Harry Block
Exiliado
Me gustaría ser así de optimista
No soy optimista. Más bien procuro ser realista e incluso diría que soy un pesimista activo, es decir: creo que los asuntos de la humanidad siempre pueden ir a peor si no se hace nada, que su progreso implica un análisis y reevaluación constantes de la complejísima y cambiante realidad, y que la idea de que se pueda llegar a una situación ideal es absurda, dañina y debe ser desterrada. Nada más lejos del conformismo o la ingenuidad idealista del optimista o la pasividad del pesimista absoluto.
Pero la realidad y su historia es la que es y los datos están ahí. Lo que no implica que el presente y el futuro dejen de estar repletos de grandes dificultades y retos. Para poder seguir avanzando es imprescindible reconocer los avances previos y no confundir las circunstancias locales y personales con los estados generales del Mundo. Es más, estamos inmersos en el n-ésimo periodo de preocupante histeria reaccionaria precisamente como consecuencia del último gran avance que ha supuesto la globalización y la era de Internet y la incapacidad general para reconocer su balance positivo, asumiendo sus inconvenientes e incertidumbres, y el vértigo que producen.
Otro paso atrás que tendremos que soportar antes de dar los siguientes dos pasos adelante. Cruzo los dedos para que no sea tan letal como los anteriores. Y con ésto solo expreso un deseo, no es que sea especialmente optimista.