A ver, El pueblo... palidece bastante en comparación con la otra película que Carpenter firmó aquel mismo año (En la boca del miedo, joder) pero a mí me parece más que decente, y muy suya. Tiene el ritmo de Carpenter, y su mala leche. Todavía recuerdo la preocupación de aquel hombre sobre si el gobierno le pagaría por mantener el embarazo de su mujer, o si le pagaría doble por el de su hija, preñada también. Hija que posteriormente, pierde al bebé que esperaba en el parto, y acaba pegándose un tiro, pero su padre parecía muy satisfecho de saber que cobraría 2 veces.