Ayer bajé a hacer la compra y me sorprendió ver tanta gente por la calle. Niños jugando, adolescentes paseando, abuelitos sentados en los bancos, pequeños grupos de charleta... Eso sí, grupos pequeños y más o menos respetando las distancias, pero salvo por el hecho de que la mayoría de los comercios siguen cerrados y que mucha gente va con mascarilla casi parecía un día normal y corriente pre-confinamiento.
yo veo mucho amarillismo estos días en ciertas informaciones, interesa más mostrar las aglomeraciones, que son la excepción, a la sensatez, que es la regla.