Ciudad, el mejor escenario
Al contrario que los modelos térmicos, los eléctricos gastan menos en ciudad y más en carretera y autopista. En áreas urbanas, circulando entre calles y semáforos, resultan especialmente eficientes y es muy improbable agotar la batería, aunque se estuviera todo el día rodando. De hecho, es el escenario donde es más fácil alcanzar la autonomía oficial, y sobrepasarla. En las capitales el tráfico suele moverse a una velocidad media de unos 20 km/h, por lo que en ocho horas de desplazamiento continuado se recorrerían 160 kilómetros y la mayoría de modelos disponibles en el catálogo actual tendrían aún un remanente de pila. A grandes rasgos, por cada tres kilómetros reales recorridos, la autonomía disponible marcada por el ordenador del coche solo bajará uno. Y cuanto más congestionado esté el tráfico, mejor.