Elliott
Desconozco
Respuesta: El Spielbergpost
sale Maruja Torres ahi?
sale Maruja Torres ahi?
Lo de Austwich (perdón si no está bien escrito) es la más extraño y lirico que ha rodado nunca el jew, tanto que parece un corto de terror a lo Polanski insertado en la peli, casi al final del film cuando casi tenemos un final perfecto BANG, cambian los trenes y somos testigos de que que siempre hay algo peor, como ver la maquina de extermino nazi en pleno rendimiento: vemos las filas de gente por abajo y salen por arriba convertidos en cenizas, las mismas cenizas que salían otra vez en WOTW (creo que va ser una pesadilla recurrente en su posterior obra), asi como la sensación de axfisia del ser consciente que está a punto de expirar en las cámaras, aunque se le un poco perdona que al final las salve, el film ya lleva suficiente negrura dentro como para cargar las tintas.
Magno, lo de cortar el cuello no lo digo por la primera vez de refilón que sale (y que se ve claramente), lo digo por la decisión de Spielberg de volver a subrayarlo, esta vez ralentizado
La secuencia de las duchas ya digo que tienes razón en que pasó así, me pude informar sobre ello, por eso me jode tanto los mecanismos narrativos que empieza a desplegar Spielberg una vez decide muy alegremente entrar con el grupo en las duchas (algo que nunca antes ningún director se había atrevido a filmar), convirtiendo aquello en un parque de atracciones, manipulando al espectador con el suspense para, finalmente, ofrecerle un respiro. Es esa decisión, la de ofrecer el respiro al espectador ante la mayor barbarie de la humanidad lo que me choca.¿Es honesto ofrecer respiros al espectador en un pasaje tan oscuro de la Historia como es el Holocausto? ¿Por qué no llevar todo hasta las últimas consecuencias?
Shoah o Noche y Niebla si han reflexionado sobre ello, han reflexionado sobre la imagen, se han posicionado y han llevado sus planteamientos y discursos hasta las últimas consecuencias, dando un soberano golpe sobre la mesa
. No ofrecen ningún respiro al espectador porque ante el Holocausto solo cabe el horror y porque hasta los que sobrevivieron nunca tuvieron la muerte tan cerca. La secuencia de las duchas funciona, eso si, en un plano puramente alegórico, alejado de la realidad. Esa es la única manera de que un injustificado foco de luz kaminskiano entre la oscuridad absoluta, encuentre su justificación (luz "divina", pueblo judío-pueblo elegido-salvación...).
Después viene la secuencia que fusila a La Pasajera, en su metáfora visual (representar todo el horror de las duchas sin necesidad de adentrarse en ellas, mostrar el exterminio totalmente desdramatizado, casi un trabajo en cadena con la muerte siempre de fondo, donde la gente que entra sale convertida en cenizas), pero en el momento de la niña y el soldado alemán que le sonrie vemos una diferencia: mientras Munk hace que el soldado que está sonriendo a la niña corrija su sonrisa al recordar el por qué está allí, Spielberg aguanta la sonrisa del soldado, no vislumbrando siquiera el final de esa sonrisa. Un gesto, un solo y simple gesto ya diferencia el planteamiento y el tono de ambas películas
Mucho más si se juega con el arquetipo y el maniqueísmo tan marcado como en el del film de Spielberg, el cual parece complicarse poco la vida y tirar de lo fácil para una rápida identificación del espectador. Por eso pienso que La Lista de Schindler es la versión light del Holocausto, las más cómoda de ver, mientras que films como el de Munk, plantean unos dilemas morales que la convierten en obras incómodas y difíciles de digerir, pero muy superiores en cuanto al trabajo de reflexión que hay detrás. Y es que por muy monstruosas que fueran las acciones que hicieron los nazis, no dejaba de haber personas detrás de ellas. Y eso es lo que asusta.[/
Y esta es la secuencia de las duchas de la peli de Munk. Quitadle el volumen al video porque le han puesto una música que aun me estoy explicando por qué está ahí. En esa secuencia de la película ( y en gran parte de ella) no hay música...
http://www.youtube.com/watch?v=LvgD3zRgNiA
No he llegado ahí a la revisión. Si ocurre eso, no me gustará y me seguirá dando igual..., porque seguirá siendo una excepcional película. Agarrarse a un plano en semejante monumento de varias horas lo veo algo cegado.
Poca gente sabe lo que pasaba allí dentro porque, obviamente, poca gente quedaba para contarlo. De ahí el dilema de mostrar o no las duchas. Estas se salvaron, vale pero ¿sabían lo que les iba a suceder? No quedamos en que mucha gente que entraba no tenía ni puta idea de lo que ocurría ahí dentro? Por cierto, voy a ser un poco cabronazo pues en un fragmento de la novela se dice que el agua era una extensión más de sufrimiento pues salía helada, algo tampoco muy difícil de imaginar (a eso únele el frio), cosa que choca al ver como se regocijan en ella. El suspense recreado en pantalla es también para jugar con las expectativas del espectador, más que para ellas (de ahí que la cámara salga cuando le sale de las pelotas para reencuadrar al grupo de mujeres a través del ojo de buey). Y ya sabes que mi discurso viene de un proceso de reflexión en torno a la moralidad de las formas de un curso de análisis fílmico que hice este verano, solo que con la revisión, la cosa ha ido a peor. Sé que hay textos que van mucho más allá de lo que intento exponer tan buenamente puedo. De hecho creo que te pasé interesantes estudios sobre la relación entre cine y el Holocausto. Más para la causa…Absurdo. Spielberg no sólo te enseña lo que pasaban los que morían, sino lo que pasaron aquellas mujeres (LAS DE SCHINDLER) de la historia que te está contando. El suspense me parece sobrecogedor y es el mismo que sufrieron ellas. De todos modos, se parece mucho tu discurso a uno que hay en internet y que, sinceramente, me parece algo loco y cegado (el discurso de internet, digo. Es que usa las mismas frases que tú...¿no serás tú, fiera, ajjaja
Lanzmann cree ciegamente en lo que está haciendo, hay una honestidad en su discurso… Los daños colaterales son los testigos, por supuesto, pues en su afán de capturar la verdad los expone y los retuerce a niveles hijoputescos. Por eso entrevista a los testimonios haciendo cosas de su día a día, en entornos familiares, manteniéndolos ocupados, pues sabe que la información que le interesa sería mucho más difícil de sonsacar si se enfrente solo con la cámara y una silla, cara a cara con el entrevistado. Pero hay una finalidad en ello: que el mundo conozca las atrocidades del Holocausto. El horror en su verdadera magnitud. En el momento del peluquero hay más horror concentrado que en toda Schindler junta. Y solo está la fuerza de la palabra. Para Lanzmann o Resnais la reflexión es: en el Holocausto el horror era tan inimaginable que no cabe representación ficcionada posible. Y si no ha llegado a nadie es porque Shoah es el horror puro a lo largo de 9 horas y, lógicamente, no es algo agradable ni cómodo de ver pero parte de una decisión totalmente reflexionada y totalmente intencionada (no ofrecer respiro a quien lo ve).Shoah es generalmente lamentable por culpa de su director. No ha llegado a nadie comparado con la del judío y, precisamente, es una película demagógica que se recrea en el dolor ajeno (no hay más que escuchar al dire). Si vale algo es por lo que le ocurrió en sí. En cuanto a Noche y Niebla, no creo que pinte mucho aquí, pero también tiene sus peros (esa música). Y todas me parecen grandes obras, ojo, pero ninguna a la altura de la de Spielberg.
Y tanto que lo creo, mira el espacio y cuando apagan las luces y empieza el tren de la bruja. Ahora ya sé que me dirás que esas no eran las verdaderas intenciones de Spielberg, pero en el DVD dice bien claro que su intención era mostrar el horror del Holocausto, “informar sobre ello”. ¿Cuánto horror, cuánta información? Y ojo, cuando Spielberg filma el horror creo que lo hace muy bien: esa limpieza del ghetto a la luz del día me parece formidable, pero creo que le falta verdadera contundencia en su discurso y no lo termina de llevar hasta las últimas consecuencias.¿De verdad crees que el halo de luz simboliza eso? Pero hombre, si son las luces del fuera que se cuelan (y el sentido que le da al plano tiene toda la explicación). ¿Y por qué hay que hablar del holocausto sólo desde el máximo horror? La lista de Schindler lo da y encima te cuenta una bellísima historia. Creo que es perfecto.
Si no te parece que fusile la metáfora visual de la película poco más puedo decirte porque estamos a años luz en percepciones. Además fíjate como entra la gente a las cámaras, tranquilamente, porque no sabían lo que les iba a ocurrir, lo que entronca con la artificiosidad de la secuencia de las duchas.Pero hombre, si la risa era algo constante en la entrada a las cámaras. Sinceramente, me parece algo perfectamente válido para las dos peliculas y también me parece que no hay fusilamiento de otra clase..., van por los dos lados. Por supuesto, me parece mucho mejor peli la de Spielberg (y es que la de Spielberg me parece sublime).
La única reflexión que me queda es que unos alemanes repulsivos y psicópatas (ese oficial disparando a la pira de cadáveres) decidieron ventilarse a sus semejantes porque sí. Pues eso ya lo sabíamos porque es lo que siempre nos han contado… ¿Dónde hay una reflexión de mayor envergadura? ¿Dónde está la humanidad en los ejecutores nazis? ¿Dónde están los mecanismos que permitan identificar a los nazis como personas (hijos de puta sí, pero personas al fin y al cabo) y que podrían llevar a un discurso de mayor calado sobre la maldad humana?En el tema formal ni entro porque Spielberg regurgita a La pasajera, pero me parece mucho mejor film la del judío porque, repito, no sólo es una película excepcional, sino que te invita a la reflexión junto a sus intérpretes. Algunos llamáis arquetipos a los personajes de Spielberg y no sólo es falso (son todos memorables), sino que son muy parecidos a lo que ocurría allí.
No solo es ese plano, son los vaivenes de tono en una obra esquizofrénica en la que se debate si mostrar el horror en toda su magnitud o escamoteárselo al espectador. Además de ahorrarle traumáticos dilemas morales, mediante fáciles identificaciones para el espectador (aquello del maniqueísmo). Ese plano redunda en algo que intuimos. El hecho de repetirlo (ralentizado) entra de lleno en la artificiosidad de una obra que dice buscar el tono documental.
Poca gente sabe lo que pasaba allí dentro porque, obviamente, poca gente quedaba para contarlo. De ahí el dilema de mostrar o no las duchas. Estas se salvaron, vale pero ¿sabían lo que les iba a suceder? No quedamos en que mucha gente que entraba no tenía ni puta idea de lo que ocurría ahí dentro? Por cierto, voy a ser un poco cabronazo pues en un fragmento de la novela se dice que el agua era una extensión más de sufrimiento pues salía helada, algo tampoco muy difícil de imaginar (a eso únele el frio), cosa que choca al ver como se regocijan en ella. El suspense recreado en pantalla es también para jugar con las expectativas del espectador, más que para ellas (de ahí que la cámara salga cuando le sale de las pelotas para reencuadrar al grupo de mujeres a través del ojo de buey). Y ya sabes que mi discurso viene de un proceso de reflexión en torno a la moralidad de las formas de un curso de análisis fílmico que hice este verano, solo que con la revisión, la cosa ha ido a peor. Sé que hay textos que van mucho más allá de lo que intento exponer tan buenamente puedo. De hecho creo que te pasé interesantes estudios sobre la relación entre cine y el Holocausto. Más para la causa…
Lanzmann cree ciegamente en lo que está haciendo, hay una honestidad en su discurso… Los daños colaterales son los testigos, por supuesto, pues en su afán de capturar la verdad los expone y los retuerce a niveles hijoputescos. Por eso entrevista a los testimonios haciendo cosas de su día a día, en entornos familiares, manteniéndolos ocupados, pues sabe que la información que le interesa sería mucho más difícil de sonsacar si se enfrente solo con la cámara y una silla, cara a cara con el entrevistado. Pero hay una finalidad en ello: que el mundo conozca las atrocidades del Holocausto. El horror en su verdadera magnitud. En el momento del peluquero hay más horror concentrado que en toda Schindler junta. Y solo está la fuerza de la palabra. Para Lanzmann o Resnais la reflexión es: en el Holocausto el horror era tan inimaginable que no cabe representación ficcionada posible. Y si no ha llegado a nadie es porque Shoah es el horror puro a lo largo de 9 horas y, lógicamente, no es algo agradable ni cómodo de ver pero parte de una decisión totalmente reflexionada y totalmente intencionada (no ofrecer respiro a quien lo ve).
Y tanto que lo creo, mira el espacio y cuando apagan las luces y empieza el tren de la bruja. Ahora ya sé que me dirás que esas no eran las verdaderas intenciones de Spielberg, pero en el DVD dice bien claro que su intención era mostrar el horror del Holocausto, “informar sobre ello”. ¿Cuánto horror, cuánta información? Y ojo, cuando Spielberg filma el horror creo que lo hace muy bien: esa limpieza del ghetto a la luz del día me parece formidable, pero creo que le falta verdadera contundencia en su discurso y no lo termina de llevar hasta las últimas consecuencias.
Si no te parece que fusile la metáfora visual de la película poco más puedo decirte porque estamos a años luz en percepciones. Además fíjate como entra la gente a las cámaras, tranquilamente, porque no sabían lo que les iba a ocurrir, lo que entronca con la artificiosidad de la secuencia de las duchas.
La única reflexión que me queda es que unos alemanes repulsivos y psicópatas (ese oficial disparando a la pira de cadáveres) decidieron ventilarse a sus semejantes porque sí. Pues eso ya lo sabíamos porque es lo que siempre nos han contado… ¿Dónde hay una reflexión de mayor envergadura? ¿Dónde está la humanidad en los ejecutores nazis? ¿Dónde están los mecanismos que permitan identificar a los nazis como personas (hijos de puta sí, pero personas al fin y al cabo) y que podrían llevar a un discurso de mayor calado sobre la maldad humana?