@deimos para nada cuesta lo mismo el Model 3. El MG te lo puedes llevar por menos de 20.000€. Si te vas a otros acabados puede que se acerque.
Vale, he configurado uno y me sale por 28,5K (si respetan la oferta, que doy por hecho que sí). Por lo visto ahora hay una campaña con la que tienes más de 3000 pavos en descuentos. El tema es que no dicen cuanto cobran por la entrega y la matriculación, ojo con eso porque en el precio de Tesla sí viene incluido.

Pero vamos, que siendo así, está bien. :ok

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"If you look at vacuum cleaners, they found a better solution.”

:lol


Los cables de carga me parecen un engendro, y ver automóviles que valen decenas de miles de euros con un cable ridículo colgando mientras cargan en un punto de recarga sencillo, es un esperpento.

La tecnología ya existe, y espero que en el futuro veamos que la recarga inalámbrica es una realidad.




:ok :ok :ok
 
Última edición:
La tecnología ya existe, y espero que en el futuro veamos que la recarga inalámbrica es una realidad.

¿No se pierden un montón de electrones por el camino con este tipo de carga?
Tenía entendido que era un porcentaje muy bestia el que se iba en calor.
 
Los cables de carga me parecen un engendro, y ver automóviles que valen decenas de miles de euros con un cable ridículo colgando mientras cargan en un punto de recarga sencillo, es un esperpento.

La tecnología ya existe, y espero que en el futuro veamos que la recarga inalámbrica es una realidad.
Como usuario habitual de un eléctrico, nunca he sentido que el cable fuera un hándicap o incluso que quedara mal. Todo lo contrario.

Supongo que la carga inalámbrica puede ser un pelín más cómoda siempre que haya asistencias para que, la acción de colocar el vehículo exactamente en el sitio, no sea más difícil que descolgar y enchufar una manguera. Pero puesto es perspectiva, no veo que la carga inalámbrica sea lo que vaya a marcar la diferencia.

Resuelto el tema de la eficiencia respecto al cable (según aseguran), se me ocurren dos posibles inconvenientes:
- El calor adicional durante la carga que a priori no sería muy bueno para las baterías.
- Un mayor coste a la hora de instalar puntos de recarga y posiblemente un incremento en el coste de producción del vehículo.
 
Los cables de carga me parecen un engendro, y ver automóviles que valen decenas de miles de euros con un cable ridículo colgando mientras cargan en un punto de recarga sencillo, es un esperpento.

La tecnología ya existe, y espero que en el futuro veamos que la recarga inalámbrica es una realidad.




:ok :ok :ok

Obvio que estaría mejor inalámbrica y mejor aún recarga mientras conduces en carretera sin tener que parar. Pero la manguera ya la usas para cargar gasolina. Combustión y electros usan cable. No entiendo que el cable del eléctrico cause asombro. Y la inmensa mayoría de cargadores usan cable propio. El uso de tu propio cable es circunstancial.
 
Pues según @krell4u, está de acuerdo en que a un 90% sí le encaja. :juas


Tengo pruebas, no me obligues a sacarlas. :diablillo
No recuerdo donde dije lo del 90%, pero supongo que me refería a que para desplazamientos habituales (trabajo, fin de semana, etc...) que son la mayoría de desplazamientos...pues un eléctrico cumple y sobra. Creo que siempre he defendido eso.

Pero claro, en el momento en que uno o dos desplazamientos al año están condicionados a la planificación, recarga, etc...pues habrá muchos usuarios (dentro de ese 90%) que digan...pues no lo quiero. Aunque solo hagan un desplazamiento al año de 600 km.

Ahí también está el handicap. La polivalencia.

Luego diréis que para eso...alquilar el coche en ese desplazamiento, pero creo que esa cultura no está arraigada y tampoco es que la gente vaya sobrada de pasta y tiempo para estas gestiones / menesteres.
 
Esto de la capacidad lo vas a tener que explicar mejor. Es una de esas frases que pueden quedar para la posteridad. :juas

¿Son capaces de mantener la producción actual y asumir la de un nuevo coche que podría ser superventas? Yo diría que no, de lo contrario están perdiendo dinero a paladas. Que había más gente en el concesionario de MG mirando coches que lo que he visto nunca en BMW o Audi, que está enfrente y siempre parece un páramo.

Encontré en el concesionario a un ex vendedor de Mini. Me decía que era tremendo, el mejor mes vendían 3 ó 4. Ojo, esos 4 coches generaban al concesionario más que 20 MG, pero es que no tenían nada que hacer en todo el día. Y eso que se cambió justo antes de los modelos nuevos. De estos últimos creo que se están comiendo los mocos en muchos sitios por el aumento de precio.
 
Pues he ido con mi padre hasta casa de copiloto en el MG4 y no puedo decir nada que no sea positivo para el coche que es. Plásticos blandos en salpicadero, cuero en apoyabrazos del centro y puertas… por autopista un silencio tremendo, me sorprendió que ni los retrovisores generasen ruido, falló bastante común en tantas marcas. Los acabados me han parecido fantásticos. Insisto, no hablamos de un coche de gama alta, al contrario.


El coche lo miraba todo el mundo mientras comimos en nuestra casa. Es muy pintón, en rojo es muy deportivo y se sale de los diseños espantosos de tantas otras marcas. Supongo que eso y el precio influirá bastante en las ventas.

Un coche que se queda en 20.000€, con unos acabados que están muy bien para su gama, con un tamaño ideal para uso interurbano… diría que es sin duda el mejor coche eléctrico en calidad/precio en ese tamaño. Por desgracia no tienen apenas competencia. Se verá en unas semanas pero creo que mis padres han acertado plenamente con la compra. Tiene todo lo necesario para lo que necesita la mayoría de la población.

¿Tienes un Tesla por no demasiado más? Ya, pero es un tanque. Se nos ha ido de las manos el tamaño de los coches y este MG me da que cubre ese espacio mientras nadie se atreva a hacerles competencia.
 
No creo que al precio que lo venden el margen sea bajo. Sin duda no como uno de gama alta, pero bastante mayor que el de los generalistas.
 
No creo que al precio que lo venden el margen sea bajo. Sin duda no como uno de gama alta, pero bastante mayor que el de los generalistas.

Claro, se refería a que con los Mini con vender 3-4 al mes les daba de sobras con lo que timan a la gente el margen que consiguen por cada coche vendido. Pero estar mañana y tarde mirando el Marca era infernal a nivel trabajo, por eso se fue.
 
Más de la mitad de conductores de Tesla que entregan su coche al comprar uno nuevo optan por un coche de gasolina, según este estudio

6 Agosto 2024

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En un panorama automovilístico cada vez más electrificado, hay una tendencia que llama la atención: algunos conductores dan marcha atrás y venden sus coches eléctricos para comprar modelos gasolina. Y más sorprendente aún, esa proporción es elevadísima en los conductores de Tesla. Así, más de la mitad de los Tesla vendidos a un concesionario como parte de la compra de un nuevo modelo en Estados Unidos, lo han sido a cambio de un coche con motor de gasolina. Sólo el 32% optó de nuevo por un coche eléctrico.

Según datos de Edmunds, de enero a julio de 2024 en EEUU, el 51% de los Teslas vendidos se cambiaron por un modelo puramente gasolina y el 32% por un nuevo eléctrico. Si se tienen en cuenta las motorizaciones híbridas, la proporción de dueños de Tesla que vuelve a un coche motor de gasolina asciende al 57%. ¿Qué está pasando?

Recargar un coche eléctrico es un problema para muchos

La proporción es elevada, se mire por donde se mire. Que más de la mitad vuelvan a un coche de gasolina, sea o no híbrido, podría ser incluso preocupante para los fabricantes que tengan coches eléctricos en su gama, por no hablar de Tesla, que es a priori incapaz de retener su clientela.

Aunque esto pueda parecer alarmante, en realidad supone una mejora significativa con respecto a cifras de años anteriores. Según Edmunds, en 2020, un asombroso 76% de los propietarios de Tesla cambiaron sus coches por modelos con motor de combustión interna, y sólo un 9% cambió a otros modelos eléctricos. Afortunadamente para Tesla, estas cifras han disminuido constantemente desde entonces.

En 2019, la friolera del 71% de los Teslas se entregaron o vendieron para comprar coches de gasolina, mientras que el 18% se cambiaron por modelos híbridos. Sólo el 10% se cambiaron entonces por otro modelo eléctrico.

Esta tendencia coincide con los resultados de una reciente estudio de McKinsey & Co., que reveló que tres de cada 10 conductores de coches eléctricos se volverían a comprar un coche de gasolina. Una proporción que sube a cuatro de cada diez en Estados Unidos.

Tradicionalmente, los propietarios de Tesla han mostrado una clara inclinación a abandonar la marca y el segmento de los eléctricos para su siguiente modelo, al menos en Estados Unidos. La razón de este cambio no hay que buscarla tanto en Tesla, como en los condicionantes que implica conducir un eléctrico, especialmente en Estados Unidos.

La proporción de clientes que abandonan el coche eléctrico es menor que hace unos años, lo que podría indicar una mejora en la experiencia de poseer un eléctrico en Norteamérica se está volviendo menos difícil con el paso de los años. Sin embargo, las estadísticas actuales indican que aún son necesarias mejoras significativas para invertir esta tendencia.

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La razón principal de una experiencia decepcionante con el coche eléctrico para muchos se debe a los condicionantes a la hora de recargar. La falta de infraestructuras de carga es tan acuciante en Estados Unidos como en el sur de Europa.

Es algo de que los conductores de Tesla no tienen que preocuparse, en principio gracias a la red de Supercargadores de la marca (posiblemente la última ventaja práctica de un Tesla sobre cualquier otro modelo eléctrico), pero que no les libra de dificultades, incluso a la hora de recargar en casa.

Parte de la explicación hay que buscarla en la red eléctrica que deja mucho que desear en Estados Unidos, como lo ha demostrado la red de Texas en 2022 donde temperaturas de sólo 32ºC llevaron a Tesla a pedir que no se recargaran sus coches en las horas centrales del día.
 
Más de la mitad de conductores de Tesla que entregan su coche al comprar uno nuevo optan por un coche de gasolina, según este estudio

6 Agosto 2024

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En un panorama automovilístico cada vez más electrificado, hay una tendencia que llama la atención: algunos conductores dan marcha atrás y venden sus coches eléctricos para comprar modelos gasolina. Y más sorprendente aún, esa proporción es elevadísima en los conductores de Tesla. Así, más de la mitad de los Tesla vendidos a un concesionario como parte de la compra de un nuevo modelo en Estados Unidos, lo han sido a cambio de un coche con motor de gasolina. Sólo el 32% optó de nuevo por un coche eléctrico.

Según datos de Edmunds, de enero a julio de 2024 en EEUU, el 51% de los Teslas vendidos se cambiaron por un modelo puramente gasolina y el 32% por un nuevo eléctrico. Si se tienen en cuenta las motorizaciones híbridas, la proporción de dueños de Tesla que vuelve a un coche motor de gasolina asciende al 57%. ¿Qué está pasando?

Recargar un coche eléctrico es un problema para muchos

La proporción es elevada, se mire por donde se mire. Que más de la mitad vuelvan a un coche de gasolina, sea o no híbrido, podría ser incluso preocupante para los fabricantes que tengan coches eléctricos en su gama, por no hablar de Tesla, que es a priori incapaz de retener su clientela.

Aunque esto pueda parecer alarmante, en realidad supone una mejora significativa con respecto a cifras de años anteriores. Según Edmunds, en 2020, un asombroso 76% de los propietarios de Tesla cambiaron sus coches por modelos con motor de combustión interna, y sólo un 9% cambió a otros modelos eléctricos. Afortunadamente para Tesla, estas cifras han disminuido constantemente desde entonces.

En 2019, la friolera del 71% de los Teslas se entregaron o vendieron para comprar coches de gasolina, mientras que el 18% se cambiaron por modelos híbridos. Sólo el 10% se cambiaron entonces por otro modelo eléctrico.

Esta tendencia coincide con los resultados de una reciente estudio de McKinsey & Co., que reveló que tres de cada 10 conductores de coches eléctricos se volverían a comprar un coche de gasolina. Una proporción que sube a cuatro de cada diez en Estados Unidos.

Tradicionalmente, los propietarios de Tesla han mostrado una clara inclinación a abandonar la marca y el segmento de los eléctricos para su siguiente modelo, al menos en Estados Unidos. La razón de este cambio no hay que buscarla tanto en Tesla, como en los condicionantes que implica conducir un eléctrico, especialmente en Estados Unidos.

La proporción de clientes que abandonan el coche eléctrico es menor que hace unos años, lo que podría indicar una mejora en la experiencia de poseer un eléctrico en Norteamérica se está volviendo menos difícil con el paso de los años. Sin embargo, las estadísticas actuales indican que aún son necesarias mejoras significativas para invertir esta tendencia.

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La razón principal de una experiencia decepcionante con el coche eléctrico para muchos se debe a los condicionantes a la hora de recargar. La falta de infraestructuras de carga es tan acuciante en Estados Unidos como en el sur de Europa.

Es algo de que los conductores de Tesla no tienen que preocuparse, en principio gracias a la red de Supercargadores de la marca (posiblemente la última ventaja práctica de un Tesla sobre cualquier otro modelo eléctrico), pero que no les libra de dificultades, incluso a la hora de recargar en casa.

Parte de la explicación hay que buscarla en la red eléctrica que deja mucho que desear en Estados Unidos, como lo ha demostrado la red de Texas en 2022 donde temperaturas de sólo 32ºC llevaron a Tesla a pedir que no se recargaran sus coches en las horas centrales del día.
Pero tú esto lo haces para trolear, ¿no? :D
 
Más de la mitad de conductores de Tesla que entregan su coche al comprar uno nuevo optan por un coche de gasolina, según este estudio

6 Agosto 2024

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En un panorama automovilístico cada vez más electrificado, hay una tendencia que llama la atención: algunos conductores dan marcha atrás y venden sus coches eléctricos para comprar modelos gasolina. Y más sorprendente aún, esa proporción es elevadísima en los conductores de Tesla. Así, más de la mitad de los Tesla vendidos a un concesionario como parte de la compra de un nuevo modelo en Estados Unidos, lo han sido a cambio de un coche con motor de gasolina. Sólo el 32% optó de nuevo por un coche eléctrico.

Según datos de Edmunds, de enero a julio de 2024 en EEUU, el 51% de los Teslas vendidos se cambiaron por un modelo puramente gasolina y el 32% por un nuevo eléctrico. Si se tienen en cuenta las motorizaciones híbridas, la proporción de dueños de Tesla que vuelve a un coche motor de gasolina asciende al 57%. ¿Qué está pasando?

Recargar un coche eléctrico es un problema para muchos

La proporción es elevada, se mire por donde se mire. Que más de la mitad vuelvan a un coche de gasolina, sea o no híbrido, podría ser incluso preocupante para los fabricantes que tengan coches eléctricos en su gama, por no hablar de Tesla, que es a priori incapaz de retener su clientela.

Aunque esto pueda parecer alarmante, en realidad supone una mejora significativa con respecto a cifras de años anteriores. Según Edmunds, en 2020, un asombroso 76% de los propietarios de Tesla cambiaron sus coches por modelos con motor de combustión interna, y sólo un 9% cambió a otros modelos eléctricos. Afortunadamente para Tesla, estas cifras han disminuido constantemente desde entonces.

En 2019, la friolera del 71% de los Teslas se entregaron o vendieron para comprar coches de gasolina, mientras que el 18% se cambiaron por modelos híbridos. Sólo el 10% se cambiaron entonces por otro modelo eléctrico.

Esta tendencia coincide con los resultados de una reciente estudio de McKinsey & Co., que reveló que tres de cada 10 conductores de coches eléctricos se volverían a comprar un coche de gasolina. Una proporción que sube a cuatro de cada diez en Estados Unidos.

Tradicionalmente, los propietarios de Tesla han mostrado una clara inclinación a abandonar la marca y el segmento de los eléctricos para su siguiente modelo, al menos en Estados Unidos. La razón de este cambio no hay que buscarla tanto en Tesla, como en los condicionantes que implica conducir un eléctrico, especialmente en Estados Unidos.

La proporción de clientes que abandonan el coche eléctrico es menor que hace unos años, lo que podría indicar una mejora en la experiencia de poseer un eléctrico en Norteamérica se está volviendo menos difícil con el paso de los años. Sin embargo, las estadísticas actuales indican que aún son necesarias mejoras significativas para invertir esta tendencia.

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La razón principal de una experiencia decepcionante con el coche eléctrico para muchos se debe a los condicionantes a la hora de recargar. La falta de infraestructuras de carga es tan acuciante en Estados Unidos como en el sur de Europa.

Es algo de que los conductores de Tesla no tienen que preocuparse, en principio gracias a la red de Supercargadores de la marca (posiblemente la última ventaja práctica de un Tesla sobre cualquier otro modelo eléctrico), pero que no les libra de dificultades, incluso a la hora de recargar en casa.

Parte de la explicación hay que buscarla en la red eléctrica que deja mucho que desear en Estados Unidos, como lo ha demostrado la red de Texas en 2022 donde temperaturas de sólo 32ºC llevaron a Tesla a pedir que no se recargaran sus coches en las horas centrales del día.
pero que sorpresa, no se podia saber.
 
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