Respuesta: Elecciones Generales del 20 de Noviembre
Recortes y carencias
15 NOV 2011 11:08
No suelo creerme lo que dicen los políticos. Por lo general. Pero en campaña electoral mucho menos. Lo que no significa que no me afecte. Hace tiempo que, de manera generalizada,
confunden la defensa de unos intereses determinados con la mentira. Les ocurre como a los imputados por algún delito. El hecho de que no estén obligados a declarar en su contra no les faculta necesariamente para mentir. Pero lo hacen.
Le faltó tiempo ayer a un
portavoz socialista de lengua fácil y estómago a prueba de sapos para afirmar que "Carmen Mesa deambulò durante 65 horas de un hospital catalán a otro con un aneurisma mortal y no fue atendida x los recortes. Y ahora?" (sic). Lo escribió en su perfil de Twitter, que algunos han convertido en un vomitorio en el que escupir su bilis para que se extienda rápidamente por la red. Pero
la bilis, bilis es, y la red no la transforma en nada diferente, del mismo modo que una mentira difundida por las redes sociales no se convierte en verdad por el hecho de que la compartan muchos.
Mario Jiménez se frota las manos por el rédito electoral que le supone al PSOE la muerte de una persona a consecuencia de los recortes, dice él, en la sanidad catalana, en manos de su opositor en Cataluña, CiU. Luego vienen los matices: resulta que la máquina estaba averiada, no es que no hubiera personal para atenderla, según dice la prensa (cada vez menos) amiga. Lo que no llegan son
los silencios, tan elocuentes o más que las propias mentiras de los políticos en una campaña electoral.
Sin ir más lejos, resulta que el SAS se quita de en medio a los
pacientes cuyos tratamientos resultan más costosos para la sanidad pública andaluza, que dirige desde hace treinta años el partido del poratvoz lenguaraz, y los relega a
camas alquiladas en clínicas privadas. O, en Sevilla, que tenemos un hospital entero, el antiguo Hospital Militar Vigil de Quiñones, que el SAS mantiene cerrado, mientras concierta con la orden de San Juan de Dios la utilización conjunta del hospital del Aljarafe. Y en el hospital público Virgen de Valme hace unos días que han reunido a los trabajadores para decirles que
se suprimen sine die los llamados contratos búho, con los que se reforzaban los servicios de noche. O que le pregunten también a los vecinos de Badolatosa y Corcoya, que se quedan sin médico a partir de las 3 de la tarde y que ya han muerto en el último año dos de ellos de camino al centro de salud más próximo. Por no hablar del
colapso de las urgencias en los hospitales públicos andaluces tantas veces denunciado por las centrales sindicales y los usuarios, o del cierre de determinados servicios en vacaciones. Y eso que, según nos dicen los políticos, en Andalucía no hay recortes en la sanidad pública. Porque, claro, para ellos no es lo mismo recortar que no tener medios.
Los políticos pueden ser cínicos, si quieren, brillantes o vulgares, ingeniosos, maquiavélicos, estrategas, retorcidos, líderes o gregarios, agresivos o amables, fajadores o contundentes, retóricos, pragmáticos, inteligentes, listos, torpes, directos, correosos, habilidosos, altos, bajos, rubios o morenos.
Pero no pueden ser -no deberían poder ser- malas personas.
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te recomiendo veas alguna manifestación pro familia del PP aqui para darte cuenta de que siempre es lo mismo
