pero y si le pasa algo?". La superstición sigue latente.

a mí me parece una tontería también; Hallowed, pero no me afecta en nada que el vecino se case por lo civil que por lo religioso aceptando sus preceptos.

cientos de años luchando contra las religiones y estamos convirtiendo -yo no- el laicismo en una nueva religión, con sus propios dogmas.

Vive y deja vivir.

A mi también me da igual, pero insisto en que me da "rabia" esa asociación que se hace de que todo matrimonio católico es de una pareja creyente. En absoluto.
 
Respeto muchísimo el punto de vista de Carrion. No soy una persona de fe, no me declaro creyente ni la religión ocupa un lugar predeterminado en mi vida. Podría decirse que soy ateo. Pero para mí no significa odiar la religión ni respetarla, sencillamente hay gente que es compatible con la fe y gente que no lo es. No quiero citar aquí términos polémicos como racionalidad, etc, ya que da a error y podría deducirse que considero a las personas de fe como irracionales. Y no, lo respeto. Tampoco me abono al laicismo, se de donde soy, y cuales son mis referentes culturales, o sea, se que al igual que Pablo Iglesias, soy cristiano y soy romano. Por poca fe que tenga, mi cultura y mi visión del mundo es la que es, pues he nacido y vivido en Europa y mi familia es europea, española. Forma parte de mí, y es una de las pocas cosas de la que es imposible renegar. Y por qué no, me siento muy orgullo de ser culturalmente quien soy.

Sobre el matrimonio religioso, tengo entendido que la validez se lo da el proceso civil, o sea firmar en un juzgado que te casas. Después lo otro es un rito, al que uno con su fe le puede dar validez o no.

Pero vamos, no os extrañará, pero respeto y comparto muchas de las cosas que dice Carrion. Y sí, en la Iglesia como institución veo cosas rancias que no me hacen sentir cómodo. Pero joder... otra cosa es negar el propio hecho cultural que nos define.
 
Última edición:
El matrimonio por la Iglesia existe. Tú estás a favor, a efectos legales, de ignorar que existe

Esto no es así, no ignoramos que existe, claro que existe, simplemente nos parece que debe ocurrir en un ámbito privado.

Eso implica, como digo, ignorarlo a efectos legales (el civil sería el único legalmente reconocido). Parece una cosa nimia y sin importancia... pero no lo es.

Vale, sí... no había visto el "a efectos legales" en tu primer post.

Sí, efectivamente estoy a favor de ignorarlo a efectos legales, porque no entiendo que un estado tenga que legalizar una confesión de carácter personal. Como he dicho, entiendo que esa confesión deba estar dentro de los márgenes de la ley (como todo en la sociedad), pero no que la ley tenga que establecer algo específico para ella.

Y en cuanto a que sea nimio o no... (el que sea regulado legalmente) pues como la fe es algo personal obviamente para ti es algo muy importante y para mí no lo es. De hecho para mí es importante que no exista a efectos legales. Eso sí, que se garantice legalmente que se pueda llevar a cabo dentro de el marco que a mi entender le corresponde, el privado.
 
Última edición:
Eso es lo bueno... no necesitan imponerlo. Simplemente te hacen creer que te liberan de unas (supuestas) cadenas mientras te atan (sibilinamente) a otras sin que te des cuenta.

De nuevo, vuelves a dar a entender que aquellos no-católicos han sido influidos en la elección de su fe (o ausencia de ella) y que no la han elegido libremente. Lo cual me parecería bien, si al menos admitieras que el catolicismo no es más que el mismo lavado de cerebro con las mismas intenciones y con otro nombre. Puesto que a ningún Dios hemos visto nunca, al final todo se reduce a una guerra de "tenderos" vendiendo su producto y tratando de que el competidor se muera de hambre.
 
Los seguidores de David Kores aprueban tu post :juas

Depende de cada uno claro. Yo soy partidario de tener el control de tu propia vida y no regirte por dogmas medievales, pero no todo el mundo está preparado para el conocimiento y el libre albedrío.
 
"Yo soy partidario de tener el control de tu propia vida"

yo también, por eso me casaría por lo civil y no me metería en las decisiones de quienes quieren hacerlo por lo religioso.

¿dogmas medievales? pero de verdad, ¿dónde vives, en un cuadro del Bosco? :lol
 
"Yo soy partidario de tener el control de tu propia vida"

yo también, por eso me casaría por lo civil y no me metería en las decisiones de quienes quieren hacerlo por lo religioso.

¿dogmas medievales? pero de verdad, ¿en qué mundo vives? :lol

Estoy cenando con gente del opus, se nota que no eres católico

PD: mis cenas son tal cuales las describe Carrión pero al revés :juas
 
- prueba el Orujo Miel, Tozzi, que está buenísimo
- que no, ostias, que estoy lleno Jacobo María



Water_cure.jpg
 
yo también, por eso me casaría por lo civil y no me metería en las decisiones de quienes quieren hacerlo por lo religioso

Yo me casé por lo civil. Ni mi mujer ni yo éramos religiosos, nuestras familias idem. Y veo muy bien que cualquiera quiera hacer lo contrario y casarse por el rito católico. No estoy en contra de los ritos y costumbres de la iglesia, ni de que se mantengan los usos y costumbres, siempre y cuando no pretendan imponerlos a los demás.

Respeto a las opciones religiosas de los demás, siempre, al menos por mi parte, salvo cuando las mías no son respetadas.
Sumisión... a la religión... ninguna. Ese tiempo ya pasó.
 
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sobre el matrimonio religioso veo bastante intolerancia por aquí, los creyentes no tienen problema alguno en que la gente se case por lo civil, ¿por qué tanto problema en que los creyentes lo hagan como deseen, mediante una institución milenaria?, en serio, ¿en qué afecta a los derechos del resto?


No no, qué va... Por lo que leo aquí no creo que nadie tenga ninguna intolerancia respecto al matrimonio religioso. Para nada.

Con lo que no estamos de acuerdo es en que esté regulado legalmente porque pensamos que no está a la mismo nivel que el matrimonio civil (ya que el matrimonio civil es para todo el mundo y el católico solo para sus fieles).

Si es que el fin último de esto no es el matrimonio, eso es solo un ejemplo, está claro que esto viene de que lo que nosotros pensamos es que lo mejor es la completa separación entre estado y religión, en el caso de España es entre Estado y la Iglesia Católica y en otros países será entre el Estado y el Islam, o la que sea. Pero en cualquiera de los casos consideramos que la creencia religiosa es un acto personal y no una cuestión de estado. En mi opinión, en este aspecto, el estado lo único que debe regular y garantizar es la libertad religiosa (mientras no perjudique a nadie, claro).

¿Y que en Europa hay más países así? Bueno, simplemente me parece que sería mejor si no hubiera ninguno, y espero que con el tiempo así vaya siendo. Ahora, entiendo perfectamente si carrion opina de manera diferente.
 
No quiero parecer reaccionario, ya he dejado antes clara mi postura. Aún así permitidme manchar me un poco de barro y relativizar un poco eso del hecho religioso como algo privado. No hablo de imponer visiones religiosas, que realizadas por diversos grupos muy anclados criticariamos seguramente con razón. Pero en estos tiempos tan comprometidos y solidarios que atravesamos, parece que queremos negar y retirar de la vista pública un innegable referente cultural y moral de nuestra civilización.

Con esto quiero decir que desde ciertos sectores se intenta normalizar y visibilizar, como lo llaman, muy distintas problemáticas como situaciones de primer orden, mientras que el hecho religioso, sin embargo, debe anormalizarse y ocultarse.

Y apoyo la división Iglesia - Estado y me parece un enorme logro y uno de los avances que nos han hecho llegar hasta aquí. Pero en el aquí, indudablemente nuestra cultura judeo cristiana y greco romana sigue mandando. Incluso en el laicismo.

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Yo me quedo con la cultura greco-romana pero la que desconfiaba de los cristianos.

Os recuerdo la edad media bla bla bla y los más de 500 años mierda hasta que la ciencia hizo despertar a la gente.

Que manía de protegerse bajo el escudo de la cultura y las tradiciones.

A mí me dan asco los curas y las Iglesias. Respeto a quien las use y las regenta. Pero desconfío enormemente de un clero machista y podrido. Cuanto más lejos de mis hijos mejor.
 
Eso es lo bueno... no necesitan imponerlo. Simplemente te hacen creer que te liberan de unas (supuestas) cadenas mientras te atan (sibilinamente) a otras sin que te des cuenta.

De nuevo, vuelves a dar a entender que aquellos no-católicos han sido influidos en la elección de su fe (o ausencia de ella) y que no la han elegido libremente. Lo cual me parecería bien, si al menos admitieras que el catolicismo no es más que el mismo lavado de cerebro con las mismas intenciones y con otro nombre. Puesto que a ningún Dios hemos visto nunca, al final todo se reduce a una guerra de "tenderos" vendiendo su producto y tratando de que el competidor se muera de hambre.

Esa frase la trataba de matizar en el párrafo siguiente.

Evidentemente de todo hay en la viña del Señor: ateos con un sentido crítico excepcional y una gran perspectiva histórica que son capaces de argumentar sus posiciones de manera impecable (yo admiro muchísimo a Gustavo Bueno... D.E.P.) y "creyentes" sin sentido crítico alguno que se tragan ya masticadita cualquier cosa que les diga un señor vestido con sotana (yo siento especial predilección por los que se revuelven... por eso Mel Gibson me cae tan bien). Y, en el medio, una gran cantidad y variedad de grises...

En cualquier caso mi argumentación iba en otra dirección... Como digo, es un tema complejísimo (y muy delicado) en el que prefiero no entrar.

Un abrazo, Henry.
 
Antes se bautizaban a todos los nacidos. Si no lo hacías, el niño en caso de morir pasaría al purgatorio para toda la eternidad.

Hablas del Limbo, no del Purgatorio... Y no es un dogma (no aparece en las Escrituras, ni lo mencionan los Padres de la Iglesia). No deja de ser una cuestión teológica que empezó a discutirse para combatir la herejía pelagiana que negaba la existencia del Pecado Original. Al final, todos estamos en manos de Dios (o del azar, o del destino o... de lo que sea).
 
No sé si es el mejor momento para retomar este tema, pero bueno...

Partiendo de la base de que no quiero entrar a fondo en ello y que las generalizaciones y las simplificaciones son siempre injustas...

¿A que cadenas (que no me atara un matrimonio católico) me ata un matrimonio civil?

Es un mecanismo más de infantilización y control; un caramelo envenenado. A priori, como digo, aparenta ser algo cojonudo: una liberación. Pero esa supuesta libertad acaba esclavizando... Desacralizar el matrimonio, convertirlo en un mero contrato civil más, supone banalizarlo, quitarle importancia... y, en última instancia, destruirlo. Los vínculos afectivos, la argamasa que une a la familia y a la sociedad, se vuelven más líquidos y superficiales (casi es más fácil, hoy en día, divorciarte de tu esposa que cambiarte de compañía telefónica...). Ya no es algo trascendente, un paso decisivo que obliga a uno a pensárselo bien y a adquirir un verdadero compromiso. Sólo es lo que me apetece en cada momento ("mientras dure") y por tanto acaba convirtiéndose en un elemento desvertebrador de la sociedad. En definitiva, ya no se trata de sentar los cimientos de un proyecto de vida, sino de un capricho temporal... y sobre eso no se puede construír una comunidad sólida, fuerte y duradera (pasa lo mismo con, por ejemplo, nuestra Constitución... que algunos piensan que se puede reformular constantemente sin consecuencias... sin que todo se tambalee).

El capricho es lo que nos define ahora como ciudadanos (consumidores)... y es una cualidad infantil. Los niños caprichosos son presa de sus propios instintos, que nadie les ha enseñado a domeñar. Al final acaban profundamente frustrados, son blanditos, se ahogan en un vaso de agua, se frustran a las primeras de cambio, abandonan... y finalmente acaban hartos (ebrios), protestanto contra sus despreocupados e inconscientes padres y preguntándose, como Tony Montana: "¿Esto es todo? ¿Comer, beber, follar, esnifar...? Pues vaya mierda". Todos esos chavales desnortados, con el síndrome del pequeño emperador, agradecen que alguien les enseñe el valor del autocontrol, del esfuerzo, del compromiso, del orden, de la disciplina... porque así pueden tomar de verdad las riendas de sus propias vidas (les proporciona autoestima y les ayuda a encontrarse a sí mismos).

Sin embargo, hay gente ahí arriba que nos prefiere (necesita) así: tonticos, ingenuos, caprichosos como niños chicos, demandando paridas y apetencias degradantes, enfangados en discusiones estériles, desarraigados, desorientados, sin referentes, sin paradigmas, sin sueños, sin vínculos afectivos fuertes y reales (sólo virtuales). Cortando las raíces, borrando de un plumazo todo lo que nos vincula a través de la Historia (de nuestra propia sangre) obtienen una población más dócil y manejable... Yo tengo un buen amigo de la infancia que ha cambiado ya tres veces de ciudad (y de continente) en los últimos cinco años por motivos de trabajo... Ahora vive en Barcelona, compartiendo piso "patera" (de lujo) con otros cuarentones urbanitas como él... y dice estar encantado... pero luego acabas tirándole de la lengua y confiesa que, a estas alturas, esperaba otra cosa de su vida... pero ahí lo tienes, un trabajo de puta madre pero de sueldo más bien discreto (para los estudios que tiene), con canas y jugando a "Friends"... viendo todos juntos las series de moda en el salón como si fueran estudiantes universitarios. Sales a la calle y ves personas de sesenta años vistiendo y comportándose como adolescentes. Enciendes la televisión y observas estupefacto anuncios comerciales de "productos" y "servicios" que pueden arruinarte literalmente la vida, en forma de bromitas infantiles, chistecitos, cancioncitas, jiji jaja, paridas... tomándote por gilipollas, vamos.... etc., etc., etc.

Así que aquí estamos... todos como zombis, consumiendo el ocio que nos han planificado a modo de sedantes, que como mucho nos proporciona una alegría efímera, un cochino y engañoso subidón hasta la siguiente compra (o descarga) instintiva (en los productos audiovisuales ya ni se recatan lo más mínimo en suministrar ideología... o en censurar dogmáticamente lo que convenga). Porque lo que se persigue es que no se piense; que reaccionemos instintivamente como animales. Pasa en las noticias, que no buscan estimular nuestro raciocinio sino nuestras vísceras: ahora llora, ahora ríete, ahora cabréate... y luego la gente excreta esa reacción reptiliana en los vomitorios virtuales diseñados a tal efecto; estamos al arbitrio constante y cambiante de los que nos manipulan. ¿Por qué? Porque ya no hay una verdad inamovible; un punto de partida; unos cimientos sólidos con los que entrar a valorar cualquier otra consideración y construír algo que de verdad mrezca la pena.
 
Por eso hoy, cuando no bautizas a un hijo, los únicos que te miran raro son los viejos y los que no han salido del pueblo.

No digo que sea tu caso, Hallowed (ni de coña... que te leo mucho y sé que no), pero en relación a lo que decía antes del infantilismo y a lo de mirar por encima del hombro las opiniones de los llamados (despectivamente) "viejos tronados" y "destripaterrones", siempre me acordaré de una anciana (con demencia incipiente), compañera de habitación de un familiar durante su estancia en el hospital, que cuando alguien se dirigía a ella en un tono voz similar al que se usa con los niños pequeños, le contestaba en el mismo tono (parsimonisoso, azucarado y musical... pero con una mueca de desprecio): "¿Y por qué me hablas así? Se quejaba, a pesar de su estado, de cosas absolutamente razonables: portazos, risitas y charlas a horas intempestivas, televisiones encendidas en plena noche, habitaciones llenas de familiares berreando como posesos o que utilizan el servicio que es sólo para pacientes, gentuza fumando en los ventanales ante la pasividad del personal, comportamientos condescendientes y poco adecuados... La tomaban por loca (y a mí), pero era (a pesar de su dolencia) la persona más cuerda que había dentro de aquel puñetero circo. Ni que decir tiene que nos llevámamos de puta madre. Era, como decimos por aquí, fina como un ajo...

Ahora se me ocurre (pensando en todos los debates que ha vuelto a generar lo de Barcelona) que, desde esas mismas posiciones adanistas, suele haber también un paternalismo con el Islam similar al que se tiene también con las mujeres (en su visión marxista distorsionada se trata de colectivos oprimidos y débiles que no pueden valerse por sí mismos; en el fondo, no los respetan... aunque ellos crean que sí lo hacen). Sin embargo, los musulmanes suelen despreciar que se les trate con esa condescendencia (porque les hace sentir inferiores y eso les cabrea; hiere su orgullo, con toda razón) o directamente se ríen de ello (y los extremistas lo toman como una muestra de debilidad y una clara invitación a morder). Las actitudes que pueden poner (aún más) de mala hostia a un colectivo muchas veces no son las que pensamos. Respetaran más al que les trate con dureza que al que les trate con condescendencia (ellos no están acostumbrados a los jueguecitos falsos e hipócritas que nos gastamos por aquí).
 
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