Respuesta: El Spielbergpost
Me fastidia un poco entrar en el debate porque pensaba tochear como Yavé manda, pero tengo que dar la razón a Magno en esta discusión.
Dani, el momento del ralentizado, que es un recurso bastante raro en Spielberg, no es un recurso enfático de cara al espectador en esta ocasión, sino una representación del miedo subjetivo y la perturbación brutal que siente la judía, que estando tan aliviada de estar ya salvada, de camino a la fábrica de Schindler, al ver ese gesto, se da cuenta de que no es así y de que algo va muy mal. De ahí el énfasis.
La única reflexión que me queda es que unos alemanes repulsivos y psicópatas (ese oficial disparando a la pira de cadáveres) decidieron ventilarse a sus semejantes porque sí. Pues eso ya lo sabíamos porque es lo que siempre nos han contado… ¿Dónde hay una reflexión de mayor envergadura? ¿Dónde está la humanidad en los ejecutores nazis? ¿Dónde están los mecanismos que permitan identificar a los nazis como personas (hijos de puta sí, pero personas al fin y al cabo) y que podrían llevar a un discurso de mayor calado sobre la maldad humana?
Puess esa reflexión que tu echas de menos está presente de forma clara en la película. Hay un diálogo en el que Stern le está contando a Schindler la brutalidad con la que Goeth dirige el campo, y a eso le responde Schindler medio riendose e incrédulo que Goeth no es el diablo, que es un hombre normal sometido a mucha presión y responsabilidad, y que en el fondo es un chico simpático, al que le gusta la buena vida, las mujeres y el vino. Que en realidad Goeth no es muy distinto a Schindler, pero que la guerra saca lo peor de cada uno.
Entonces Stern la contesta que sí, pero que también le gusta matar. Y da ejemplos de cómo impone justicia mediante el miedo, con los asesinatos al azar.
O sea que en la película hay un esfuerzo de entender a Goeth cómo un hombre normal, fruto de las circunstancias, pero no puede obviar que el nazismo tuvo un componente terrorífico de crueldad gratuita, odio y megalomanía desbordada.
No haber mostrado eso sí que hubiera sido falsear la verdad de lo que fue el Holocausto y banalizarlo.
Yo también soy aficionado a la literatura sobre el tema, y he leido episodios tan esperpénticos e increibles en su crueldad que si Spielberg los hubiera puesto se lo hubieran cargado por manipulador y fantasioso muchísimo más. Así que en ese sentido la película me parece muy contenida e inteligente.
A esto hay que sumarle los planos paralelos de Goeth y Schindler afeitándose, aludiendo a la poca distancia que en un momento dado les separaba, y posteriormente Spielberg representará visualmente de forma magistral la distancia que acaba separándoles, cuando están negociando la incorporación de los judíos de la lista, y vemos a los dos, separados por el marco de la ventana.