Respuesta: El Spielbergpost
Salvar al soldado Ryan (1998). Revisada en las mejores condiciones posibles. Siempre he dicho que esta película tiene el esqueleto para ser la mejor del judío, me mantengo, la escena del desembarco es de una apoteosis que no le podría hacer justicia con palabras, no sólo es lo mejor que ha rodado nunca sino que es la muestra más paradigmática de la fuerza del cine en términos de acción.
Lo que me fascina es que, narrativamente, la peli no baja después de esta barbaridad y asistimos a una combinación de bélico y aventuras a lo grande, con un mcguffin a caballo entre el humanismo y el surrealismo, con un pelotón carismático, con la obsesión por el detalle en la puesta en escena, aventura a lo "los Siete Samuráis" y con herencia directa de la segunda parte de Full Metal Jacket. El sentido del peligro a cada parada, la set-piece correspondiente sin repetirse ni redundar. Esa pared que cae y deja a dos pelotones enfrentados, brutal.
Los clásicos y agradecidísimos tiempos muertos, como esa noche con Hanks y Sizemore (magníficos los dos y magnífica su química) hablando de Vechio y, sobre todo, esa calma que precede a la tempestad del clímax final, esos encuadres con los soldados sentados en un portal, Hanks en una silla rota enmedio de un pueblo en ruinas, intimando todos, esperando, otra vez, el apocalipsis. Al más puro estilo Hawks (como en Jaws dentro de la barca con el relato del capitán), como en Rio Bravo en la comisaría, de hecho la película, en su narración, es muy hawksiana y el personaje de Hanks, en su profesionalidad, también guarda no pocas similitudes con el Wayne de Rio Bravo.
Y hablando de Hawks, tiene que salir Ford, porque esa maravillosa y contenida secuencia de la llegada de las horribles noticias a casa de la madre Ryan es un ejemplo de como homenajear y asimilar a un grande como Ford. Y el humanismo de Lincoln tan bien insertado. Y esa carta al padre de Caparzo que va de mano en mano. Jamás una de Spielberg acumuló tantas virtudes.
Pero uf, las taras no son baladís, a santo de qué viene ese prólogo/epílogo en el cementerio? otra vez el cementerio, como en Schindler, [modo Pumares]QUÉ LE PASA A SPIELBERG CON LOS CEMENTERIOS????!!!!![/modo Pumares], con preguntas sonrojantes a la esposa al final, con saludos militares, con el viejo andando forzadísimo como un dinosaurio, la banderita (a contraluz sí, pero la banderita). No lo entiendo, porque si alguna vez me he planteado que ese prólogo/epílogo debería estar contado de otra manera, ayer me di cuenta de que sobra completamente, los quitas y la película gana.
Y lo peor, el tema del alemán al que le perdonan la vida. Y ojo, porque el grueso del tema abarca dos escenas que, si fueran independientes, serían magistrales. La primera, cuando casi todos se lo quieren cargar, el humanismo de la película hace que la conducta del intérprete sea coherente, de hecho desencadena una magnífica secuencia coral con una pelea interna a varios niveles que la resuleve con mucho ingenio Hanks contando su profesión. Es una secuencia que, aislada, humaniza a los dos bandos.
La segunda escena es la de una lucha cuerpo a cuerpo de una fuerza brutal y un desenlace durísimo, con el acojone del intérprete en la escalera. Una escena que, por sí sola, justificaría la transformación del intérprete en su sentido de no perdonar a alguien hacia el final, por el hecho de haber oído de una manera tan directa la muerte de un amigo.
El desastre viene al relacionar al alemán de las dos escenas con la resolución, en una tercera, del asesinato del alemán a manos del intérprete. Lo cual pinta al alemán como un demonio farsante (además se carga al judío) y una moraleja muy parecida a "no perdones la vida a ningún alemán o lo pagarás caro". Lo que eran dos escenas muy buenas se convierte en un alegato moral obsceno e impresentable.