¿todavía con los 300mil niños robados? el año pasado ya se demostró que era un gran bulo, la prensa empezó a dejar de hablar de ello.
¿Cuantos de los países que han practicado un imperialismo brutal en toda la historia y causado los mayores guerras han sido cristianos y cuantos musulmanes?
¿Cuantos muslimes mueren a causa de bombas cristianas y cuantos muertos por causa del Islam?
Esto de la cultura violenta es muy relativo, siempre había muertos en nombre del correspondientes dios(ses), pero el cristianismo se llevó la palma con distancia, desde las crusadas, la guerra de los 30 años hasta Ruanda y la IRA.
El cristianismo tiene muchísimo que callar, eso es cierto. Que han cometido, en épocas en las que estaban en el poder, crímenes contra la humanidad, es un hecho. Que han callado y ocultado delitos, lo vemos todos los días, bebés robados, abusos sexuales y ocultamiento de los mismos...
Yo siento un gran respeto por aquellos que creen en una religión, siempre esa religión sea respetuosa con los derechos humanos. Yo no creo en ningún dios, pero los creyentes, tienen derecho a elegir por si mismos si creen o no, la constitución blinda la libertad de culto, es algo que defiendo en todas sus vertientes, tanto en el derecho a rendir culto como en el derecho a no rendirlo a ninguna fe.
Otra cosa son las instituciones religiosas, esas me causan la más profunda aprensión y desconfianza, más cuando se mezclan con el Estado.
Evidentemente, cada uno es libre de creer y practicar lo que le plazca, pero no tiene derecho de imponer a su creencias a los demás. Esto es el punto donde me rechina el asunto. Pensando sólo en el lío para retirar los crucifijos de administraciones públicas en España, estos meapilas que andan con autobuses y aviones por el pais y delante colegio, exigiendo a todos su moralina retrogrado, de 300.000 niños de "malas madres" solteras, robados y vendidos hasta muy avanzado de los años 90, caso por donde se pasa muy de puntillas....Si la igleia evidentemente debería estar muy calladito. i fuera creyente, a mi por lo meno me daría mucha verguenza de pertenecer a este club y desde luego no consideraría esta secta como superior a otros.
¿Cuantos de los países que han practicado un imperialismo brutal en toda la historia y causado los mayores guerras han sido cristianos y cuantos musulmanes?
¿Cuantos muslimes mueren a causa de bombas cristianas y cuantos muertos por causa del Islam?
Esto de la cultura violenta es muy relativo, siempre había muertos en nombre del correspondientes dios(ses), pero el cristianismo se llevó la palma con distancia, desde las crusadas, la guerra de los 30 años hasta Ruanda y la IRA.
El cristianismo tiene muchísimo que callar, eso es cierto. Que han cometido, en épocas en las que estaban en el poder, crímenes contra la humanidad, es un hecho. Que han callado y ocultado delitos, lo vemos todos los días, bebés robados, abusos sexuales y ocultamiento de los mismos...
Yo siento un gran respeto por aquellos que creen en una religión, siempre esa religión sea respetuosa con los derechos humanos. Yo no creo en ningún dios, pero los creyentes, tienen derecho a elegir por si mismos si creen o no, la constitución blinda la libertad de culto, es algo que defiendo en todas sus vertientes, tanto en el derecho a rendir culto como en el derecho a no rendirlo a ninguna fe.
Otra cosa son las instituciones religiosas, esas me causan la más profunda aprensión y desconfianza, más cuando se mezclan con el Estado.
Evidentemente, cada uno es libre de creer y practicar lo que le plazca, pero no tiene derecho de imponer a su creencias a los demás. Esto es el punto donde me rechina el asunto. Pensando sólo en el lío para retirar los crucifijos de administraciones públicas en España, estos meapilas que andan con autobuses y aviones por el pais y delante colegio, exigiendo a todos su moralina retrogrado, de 300.000 niños de "malas madres" solteras, robados y vendidos hasta muy avanzado de los años 90, caso por donde se pasa muy de puntillas....Si la igleia evidentemente debería estar muy calladito. i fuera creyente, a mi por lo meno me daría mucha verguenza de pertenecer a este club y desde luego no consideraría esta secta como superior a otros.
¿Y quién te "impone" a ti nada? ¿Quien te "exige"? ¿Llamas meapilas a alguien mientras tu babeas por restringir la libertad de opinión y expresión? Anda y vete a vivir a los Emiratos una temporada, y luego vienes aquí a hablarnos de imposiciones...
Por mi cada uno puede tener u opinión o/y credo, no va contra esto, lo que no es admisible que esta gente antes mencionada nos da la lata con su "Niño penis y niña vágina" bus y avión hasta delante un colegio, o que hostian una enfermera delante una clínica donde se practican abortos. De insultar a homosexuales o transexuales como "pobres enfermos" negándoles los mismos derechos constitucionales.
De ver las miras beneplacitas del cura con niños costaleros y penitentes ensayando para la Semana Santa, metiéndoles ya desde pequeño sumisión y sentimientos de culpa.....Del dinero público que reciben, exentos de impuestos (aparte del crucecita en la declaración) en un estado supuestamente aconfesional no hablo ya. Nací en el 53, y de esta época tampoco.
Lo siento, a ESTO respeto ninguno, a los que creen en su casita sin meterse con nadie todo, es su problema Pero decir catolicismo bueno, islam malo es una magufada
Te has parado a pensar que igual que hay unos imponiendo un "los niños tienen pene y las niñas vagina" (extremista afirmación sin duda), también hay otros enfrente imponiendo un "el género es una construcción social"?
Por mi cada uno puede tener u opinión o/y credo, no va contra esto, lo que no es admisible que esta gente antes mencionada nos da la lata con su "Niño penis y niña vágina" bus y avión hasta delante un colegio, o que hostian una enfermera delante una clínica donde se practican abortos. De insultar a homosexuales o transexuales como "pobres enfermos" negándoles los mismos derechos constitucionales.
De ver las miras beneplacitas del cura con niños costaleros y penitentes ensayando para la Semana Santa, metiéndoles ya desde pequeño sumisión y sentimientos de culpa.....Del dinero público que reciben, exentos de impuestos (aparte del crucecita en la declaración) en un estado supuestamente aconfesional no hablo ya. Nací en el 53, y de esta época tampoco.
Lo siento, a ESTO respeto ninguno, a los que creen en su casita sin meterse con nadie todo, es su problema Pero decir catolicismo bueno, islam malo es una magufada
Y tu das la murga con tus soflamas antiimperialistas, anticristianas y pro-islam, y ya ves tu...
Pero oye, te voy a contar un secreto... A mi nadie me obligó a ser monaguillo, ni a salir en semana santa, ni el cura de mi parroquia me miró "complaciente", ni me culpabilizó de nada ,(al contrario, me enseñó a estar orgulloso de mi mismo y a ser mejor persona), ni me dijo que los homosexuales no deberían tener derechos... Tampoco conozco a ningún religioso que vaya a pegar a enfermeras, ni conozco a ningún transexual que no tenga los mismos derechos que yo (mentira, tienen más). No sé en qué coño de mundo vives tu, pero a mi el catolicismo no me ha impuesto NADA, y solo me ha enseñado cosas buenas. Y si el mensaje del autobús de HazteOir no me gusta, miro hacia otro lado y listos, lo mismo que hago cuando veo un cartel que me llama machista y violador en potencia por el hecho de haber nacido hombre.
Que poco ha tardado en asomar la patita el "progresista" que callaría la boca a todo el que no piensa como el y orienta su vida a luchar contra un enemigo que no existe pero viene bien para justificar imposiciones y dogmas mientras mira hacia otro lado en cosas mil veces peores, no vaya a ser que le llamen racista y se desmonte su castillito de superioridad moral...
Sinceramente, espero no llegar a tu edad con la amalgama de traumas que pareces arrastrar...
De nuevo, la practica totalidad de los españoles es católico y practican su credo con mayor o menor fervor, o no en absoluto. Nada en contra, pero no sólo en el islam existen talibanes y mi ejemplo iba de estos, como creo deje claro con las correspondientes mayúsculas.
De nuevo, la practica totalidad de los españoles es católico y practican su credo con mayor o menor fervor, o no en absoluto. Nada en contra, pero no sólo en el islam existen talibanes y mi ejemplo iba de estos, como creo deje claro con las correspondientes mayúsculas.
Vivo en el sur de España, donde ciertamente hay una buena parte de la población que procede de paóses musulmanes. Practican con más o menos fervor su credo o tampoco, algunas mujeres con pañuelo y otras no. Problemas ninguno, ni con robo y tampoco con violencias por su parte, así como son el 99% de los muslimes que viven en España. Cometemos el error de relacionar el Islam ya de entrada con violencia, por las noticias en los medios sobre grupos de fanáticos o algún idiota que con un alhua akbar empotra una furgo en una multitud o se inmola en nombre de su dios.
Pero en los medio se olvida en muchas ocasiones la atrocidades que cometen cristianos en nombre de su dios, igualmente fanatizados por una interpretación literal de la biblia.
Es por esto porqué rechazo las religiones, todas ellas y sobre todo si van junto con un clero, en el peor caso con una jerarquía, que ejerce una dictadura sobre una supuesta moral, que en el caso del cristianismo ni siquiera procede de nuestra cultura.
En el islam, como dije anteriormente, existen tantas escuelas como en el critianismo, la forma más ortodoxa es el wahabismo, que en Arabia Saudí es practicada en una teocracia férrea, donde se cumple de forma literal y a rajatabla las escrituras, que son legislativas.
Es de éte ámbito de donde salieron AlQaeda y otros, que ponen en la actualidad la población musulman contra la pared, que rechazan igualmente etas barbaridades que nada tienen que ver con lo que dijo su profeta.
No hace falta mucha fantasía para imaginarse una España en una teocrácia y la Biblia como libro de leyes, interpretado por los mandatarios de forma literal.
No se puede decir que una religión ea más avanzada que otra, ninguna lo es, depende de las personas, lideres y circunstancias que avanzan, pero no la religión en si, que en todo caso es arcáico e inamovible desde hace milenios. Ni la biblia y tampoco el corán han cambiado su contenido, la tora menos todavía y esto es el peligro inherente a las religiones. Depende únicamente de la sociedad de avanzar y evolucionar y para esto la religión es más bien un obstáculo
Pero en los medio se olvida en muchas ocasiones la atrocidades que cometen cristianos en nombre de su dios, igualmente fanatizados por una interpretación literal de la biblia.
Vivo en el sur de España, donde ciertamente hay una buena parte de la población que procede de paóses musulmanes. Practican con más o menos fervor su credo o tampoco, algunas mujeres con pañuelo y otras no. Problemas ninguno, ni con robo y tampoco con violencias por su parte, así como son el 99% de los muslimes que viven en España
“Tú, Hirsi Alí, caerás.” La amenaza apareció clavada con un cuchillo de carnicero en el pecho de Theo van Gogh una mañana de noviembre de 2004. El asesino utilizó el otro –llevaba dos– para degollarla después de haberle disparado varias veces.
Van Gogh había filmado un cortometraje –Submission– que denunciaba la situación de las mujeres musulmanas. El guión era de Ayaan Hirsi Alí, una diputada holandesa nacida en Somalia que había hecho pública su apostasía del islam. Después de aquello, Hirsi Alí tuvo que acostumbrarse a vivir permanentemente con protección policial. Escribió un primer libro –Yo acuso(2006)–, una recopilación de ensayos que reivindicaban los valores de Occidente y pedían una crítica ilustrada para el islam. Eso fue antes de que se desatara el escándalo en torno a su ciudadanía que haría caer al gobierno, antes de que renunciara a su escaño y antes de que se marchara a Estados Unidos. Ahora ha publicado su autobiografía –Infiel–, un libro fascinante que permite –privilegio nada usual– asistir a la construcción cabal de un pensamiento crítico.
En Somalia, la joven Ayaan, educada en los principios del islam, había llegado a frecuentar a los Hermanos Musulmanes. Eran los tiempos en que formaba parte de “la fuerza de choque de Dios” contra una maligna cruzada mundial orquestada por los judíos y el Occidente ateo. Aprendió entonces que Alá le pedía sumisión total: “Nunca levantes tus ojos, ni siquiera en tu mente.” Ocurre, sin embargo, que Hirsi Alí es una de esas personas con una obstinada preferencia constitucional por lo verdadero: su fe estuvo siempre entretejida con la noble sustancia de la duda.
Un día la casualidad la llevó a Holanda, tratando de esquivar el matrimonio concertado por su padre. Holanda era el país de la tolerancia, y era además un país donde los autobuses y los relojes funcionaban a la perfección a pesar de las piernas desnudas y de los brazos al aire de las chicas. Quería una vida propia, y descubrió que el Estado de derecho se la podía ofrecer. Tuvo que asumir el precio, claro está: la soledad, la renuncia a la familia. Dejaría de ser Ayaan Hirsi Magan, del gran clan de los Darod, una Harti, una Osman Mahamud del linaje de la Espalda Más Alta. En adelante, sería simplemente Ayaan Hirsi Alí, ciudadana holandesa.
Estudió ciencias políticas, leyó a los pensadores occidentales y empezó a vislumbrar el camino: “Había que atenerse a los hechos; los hechos son una hermosa idea. Se hablaba de método y razón. No había espacio para las emociones y las actitudes irracionales.” Los hechos. Por entonces, la ciudadana Hirsi Alí no sospechaba que aferrarse a los hechos le iba a llevar a enfrentarse con algo más que el islam. La tendencia a no creer en la existencia de una verdad objetiva le parecía ya a Orwell uno de los grandes males de su época. Pero no es probable, ya digo, que para entonces Hirsi Alí estuviera al corriente de las ligerezas del relativismo.
Durante mucho tiempo se limitó a absorber los hechos y a ponerlo todo en tela de juicio. El atentado contra las Torres Gemelas la encontró así, con la mente en construcción. Las reacciones complacientes de “analistas estúpidos hasta la exageración” que culpaban veladamente a Occidente la sacudieron como a una estera. Para cuando todo aquello acabó, las ideas y los hechos habían empezado a encajar. Había estado buscando certezas, y ya tenía algunas. Entre ellas, que lo ocurrido “no tenía nada que ver con la frustración. Tenía que ver con la fe”.
Dos años después llegaba al Parlamento holandés con la causa de las mujeres musulmanas bajo el brazo. Era una causa noble y el mundo entero la aplaudió. Pero Hirsi Alí había aprendido bien las lecciones de los pensadores de la ilustración, de Russell, de Popper, y debajo del brazo traía también el escándalo: se oponía a la política de integración basada en los valores del multiculturalismo. Entendía que perpetuaba una cultura oscurantista en nombre de la compasión.
La izquierda biempensante ha digerido mal algunos momentos de la historia europea –el descubrimiento de América, el colonialismo, el holocausto judío–, así que ha dado en culpar a Occidente y en convertir en víctima al islam. Eso explica que regurgite manifestaciones de comprensión de la violencia y que haya encontrado un digestivo en el discurso multicultural: la norma tácita es la igualdad de valor moral en todos los frentes –lo contrario supondría establecer jerarquías, y Dios nos libre de las jerarquías. Se consagra la diferencia sin más como incomparablemente valiosa, y se olvida que muchas diferencias tienen su origen en prejuicios ancestrales. A cambio, se ensalza la tolerancia y se proclama que todas las opiniones son respetables, sin advertir que en la renuncia a juzgar se enmascara la indiferencia y la cobardía. Hirsi Alí supo ver que hay en el fondo de esta actitud complaciente una entraña conservadora, y que la compasión misma es una suerte de racismo.
Así las cosas, esa izquierda bienpensante sólo tenía dos opciones ante el caso Hirsi Alí: o declararla una excepción o desacreditarla. Ha intentado las dos cosas. Hace mucho que la izquierda vive instalada en el autoengaño, y es sabido que es una ley elemental del autoengaño considerar como una excepción lo que contradice nuestras expectativas. Una vez reconocido que la lucha por los derechos de la mujer musulmana es la lucha de todos –faltaría más–, vino el consabido pero: no ha tenido en cuenta que la realidad del islam es multiforme y se limita a repetir estereotipos que sólo se justifican por su vivencia personal, por supuesto muy respetable. El problema es que Hirsi Alí maneja hechos: el resultado de las políticas de integración multiculturalistas es que los inmigrantes viven aparte, estudian aparte, se relacionan aparte, que son muchos los violentos y muchos los que viven de la asistencia social. No importa. Para los defensores del relativismo, la verdad de los hechos resulta difícil de soportar, de manera que se esfuerzan por negarlos con el noble propósito de no alimentar el racismo. ¿Mienten, pues? No exactamente. Más que de mentiras –ni siquiera se puede contar con una vileza consistente–, se trata de pura palabrería. Bullshit, vamos.
Quienes pretenden desacreditar a Hirsi Alí la acusan de atacar directamente al Profeta. Lo cierto es que el día que se miró al espejo y fue capaz de decirse “No creo en Dios”, Hirsi Alí dio la última vuelta de tuerca a su reinvención: más allá de las dudas sobre la verdadera enseñanza de Alá, había afrontado –para decirlo con Saramago– “el factor dios”. Su crítica a Mahoma resultó para muchos ofensiva, blasfema, irresponsable cuando menos. Y hay un paso muy pequeño de estas acusaciones a las de islamofobia y racismo. El fascismo va de soi se desprende por sí mismo como una fruta madura: que se lo digan a los cadáveres de Theo van Gogh y de Pim Fortuyn.
Islamofobia. El filósofo francés Pascal Bruckner ha señalado con agudeza lo confuso del término: mezcla hábilmente los conceptos de raza y religión, de manera que permite abortar cualquier debate de ideas al confundirlo con el combate antirracista. El mismo Bruckner ha salido al paso del más reciente intento de descrédito: el escritor holandés Ian Buruma y el periodista británico Timothy Garton Ash han calificado a Hirsi Alí de “fundamentalista de la Ilustración”. Con todos sus respetos, naturalmente. Bruckner ha desenmascarado la burda maniobra de acusar a quienes se rebelan contra la barbarie de ser unos bárbaros ellos mismos. Es la táctica de la equivalencia: el adjetivo –fundamentalista– coloca al fanatismo islámico en pie de igualdad con la lucha por los principios racionales. Nada nuevo. Otra vez la equidistancia, otra vez esa renuncia al juicio moral que Hannah Arendt señalaba en el origen de la banalidad del mal.
Bruckner no es el único que habla de una forma sutil de desdén, del desprecio que abriga esta tolerancia al asumir que ciertas comunidades son incapaces de modernizarse. Unos meses antes de que la ex diputada se refiriera a ello en su libro –“No nos nieguen el derecho a tener también nuestro Voltaire”–, el filósofo esloveno Slavoj Zizek escribía: “¿Qué ocurriría si sometiéramos al islamismo, junto con todas las demás religiones, a un análisis crítico, respetuoso pero, por esta misma razón, no menos implacable? Éste, y sólo éste, es el medio de mostrar un respeto auténtico por los musulmanes: tratarlos seriamente como adultos responsables de sus creencias.” Antes de eso, sin embargo, será preciso llegar a la sala de máquinas de la conciencia culpable de Occidente y recuperar el rumbo hacia una ética ilustrada por la que Hirsi Alí preferiría no tener que morir.
Para nosotros, los descreídos de Rousseau, que nos lamentamos de vez en cuando con Nietzsche y como él nos conformamos con una mirada, “una sola mirada a un hombre que justifique a el hombre”, Hirsi Alí es, con su prodigioso proceso de autoconstrucción, ese caso afortunado en razón del cual nos parece lícito conservar la fe en el género humano.
No, no lo son, estos colectivos de fanáticos siempre había en todas las religiones, lo que causamos con nuestras intervenciones económicos, políticos y militares era que cobraron la fuerza que actualmente tienen en el mundo musulmán. Bien nos servían los talibanes al principio para nuestros fines (vea guerra de Afghanistan).Culpar al otro siempre que no sea musulmán, cuidado no te confundas. Estos son inocentes siempre. La culpa es nuestra que solo nos fijamos en sus radicalismos minoritarios (y originados por occidente, tampoco podemos olvidarlo).
Zerg, posiblemente coincida contigo al 90% políticamente pero no se puede comparar a los países muslims actuales con teóricos paises cristianos que vivan bajo un sistema teocrático porque no existen.
No somos menos progresistas por cagarnos en terroristas suicidas que creen en gilipolleces y eso no significa que se odie a los muslims pero tampoco dejar que metan su religión e ideas medievales como "ley" en nuestros países. Y creo que este hilo está tan mezclado con el de los musulmanes que ya no sé ni lo que leo, sólo falta Vox y los indepes para que sea como todos