Estoy de acuerdo. La juventud de ahora (y no tan joven) vive en una distracción continua, en un mundo rápido y efímero, con pocas oportunidades y placer rápido. Y esto es culpa principalmente de las redes sociales y de los malditos cacharros a los que están enganchados, y de que los padres pasan de ellos.
Yo todo el problema de la educación lo veo en los padres, no en los políticos. El respeto, la capacidad critica, la curiosidad, el raciocinio, la admiración por los mayores, todo esta parte de la educación lo hemos delegado en el colegio, y es una barbaridad. Luego nos quejamos porque nos devuelven zombies. La responsabilidad de la educación siempre es de los padres, no podemos culpar al resto sino a nosotros mismos.
De ahi radica nuestra falta de voluntad, lo más importante en la elaboración de un ser humano se deja a terceros, y se culpa a unos cuartos o quintos.
Eso es cierto, tanto lo de la sobre-estimulación de las maquinitas (habrá que ver el día de mañana el efecto que esto causa en cabezas en proceso de formación) como lo otro. Pero es una pescadilla que se muerde la cola, empezamos y no sé donde acabamos, ¿eh?

Vivimos en una sociedad donde, para que una casa con niños funcione, se necesitan por lo menos dos sueldos. Lo que significa que hay menos tiempo para dedicar a los hijos, porque ambos progenitores trabajan. Se acaba delegando, en los abuelos, en el comedor del cole, en lo que sea. Y eso tampoco es culpa de los padres. Es el modelo que tenemos. A no ser que seas funcionario, o un ejecutivo del IBEX, o un político de nivel, ves a tus hijos lo que puedes, no lo que quieres.
Se supone que hay una cosa llamada conciliación de la vida familiar y laboral, pero como empleado de una empresa lo vi poco, y ahora como autónomo, directamente, no sé si eso es un pescado de cuchillo y tenedor, o una sopa de cuchara. Al final, lo básico es lo básico, que es pagar la hipoteca y comer.