Respuesta: El Spielbergpost
Jaja, venga, vamos allá. Espero estar a la altura del reto...
Ahora, me va a costar...
Bueno, voy a hacerlo como tenía pensado hacerlo pero sin emplear ni un grado de emoción hasta el final. Igualmente va a ser una crítica muy extensa (quizás más de lo que suelo escribir pero es que E.T lo vale). Diría que es la más larga de todas las que he escrito - porque voy a aportar todos los datos que creo convenientes.
Venga, comienza el juego.
(E.T. the extra-terrestial, 1982)
El cine de ciencia ficción y sobre todo el que está basado en extraterrestres siempre ha estado conducido o enfocado en seres monstruosos, atacantes sin piedad cuya única función en la vida era conquistar y destruir cuantos mayores planetas mejor y casi siempre la tierra como tal. Seres deformes, de constitución muy definida y con muy pocas ganas de entablar amistad con el hombre. Y aunque hay casos específicos, la norma establecida ha estado bien definida durante muchísimos años: atacar, invadir, aniquilar.
Steven Spielberg le dio la vuelta a la tortilla en 1977 con "Encuentros en la tercera fase". Allí su interés era presentar a los extraterrestres como personajes que intentaban comunicarse con nosotros. Pero en 1982 fue más allá, dando un gran paso en el género presentando una historia que no le era novedosa, ni mucho menos pues había estado presente en su vida desde su más tierna infancia pero le venía rondando por la cabeza con mayor insistencia, tomando forma considerablemente, durante el rodaje de la primera entrega de Indiana Jones.
Spielberg, ante el divorcio de sus padres cuando él era pequeño, se inventó un amigo imaginario que le serviría, por así decirlo, como tabla de salvación o como el padre que nunca tuvo. Veía ese ser como alguien que podía ayudarle a pasar el trance de una separación. Ya en 1978 pretendía llevar esta historia bajo el título de "Growing Up" pero por una serie de circunstancias no cuajó. Aún y así aquella idea autobiográfica no quedaría en el olvido. Conoció a Melissa Mathison en 1980 y dejó en sus manos la elaboración del guión. Spielberg quedó tan fascinado ante aquella historia que acabó dando pie al pilar base de la película:
La amistad atemporal entre un niño que se encuentra sin quererlo en medio del divorcio de sus padres y como acaba encontrándose con el mejor amigo que haya podido tener jamás.
Una historia sencilla pero vital. Lo más increíble del caso es que ese amigo no iba a ser de carne y hueso pero tampoco imaginario sino tomaría forma de extraterrestre.
E.T tendría varios procesos de creación hasta tomar la forma definitiva y que acabaría conquistando al mundo entero. Efectos especiales punteros para el año que corría dieron como fruto distintos tipos de animatrónica para hacer creíble los rasgos faciales del extraterrestre más varios actores como Tamara De Treaux y Pat Bilon o Matthew De Meritt se irían turnando dependiendo de la escena a interpretar mientras Caprice Roth se encargaría de dar vida a las manos. Carl Sandburg, Albert Einstein y Ernest Hemingway serían los rostros elegidos para dar como resultado una especie de puzzle con el cual darían vida a la cara de E.T.
Spielberg decidió rodar en un orden cronológico para que de esta manera los actores realizasen sus interpretaciones lo más convincentes y creíbles, como si de un día a día se tratase y de esta forma se implicasen emocionalmente en las situaciones acontecidas en la película y los sentimientos fuesen lo más naturales posible (eliminando el empleo de storyboard, de esta manera podían implicarse mucho más). La elección de Henry Thomas y Drew Barrymore fue precedida por un grado de espontaneidad tan fuerte que el director quedó completamente convencido de que aquellos niños eran los elegidos.
La película está rodada desde el punto de vista (o altura) de los niños y el marciano, siendo presentados los adultos (a escepción de la madre) de cintura para abajo, como seres sin rasgos característicos y sobre todo como si una especie de amenaza se tratase ya que de ellos sólo podemos ver sus gestos y escuchar sus voces - el momento de presentación, en los primeros minutos del filme, es muy característico -. Elementos como niebla o humo están muy presentes, dotando a las escenas de ese ambiente fantasmagórico, casi de película de sci-fi de terror, apuntalada con una BSO misteriosa, muy siniestra. Aparte de que la forma física del extraterrestre no toma forma definitiva hasta bien entrada la película y se le presenta como un ser extraño, misterioso - incluso como un ser terrorífico y de aspecto amenazante en la escena de presentación entre Elliott y E.T. Pero Spielberg no quería rodar una película de miedo al uso sino una historia familiar, una historia que conectase con todo el mundo, de ahí que el suspense y/o terror acaba dando paso a una película familiar, de corte clásico y sobre todo repleta de humor inocente.
Spielberg recurrió a los servicios de John Williams para que compusiese una BSO emotiva, sencilla pero que diera forma y resumiese los sentimientos y emociones de los personajes implicados pero que a la vez emplease la épica más impactante y que acabase quedando en la memoria colectiva.
Una vez estrenada la película se convirtió en un éxito inmediato, mediático, consiguiendo todos los loores de la crítica y del público (la anécdota la puso la presentación en Japón donde una vez finalizada no recibió ni un aplauso siendo el silencio absoluto el rey de la sala. Spielberg se encontraba atónito ante aquella especie de ninguneamiento. Todo lo contrario... el silencio era la mayor señal de admiración en aquel lugar). La crítica especializada la encumbró a título de culto / obra maestra.
20 años después Spielberg decidió reestrenarla en todo el mundo por varios motivos: darle un lavado de cara empleando CGI, nuevos efectos y una fisicalidad más realista, cambios tanto lingüísticos como visuales que podían herir susceptibilidades - estando el atentado del 11-S tan reciente como eliminar la palabra "terrorista" y cambiarla por "hyppie" o eliminar las escopetas y cambiarlas por walkie-talkies a la hora de amenazar a unos niños.
La película depararía un sinfín de copias nefastas y mediocres a lo largo de los años (dígase "El ETE y el OTO", "Mi amigo Mac" - incluso versiones "pakistanís" de una calidad realmente execrable). Incluso títulos como "El milagro de P.Tinto" basaría parte de su trama en la historia de E.T, siendo parodiada y adulterada. Pero lo que está claro es que E.T ha quedado demostrado que es uno de los títulos importantes y fundamentales del 7º arte, obra cumbre del director y pocas o casi ninguna ha logrado contener el grado de emoción, sensibilidad y cercanía como esta película.
Aquí viene mi crítica personal (creo que será un poco más de un párrafo) y aún y así voy a intentar no emplear mis particulares "emociones":
Porque E.T es algo más. No es una mera película de un marcianito adorable que se pierde en el bosque. Es toda una declaración de intenciones, una historia fundamental de amistad, de respeto, sacrificio y sobre todo protección. La relación que existe entre E.T y Elliott es tan vital que uno no puede quedarse en la superficie. Al igual que en la mayoría de títulos de la factoría Disney, la ausencia de uno de los miembros paternales - en este caso el padre - es el eje fundamental por la que el protagonista requiere de afecto, amor y confianza. E.T es el eje necesario para que la cadena funcione, para que tenga vida y no se estanque.
Uno de los momentos más importantes es cuando Elliott se desmorona en el bosque ante la provabilidad de que E.T se marche. En ese momento, el marciano levanta la cabeza de su mejor amigo y le sonríe, llorando incluso, porque no hay soledad, hay conexión, hay amistad y protección a partes iguales para acabar con una sentencia libertadora: "Estaré aquí mismo". No es necesario una presencia tangible para que Elliott pueda seguir su camino. La vida es dura pero la esperanza, la amistad y el amor, sobre todo el amor, son pilares, elementos fundamentales para que la vida siga su curso, se abra camino.
Si hay una película donde toda la carne emocional está en el asador es esta (con permiso de La lista de Schindler - pues también le toca pero más por legado que por experiencia propia). La ausencia del padre es patente desde el primer instante. E.T podría decirse que es abandonado en el bosque al igual que la familia de Elliott es "abandonada" por su padre. Seres solitarios que necesitan apoyo para hacer frente a la soledad, a los miedos, a los temores, a tener alguien en quien confiar.
Pero lo que está claro es que Spielberg no quiere ser demasiado pesimista y ahí radica la originalidad de la película. La relación entre los niños y el nuevo amigo fluye de forma natural, de forma paulatina. Pasamos de la incomprensión, el miedo y los temores a algo que cuesta de creer y concebir a una amistad profunda, cerrada, casi estanca y que no romperá nada ni nadie. La simbiosis conjunta que sucede entre las emociones - temores - sentimientos de los dos ("El siente sus sentimientos") es de una fuerza sobrenatural, algo que transmite y sobre todo que demuestra las dotes magistrales de Spielberg en el campo de la emoción sentida.
Los intérpretes logran que empaticemos con ellos sin caer en la sensación de estar viendo niños molestos, de actitudes pesadas sino todo lo contrario. Su forma de actuar recae en la forma de ser de un niño ante el descubrimiento de algo fuera de lo común. Sus elecciones, sus diálogos, sus actuaciones son convincentes porque uno está viendo niños, no actores. La naturalidad, la espontaneidad ("no me gustan sus pies"), la credibilidad son patentes hacia la relación con un simple muñeco animatrónico, que cobra vida magistralmente y que en ningún momento logramos verle el truco.
Los efectos especiales son una clase de como hacer posible lo increíble. Y no están puestos de forma per se sino que dan vida a la historia. Desde el primer momento nos encontramos en una especie de invasión pacífica, recolectando plantas. La iluminación del corazón es uno de los momentos más impactantes (con ese sonido zumbante característico), o esa persecución por salvar la vida y escapar de manos de los adultos, o la primera incursión de E.T en la casa de Elliott (cine de suspense y terror en estado puro), etc. Pero Spielberg no se conforma con sorprendernos sino también disfruta emocionándonos:
E.T. llamando a su casa desde el bosque, el descubrimiento de Elliott de que E.T puede hablar, toda la persecución de los adultos a los críos - épica en toda regla, consiguiendo además momentos icónicos en la historia del cine como es esa bici surcando los cielos y rompiendo la silueta de la luna, cual Peter Pan intentando llegar a Neverland - no es por casualidad que ese plano acabase siendo el salto y seña de identidad de la productora de Spielberg "Amblin". Imposible no emocionarse y llorar con un final épico, tierno, sensible y sobre todo repleto de intenciones.
Pero no puedo olvidarme (sería un crimen hacerlo) de la BSO que tiene la mayor amalgama de sensaciones de toda la filmografía de Williams: suspense, ciencia ficción, épica, emoción, aventura y todo en su justa medida pero sobre todo en el momento adecuado.
"E.T. El extraterrestre" es una de las mayores experiencias que cualquier cinéfilo amante de serlo puede vivir. Uno de los títulos más perfectos de la historia del cine, donde no hay nada que falte o sobre y que demuestra porqué el maestro del cine es considerado como tal. E.T forma parte de mi vida, forma parte de mi infancia, de mi historia. Su realización es perfecta, pura, sin nada que la haga envejecer (incluso diría que la versión del 2002 ha envejecido mucho más que la versión del 82). Una muestra de botón de que una historia sencilla puede deparar toda una lección de humildad, de ejecución ejemplar y sobre todo de cine en estado puro.
E.T es el cine, E.T es la vida.