El borrador del Ejecutivo plantea aperturas a partir del 12 de mayo, con estrictas medidas de seguridad dependiendo del comercio (mamparas, mascarillas, aforos limitados…). Los técnicos y expertos del Gobierno debaten sobre si ampliar la apertura a los centros comerciales y grandes superficies
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El Gobierno trabaja para intentar
permitir a los comercios reabrir a partir de la segunda semana de mayo. La fecha que el Ejecutivo tiene sobre la mesa de momento es el
12 de mayo, aunque son estimaciones, porque, según explican fuentes del Ejecutivo, el equipo de
Pedro Sánchez que se encarga de la
“desescalada” quiere medir al milímetro sus pasos.
“Ninguna tienda puede aguantar más de dos meses cerrada”, es una reflexión que comparten varias fuentes gubernamentales consultadas por
Vozpópuli. De ahí la intención de avanzar en su reapertura de la manera más segura posible. El proyecto que se debate en el Ejecutivo es intentar homogeneizar al máximo las aperturas. Es decir, permitir a todos los establecimientos comerciales pequeños y medianos reabrir sus puertas desde la fecha mencionada del 12 de mayo, pero exigiendo a sus dueños el cumplimiento de algunas normas de seguridad. Por ejemplo,
limitar el aforo a los clientes en función del tamaño del establecimiento. O en el caso de los restaurantes, comprar
mamparas de plástico para dividir a los clientes, obligatoriedad de usar mascarillas y reducir el número de mesas.
Aunque todo sigue en evaluación constante (los datos con los que trabajan los técnicos cambian casi cada día, y hacer previsiones resulta enormemente difícil), la esperanza del Ejecutivo es que la economía de barrio vuelva a funcionar.
“Desde la tienda de bombillas hasta la de calzado y ferretería”, avanza una fuente conocedora de dicha estrategia. Sobre la mesa, no obstante, queda una duda. Atañe a las llamadas
grandes superficies y centros comerciales. Por tamaño y número de clientes, pueden convertirse en un problema aún mayor que las tiendas pequeñas. En ese ámbito hay debate.
Una opción consiste en empezar abriendo los comercios más reducidos y gradualmente el resto, en función del tamaño. Otra posibilidad prevé la apertura generalizada con medidas estrictas de seguridad.
De tal manera que, si la visión más aperturista plantea una desescalada homogénea y generalizada, la otra, más prudente, quiere evitar aglomeraciones, colas en las cajas y aparcamientos llenos en los centros comerciales, y se decanta por una
reactivación modulada y segmentada por zonas territoriales y tipología de la tienda.
Canarias, por ejemplo, pedirá el próximo domingo a Sánchez adelantarse y reabrir las tiendas pequeñas en la última semana de abril, y los centros comerciales en la primera de mayo.
En lo que sí coinciden ambas corrientes es en la necesidad de volver a encender el motor de la economía del país. La industria ha vuelto, así como lo ha hecho parcialmente la construcción. Los primeros datos son positivos. Esta semana el Estado ha colocado una
venta récord de bonos del Tesoro (15.000 millones de euros), con incluso un exceso de demanda.