Respuesta: El Spielbergpost
Bueno, Valek, he intentado ser lo más suave posible.
La comedia es un genero que tengo claro que a Spielberg no se le da bien (o como mínimo no es el género que mejor domina, de ahí que no lo haya vuelto a intentar hasta la fecha y siga poblando sus pelis de pequeñas pinceladas que no nublen el resto del metraje). Pero también es cierto que de cobardes no se ha escrito nunca nada y mejor cagarla pero haberlo intentado que quedarse con las ganas.
Y Spielberg lo intentó, tristemente sin el éxito o el acierto esperado. Película que funciona muy bien como colección de set pieces o sketches, digno de ser un episodio del Saturday Night Live de la época, pero que queda muy descompensada como conjunto. Un filme que le cuesta mucho mantener el tono en todo momento y sobre todo le cuesta darle una redondez convincente (al menos para mi).
Un año antes se estrenó "Desmadre a la americana" de John Landis y se nota, en cierta medida, cierta influencia o cierto interés de repetir el estilo de comedia desmadrada que tanto éxito le proporcionó a Landis. No es casualidad que el propio director hiciese un cameo en "1941" (al igual que Spi en "Granujas a todo ritmo") y recurrió a dos de los actores de aquel título (John Belushi - Tim Matheson).
Es una película arriesgada sin lugar a dudas. Un enfoque al que no nos tenía acostumbrados Spielberg. Su amor incondicional y su fascinación por la parte bélica de la II Guerra Mundial le hace meter toda la carne en el asador pero a pesar de contar con una fotografía "aumada" para darle ese toque misterioso, un John Williams magnífico, con una partitura excelente y una exposición sin reparar en gastos a la hora de planificar - montar - plasmar ataques, explosiones, destrucciones y demás momentos bélicos, bajo mi punto de vista no logra darle una redondez acertada a lo que se supone prima por encima de todo.
No se puede negar que el recuerdo del estilo empleado por los ZAZ es patente pero a diferencia de aquellos aquí no funciona del todo. Momentos buenos los tiene: la mujer que se excita en el interior de los aviones, la confusión de "Hollywood" en el submarino (y a su vez la destrucción del letrero de Hollywoodland), el duelo de bailes con funestas consecuencias, John Belushi y su incesante interés en matar japoneses con funestas consecuencias en más de una ocasión o el ataque del tanque en la fábrica de pintura (con unas formas dignas de los Looney Tunes), el militar que sólo quiere ver Dumbo, al igual que el ataque en medio de la ciudad (mediante maquetas perfectamente empleadas) con excelente planificación y dirección de masas entre varios momentos.
Pero el problema gordo, más allá de una comedia irregular, es que el tono conjunto es muy indefinido o no tan logrado como cabía esperar y lo que en un principio era una auténtica parodia o un recorte de mangas al sistema establecido a la militancia americana uno se da cuenta que Spielberg acaba cayendo en aquello que critica o parodia. No se puede negar que tener a Christopher Lee o Toshiro Mifune en pantalla da bouqué al proyecto.
Y que algún guiño que otro a sus propias películas por parte de Spielberg son muy divertidos (esa intro a lo Tiburón o ese Belushi aparcando en la gasolinera de Duel es divertido) pero por lo demás no consigue hacerme aplaudirla del todo tal y como creí haberlo hecho hará unos años. Y aunque la colección de apellidos es interesante, Spielberg se centra tanto en la historia que abandona por completo la parte actoral sin conseguir centrarse en una historia en concreto y no perfilando o concretando ninguna.