"E.T. El extraterrestre" es una de las mayores experiencias que cualquier cinéfilo amante de serlo puede vivir. Uno de los títulos más perfectos de la historia del cine, donde no hay nada que falte o sobre y que demuestra porqué el maestro del cine es considerado como tal. E.T forma parte de mi vida, forma parte de mi infancia, de mi historia. Su realización es perfecta, pura, sin nada que la haga envejecer (incluso diría que la versión del 2002 ha envejecido mucho más que la versión del 82). Una muestra de botón de que una historia sencilla puede deparar toda una lección de humildad, de ejecución ejemplar y sobre todo de cine en estado puro.
E.T es el cine, E.T es la vida.