Respuesta: El Spielbergpost
EL COLOR PÚRPURA
Salto brutal de Spielberg, el cual era ya multimillonario hace tiempo, a un tipo de cine intimista, dramático y de personajes, aunque la acción les condujera por todo el relato. Relativamente, es un salto con red, puesto que coge el novelón de Alice Walker, en muchas ocasiones folletinesco..., y no tiene problema ninguno en respetarlo al máximo para mantener el, en ocasiones y en toda su gigantesca resolución positiva, azúcar.
Con un oscarizable trabajo de actores, los cuales están en estado de gracia y vuelven a dejar a Spielberg en muy buen lugar situado, la película está contada en pequeñas set pieces, de nuevo, hilvanadas por el grueso común para tratarlas por separado en el set. El film tiene tal número de planos poéticos, bellos momentos y, sobre todo, transiciones espectaculares (es la película de las transiciones, de ponerla en clase, atención al momento que Goldberg descubre las cartas y vamos saltando a África una y otra vez, con vuelta a Goldberg) que es raro no caer rendido ante ello, así como gags visuales del todo irresistibles. Por otro lado, tiene una fotografía pictórica que desde ya entra en uno de mis varios tops.
Por lo tanto, puede decirse que Spielberg tiene madera para cualquier tipo de films. Éste, incluso con un brutal discurso social que dice clara una cosa: con poder, cualquier hombre esclaviza al débil, bien sean familiares, empleados o incluso amigos. Sólo hay una cosa que puede parar eso, el amor o el sexo. Y se atreve a hacerlo entre personas de la misma raza. Esto tiene mucha representación en la película y de muchos colores..., y es algo que vuelve a robar Shyamalan para su cine más interesante.
El problema está en que Spielberg no acaba de abandonar su cine anterior y la comedia aquí, aunque bien escrita, no me pega demasiado para solucionar secuencias de una violencia de acción brutal o de unos hechos descarnados. Hay cosas las cuales te dan asco (de acción de personajes, en cuanto a que consigue que odies a personajes malvados de una manera muy bien hecha) y Spielberg te las suaviza con tonos cómicos que no acaban de entrar.
Asimismo, el novelón de Walker es respetado y lo dulce en ocasiones puede empalagar (en otros hay resoluciones hermosísimas, es cierto..., atención a la secuencia lesbiana, la cual es impresionantemente bella)..., esto es referido a secuencias como la separación de ellas o toda la media hora final, la cual está obsesionada con cerrar todas las tramas como si de un programa de Ana Rosa se tratara. Si no fuera porque Spielberg está tras la cámara con un gran equipo detrás, sería mucho menos llevadero. Ello y la excelencia actoral.
La música de Jones, aunque preciosa, también insiste en dar a todo más miel de la que debería..., y en ocasiones renquea. En cualquier caso, es un excelente score..., aunque tiene demasiados leit motivs constantemente empujando. Por cierto, se le llevó a juicio por plagio, ¿alguien sabe algo de esto o si era verdad?
El personaje de Shaug es maravilloso, secuencias como su canción a Celie o su correr a parar la navaja son historia del cine y la película está llena de momentos emotivos, conseguidos o directamente solemnes. Pero esta vez estamos más lejos de la redondez por los motivos que cito, aunque ello no quita para que Spielberg consiguiera su fin cambiando de tercio y demostrando quién es o para que estemos ante una obra que, aunque con varios peros, se revele como un clásico moderno que lo merece.
¿Alguien la tiene fresca para comentarla?