El artículo 128.1 del Código de Consumo de Cataluña establece que los consumidores tienen derecho a recibir en catalán “las informaciones necesarias para el consumo, uso y manejo adecuados de los bienes y servicios […] y, especialmente, los datos obligatorios relacionados directamente con la salvaguardia de la salud y la seguridad”.
Según ha sabido El Confidencial Digital, este argumento está siendo utilizado en las últimas semanas por varias organizaciones catalanistas, entre las que destaca la Plataforma per la Llengua, para presionar a Coca Cola bajo la acusación de incumplir la normativa.
Desde la Generalitat
También desde el entorno de la Generalitat se ha producido alguna advertencia a la compañía sobre el uso del catalán. ECD se ha puesto en contacto con un portavoz oficial del Govern, pero al cierre de esta edición no había ofrecido ninguna información.
La ofensiva no va solo contra la multinacional de refrescos estadounidense. También está afectando a otras compañías, nacionales y extranjeras, con sede en Barcelona.
Fuentes empresariales catalanas revelan que otras marcas muy conocidas, como Danone, Nestlé y Leche Pascual, también están recibiendo desde hace varios meses presiones para que rotulen en catalán.
La más agresiva
Las fuentes a las que ha tenido acceso este confidencial explican que la campaña contra Coca Cola está siendo la más agresiva.
Las plataformas catalanistas se apoyan en la nueva promoción que ha lanzado este mes de octubre, que incluye en las latas algunos de los nombres propios más comunes de España. Nombres también en catalán.
Concretamente, en la iniciativa aparecen algunos nombres típicos en Cataluña, como Jordi, Anna, Montserrat, Josep… , como un “guiño y acercamiento a los consumidores de esa región con esos nombres”, explica a El Confidencial Digital un portavoz de Coca Cola España.
España es un mercado único
El hecho de que se haya decidido apostar por incluir nombres en catalán no se va a extender al resto de la información que contienen las latas (ingredientes, composición, etc...).
Las fuentes de Coca Cola España consultadas por ECD confirman que la compañía no tiene ninguna intención de traducir su etiquetado al catalán.
El argumento de la multinacional, frente a las presiones políticas que está recibiendo, es contundente. Responde que en España es un mercado único, y que la rotulación en castellano, el idioma oficial del país, sirve para todos los consumidores en cualquier territorio del Estado español.
La normativa de la UE
En la multinacional se apoyan también en una normativa europea, de mayor rango por tanto que el código catalán citado, para eludir las presiones.
El argumento es que dentro de Europa, en productos de alimentación sólo se puede imponer el etiquetaje en alguna de las lenguas oficiales de la UE. Y el catalán, de momento, no lo es.