Respuesta: El post del maestro John Carpenter
Con spoilers
"Vampiros" (John Carpenter's Vampires, John Carpenter, 1998): tremenda película, posiblemente la última gran obra que nos deparará este autor existoso en los 70, irregular en los 80, minoritario en los 90 y desaparecido en los últimos años (su único film en una década, "The Ward", ni siquiera ha llegado a nuestras pantallas). James Woods, más chuloputas y badass que nunca, encarna aquí a la perfección al típico y descreído héroe Carpenteriano: cazador de vampiros desde su juventud, nihilista, irónico y solitario, ahora lidera a un grupo de cruzados que buscan al líder vampiro que pretende extender su mal desde la tierra.
Hasta aquí todo parece normal, pero poco a poco, Carpenter va introduciendo elementos disonantes. Los cazavampiros están acompañados por un sacerdote que supervisa sus acciones en nombre del Vaticano, que es quien financia sus operaciones. A continuación, Carpenter muestra a los muchachos, tras su último éxito, en una orgía desenfrenada de alcohol y putas. Éstas son proporcionadas por el policía local y el guateque también cuenta con la presencia del cura, ya que el Vaticano también financia las vacaciones de los cruzados e incluso envía un sacerdote sustituto cuando el primero muere en un ataque de los vampiros. Con estas bases, Carpenter se mueve durante el resto del metraje -y con bastante éxito- en los registros habituales del género, aunque no renuncia en ningún momento a que los dos personajes protagonistas golpeen inmisericordemente a la prostituta y al cura que les acompañan en sus aventuras, al que Woods le pregunta repetidas veces si "se le ha puesto dura" cuando le pegan o cuando también comienza a matar vampiros. También viola algunas de las convenciones del género vampírico e introduce una banda sonora escrita por él mismo que hace que los cruzados se muevan a ritmo de rock cuales macarras surgidos de "Easy Rider".
En definitiva, "Vampiros" es una película muy a contracorriente, muy alejada de los gustos de los teenagers a los que en principio podría ir dirigido un título así, que muestra la personalidad e inquietudes de Carpenter (aquí incluso está presente el escenario típico del Western, con un final entre los dos protagonistas completamente digno del género) y se comprende que, debido a sus pocos dividendos en taquilla, el director cayese en el ostracismo durante los años siguientes, por ser fiel a sus principios, su forma de ver el cine y renunciar a darle a las masas lo que demandan. Una desgracia, pero así es la vida.