Todos los motivos del arrebato de Abelardo
Pablo García CuervoGijónComentarios7 Compartido 29
Marca.com | Actualizado 04/03/2016 02:01 CET
Soltó después de una incubación de muchos meses todo lo que llevaba dentro. Abelardo no tolera más episodios como el de Los Cármenes. Su puñetazo encima de la mesa después de una comparecencia de tres minutos que va a pasar a la historia del Sporting, simbolizó la irritación de un entrenador que se ve solo contra el mundo.
Abelardo ha pasado al ataque para defender al club como nadie lo había hecho durante años. Se apeó el discurso victimista de los guajes y las limitaciones para denunciar lo que considera una falta de respeto reiterada a una institución centenaria.
Abelardo está harto de que nadie en el club tenga peso de levantar la voz en la Liga, en la Federación o en el Comité Técnico de Árbitros. Los aficionados están desamparados ante la gestión sumisa la entidad, que no tiene la talla política mínima necesaria para defender al club en las altas instituciones.
El mensaje de Abelardo va más allá del cabreo inmediato que supone la derrota ante un rival directo con la pérdida consiguiente del golaveraje. Abelardo estalló porque el club no peleó el pasado verano las limitaciones que impuso la Liga a pesar de conocer que jurídicamente eran más que discutibles. Estalló porque si no llega a ascender al Sporting, hoy el equipo estaría jugando en Segunda B.
Estalló porque el club le ha dado el poder a un director deportivo con el que no tiene feeling. Estalló porque el Málaga ha firmado a Jony y el club no es capaz de renovar a Luis Hernández. Estalló porque han dejado morir lenta y dulcemente al Sporting durante años. Estalló porque él jugó en Europa con el Sporting y todo son trabas por la permanencia. Estalló porque en los mandos de dirección no hay gente de fútbol. Estalló porque a este Sporting ya no lo respeta nadie. Este es el Abelardo que necesita el Sporting. Con él estallaron muchos sportinguistas, hartos de todo desde hace mucho tiempo.