Ahí tenemos como ejemplo a la vacuna rusa y a la china. Grandes ejemplos de los logros que se consiguen cuando el Estado se pone en esos temas.
Curiosamente anteayer cenando con un compañero de trabajo, me contaba que era bioquímico y había estado haciendo el doctorado y postdoctorado en Noruega y en USA. Luego ya en España estuvo trabajando aquí varios años precisamente en investigación con fondos públicos en el ámbito universitario.
Para hacer la historia corta: acabó harto de dedicar un montón de horas (no tenía apenas vida) a tareas que nada tenían que ver con su trabajo. Se tenía que buscar la vida buscando las enzimas que necesitaba en diferentes webs, solicitando varios presupuestos para ahorrar pocos euros de aquí y allá, rellenando formularios de autorización de compra... y así varios años.
Me decía que en USA, haciendo el mismo tipo de trabajo, le decían que comprara directamente la que él considerara que era la necesaria, que no perdiera su valioso tiempo en esas nimiedades, que lo que tenía que hacer era investigar.
Sí, en un mundo ideal las cosas deberían ser de otra forma, empezando por políticos honestos y eficaces, pero la eficacia es algo que jamás se le exige a un político.
Por desgracia es algo que he vivido. Fui alumno colaborador en un departamento de mi universidad, y me encargaron de llevar al completo un laboratorio de CAD/CAM. Me pasé más de un año de planificación, papeleo absurdo y reuniones que no iban a ninguna parte. Me pidieron mil presupuestos de equipamiento que al funcivago de turno nunca le parecían bien, siempre me pedían recortar al 50%. Antes de irme de vacaciones, expresé mi descontento. Al volver, tenía un montón de cajas en la sala, de material que no tenía nada que ver con lo solicitado, una estación de trabajo Silicon Graphics totalmente inadecuada pero molona, y un coste que cuadruplicaba lo que había pedido.
Haciendo de tripas corazón, nos pusimos a poner todo eso en funcionamiento, o mejor dicho, adaptándolo a martillazos a lo que necesitábamos, pero obramos el milagro. Conseguimos una simulación de óptica que para esa época parecía ciencia-ficción, montamos una fresadora de control numérico que hacía lo que le pedías (que ahora te ries, pero en esa época era algo impensable), y una estructura de fibra óptica (¡FIBRA ÓPTICA!) que lo intercomunicaba todo. Hasta una impresora 3D de resina, en esos años. Allá por el pleistoceno, antes de que hagáis el chiste.
Obviamente, el único que sabía como funcionaba ese carajal y como sacarle partido, era yo. Y vive Dios que se lo saqué (el partido).
Pero hete aquí que la burrocracia universitaria dice que solo puedes estar de alumno colaborador dos años, y además, ese departamento, con el que el rector se había quedado alucinado y era puntero en España, se había oficializado e iban a sacar sus plazas correspondientes. Con lo que el paso lógico siguiente, era darme a mi una de esas plazas para que siguiera con el trabajo realizado. Insisto, NADIE podía poner eso en marcha y sacarle partido más que yo.
Tampoco era tan ingénuo como para pensar que esa plaza me la iban a dar a dedo (cosa que creo que acabó pasando, pero no conmigo, pero en esa época era un tierno efebo soñador). Creía que ese duro trabajo tendría recompensa en forma de puntos a mi favor. Que cojones, si es que me NECESITABAN.
Pues no. Que me presentase a la plaza... como cualquier otro. Y claro, un profe de psicología clínica o un bedel, ya tenían muchos más puntos que yo, que entraba como si dijéramos "de la calle". Les dije que ellos verían, que no iba a presentarme, y no movieron un dedo para retenerme.
A las pocas semanas, me llamó el catedrático. Que si me podía "pasar por allí", para enseñarle un poco a "la gente nueva" como funcionaba eso, establecer los objetivos, poner en marcha los sistemas... Educadamente, lo mandé a pastar, y hasta hoy.
En resumen, se gastaron casi setenta millones de las antiguas pesetas en montar algo que luego, por temas burocráticos y por pensar con los pies, se les fue al traste. Hace unos años pasé por allí, y un antiguo compañero que ahora es profe me enseñó las máquinas. Llenas de polvo en un almacén.
Así funcionan aquí las cosas.