ERICE

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Ojo klop, que yo no descarto que te guste la película, eh. Hasta a mí, que sudo de agendas y contraagendas, me ha parecido en ese sentido, también, como de otra época, sin rastro de nada forzado ni metido con calzador.

Peli muy cinéfila, con el encanto de lo meta y ese ritmo crepuscular de perdedores. Cuando digo que debería ser una película popular no lo digo como boutade.
 
Sí, sí, por eso te digo, y ojo al momento Rio Bravo, casi es un Tarantino calmado, sin drogarse y sin ínfulas.
 
Joooodeer... corro a por ella ( y eso que a mi Heredero me da grima por lo general )



Por cierto, otra cosa en la que he reparado es en la increíble caracterización y trabajo de maquillaje y peluquería , natural, creíble, veraz, huyendo de las pelucones , para nada forzado .. es que Manolo Solo tiene actualmente este aspecto y yo creía que era mucho mas cercano a la apariencia física de su personaje, y no, para nada.

Y en el caso de Coronado justo al contrario, es increíble lo joven que resulta en el rodaje de la película del 90 respecto a su estado actual, aunque el cabrón tiene una genética y fotogenia que ayuda.

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No he podido verla entera, porque tenía clase a continuación, pero los casi tres rollos que he visto han sido gozosísimos. Como no podré ir a ver "Cerrar los ojos" al cine por cuestiones laborales, creo que me haré el ciclo Erice en casa antes de ver la nueva.
 
Continuo embelesado dándole vueltas, ya que es una película que te atrapa en la reflexión y la reverberación de sus imágenes, tan evocadoras.

El cine de Erice es tan generoso que viendolo a uno le entran ganas de ver a Kiarostami, Ozu, a los grandes maestros del ritmo narrativo que sin prisas pero sin pausas se toma su tiempo para capturar la esencia de cada secuencia, de vover al cine que contempla sin entrometerse en los momentos de emoción contenida que atrapa su cámara. No es una vía muerta, te tiende puentes hacia los demás ( cineastas ) , como diría Renoir.

Una cosa que al recordarla mas me impresiona son las diferencias en el tono que hay entre "La mirada del adiós" y el resto de Cerrar los ojos: más allá de la diferencia de formato ( el fotoquímico en el que rodó uno frente al digital ) es increíble la manera de dirigir a sus actores: José María Pou está extraordinario como Mr Levy, pero en un tono interpretativo clásico, así como un José Coronado que casi no habla . De paso Erice vuelve a mostrar su olfato incomparable para descubrir actrices noveles, la hija Quiao Shu está inmensa y sus ojos llenan la pantalla. Pues bien, no tiene nada que ver ese estilo de dirigirles con el que nos muestra a Solo o Coronado ya como Arenas, despojado de su rol de Kim ( y de hecho, de todos sus roles ) , que adoptan un tono naturalista, neutro, nada afectado. Es mas, pienso que Solo, Fernán Gómez u Omero Antonutti ( para ceñirme a las presencias masculinas ) en los films de Erice aparecen tan naturales como puede serlo Antonio López siendo él mismo en El sol del membrillo.
El material incunable que queda de La mirada del adiós parece un film rodado realmente en 1990, así de increíble y añejo resulta el modo de filmar de Erice. Sueño con que incluso si él hubiera querido, podría haber rodado su parte inacabada de El sur años después ( aunque lógicamente con otros intérpretes, Icíar Bollaín estaba en pleno crecimiento... )

El embrujo de Shanghai fue uno de sus proyectos mas queridos y frustrados, pero incluso de ahí puede sacar algo Erice: mas allá de su guión , rescata dos secuencias . Pienso qué grandísima película nos perdimos por culpa del sinvergüenza de Andrés Vicente Gómez. Erice , que tampoco se calla, dejó buena cuenta de las razones de esa cancelación mediante un sistema que curiosamente ha usado durante décadas y casi con la misma frecuencia con la que ha rodado: mandar artículos que servían como comunicados a El País.
Entre ellos hay una defensa preciosa e impecable a su ex-mujer, Adelaida García Morales, con motivo de su muerte y el uso sin escrúpulos que hizo de su vida una mediocre. Su escritura es como su cine, trabajado, preciso, conciso, agudo, clarividente, contundente y elegante.

La parte de ese film inacabado que vertebra la historia y aparece como mcguffin que desencadena la desaparición y propicia el desenlace pivota sobre Cerrar los ojos como una bendita maldición: es como si Erice nos invitara a no quedarnos unicamente con las imágenes de sus anteriores películas sino a buscar nuevas maneras de aprender a mirar, o a recobrar la manera que teníamos de mirar al principio: curiosos, atentos, despiertos, despojados. Mirada y conciencia unidos , o mirar de nuevo hacia atrás para recobrar e impulsarnos hacia adelante.

¿Qué es la conciencia sino saber estar y ser en el mundo? El drama de Julio Arenas no es carecer de memoria ( Erice se refiere a este hecho casi como un regalo de la providencia ) sino tener una conciencia desviada, el espacio mental en el que poder discurrir y vivir , existir de un modo más o menos pleno. A Arenas la amnesia le ha venido hasta bien en un sentido, le ha ordenado su existencia ( ese plano de la habitación ) frente a lo que suponemos que era una vida un tanto disoluta ( no veía a su hijo, escarceos amorosos, demasiadas películas aceptadas ) pero parece vacío, sin un propósito concreto ni nada o nadie al que unirse. El cine y su antiguo amigo van a su rescate, y ese plano final es una conquista en si misma porque al fin vemos lo que parece un retazo de emoción en un rostro que parecía inerte e insensible hasta ese momento.



Desde luego que uno sale distinto de ver una película así respecto a cómo entró antes. Maravillosa transformación.


Y ahora vamos con Caiman... había olvidado los motivos por los que dejé de comprarla-leerla... y los he recordado. Qué torpe es Carlos Heredero en su entrevista, insistiendo en aspectos que no tienen interés o resultan manidos ( interpretarlo todo como si fuera una autobiografía frustrada de Erice , lo podemos medio hacer aquí en el foro, pero coño, tú te dedicas a esto o cuando le dice que hay una parte floja... qué poco tacto y sensibilidad! ) , menos mal que Erice tiene paciencia y saber estar y le responde como debe. También ayuda que Víctor ha elegido el sistema de responder por escrito y así afina mas la escritura y resulta mas interesante que si transcribe sus palabras orales( no tiene mucho sentido acudir al directo en una revista impresa, creo que es mejor ese formato de entrevista )

Respecto a la parte que Heredero considera floja ( la entrevista en el plató de televisión ) hay que decir que Erice ha intentado hacer un film popular, su estilo es invisible y quiere llegar a todo el mundo. ¿Qué esperaba Heredero? ¿Mostrarnos un plató desde dentro , con planos forzados o supuestamente originales dotados una escenografía recargada? Erice es lo opuesto a todo eso, no quiere estar nunca por encima de sus imágenes o planos, es mas, ha declarado que si volviera a dirigir sus películas limaría el exceso visual que podrían contener ( en referencia al preciosismo visual de Cuadrado o Alcaine ) , aunque ojo, yo creo que es un error, ambas están perfectas. Pero se quiere despojar cada vez mas de todo eso, El sol del membrillo ya era un paso grande en ese sentido, y que el propio Erice diga que lo mejor que rodó nunca es ese plano de Torrent asombrada viendo la pantalla de Frankenstein cuando es un momento tecnicamente mejorable ( es cámara al hombro y su rostro está ligeramente desenfocado ) ya nos lo dice todo: para él lo primordial es la emoción contenida en las imágenes, lo demás es secundario.



En su crítica del film mejora un poco Heredero, pero es muchísimo mejor la de Alain Bergala. Carla Simón escribe casi mas un tributo de amor a su cine que una crítica o reseña, bonito sin mas. Guerín se acerca mas a una lectura interesante porque le conoce personalmente y se nota que son sensibilidades parecidas. Los otros dos artículos no los he leído porque hacen referencias cruzadas con El espíritu de la colmena y quiero revisarla bien.
 
Si te entran ganas de ver Abbás Kiarostamí que fue un afamado director de cine, guionista, productor y fotógrafo iraní, que es el eje del mal....

es que ROPIT ME HA TOMADO EL PELO!!

NOOOOOOOO
 
"CERRAR LOS OJOS" (2023):

Vaya maravilloso retorno al cine del maestro Víctor Erice, con una enorme película con la que por fin viajamos a El Sur, nos habla de Sanghai y Marsé, de obras inacabadas, del paso del tiempo y, sobre todo, del cinematógrafo, cerrando un precioso círculo con "El Espíritu de la Colmena" y la proyección de "Frankenstein", e incluso enlazando con "El Crepúsculo de los Dioses". Metacine.
 
Por cierto. El personaje de Von Stroheim en "El Crepúsculo de los Dioses" se llamaba Max, y ejercía de proyeccionista. El personaje de Mario Pardo en "Cerrar los Ojos" se llama Max... y ejerce de proyeccionista.
 
Mario Pardo debe ser amigo/compañero de Erice desde sus tiempos de estudiante. Erice actuó en un mediometraje de 1969 en el que también aparecía Pardo, así que mínimo se conocen desde entonces.

Lo que no sabía es que el actor que interpreta al neurólogo es el mismo que hacía de fugitivo en El espíritu de la colmena!! Y también sale la hija de Marsé!
 
Revisitada El sur.

Maravillado de nuevo ante la sensibilidad extrema de Erice a la hora de contar, diría susurrar ( porque así es como se presenta la voz en off de la protagonista ) una historia tristísima pero al mismo tiempo, hondamente cálida y cercana. La luz que emana Estrella es sin duda la clave del film, cómo ella alumbra con su inocencia primero y su alejamiento comprensivo después los parajes mas oscuros de su existencia ligada al vínculo paternal.

Erice hermana el autoconocimiento que surge del crecimiento natural al del misterio insondable de la figura paterna... y sin embargo en esta revisión he notado sin ningún género de dudas, su carácter inacabado. Así como en el pasado me parecía una coda perfecta ese final en elipsis de su viaje al Sur, ahora se hace más evidente ( y sobre todo en su parte final, con la despedida de Omero Antonutti en el café después de lavarse la cara en el baño ) que Erice estaba buscando ya las resonancias que una de las mitades reverberaba en la otra ( el plano de los objetos personales con ese recibo de la última llamada, el detalle de la rosa, el ¿defecto? del cambio de perspectiva en el cine , etc. )


así que dado que el relato de Adelaida García Morales sí incluía ese viaje al Sur y que la explicación de Víctor se me antojaba insuficiente para ahondar mas en la historia, he leído dicho relato.

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Y lo cierto es que la historia que cuenta García Morales es mucho mas oscura, dramática, honda y desoladora que la película. El estilo de Adelaida no admite concesiones, y lo que más llama la atención es el increíble partido narrativo que le saca a apenas 47 paginas, donde te cuenta muchísimas cosas pero sin que en ningún momento tengas la sensación de ser algo acumulativo, pesado o apelotonado. No. Todo es elegante, íntimo, fluido, desgarrador, inhóspito pero al mismo tiempo reconocible y cercano. Te habla desde la memoria de la propia protagonista , punto en común y seguro que la base desde la que Erice construye la emoción nostálgia, eterna y conmovedora de su arte fílmico.

(Asimismo, mo me extraña que Víctor le pusiera a Estrella el ejemplar de Cumbres Borrascosas porque El sur parece una versión española y rural de clásico de Brontë. )

Pues bien, llegando a la parte en la que la protagonista ( que por cierto, aquí no se llama Estrella sino Aitana , del mismo modo que Irene Ríos es Gloria Valle! ) llega por fin a su añorado Sur, lo que mas sorprende es que el relato no abandona su carácter frío y determinista. Si, hay apuntes de un relato amoroso de descubrimiento y reconciliación, se explica mejor la relación entre los dos antiguos amantes en su comunicación epistolar pero también la amargura de lo perdido y nunca recuperado.


Los personajes son todos mucho más sórdidos, el padre parece directamente un canalla que disfruta con su aislamiento y el sufrimiento que provoca en su familia. La madre desprecia abiertamente a su hija, la propia protagonista le hace un par de putadas bien grandes a una compañera de colegio... Vamos, que Erice , que no es tonto, sabía que era imposible adaptar algo así si no dulcificaba e iluminaba la historia y cambia varios aspectos de la trama, empezando nada menos que por el nombre de la protagonista ( que pasa de manera nada casual de Aitana a Estrella ) así como elimina algún personaje ( el de una institutriz beata ) y le da más cancha a algun otro ( el de Rafaela Aparicio o el de la sirvienta ) o inventa otros ( la madre de Agustín o el del tío del hermano de Irene Ríos que iba a interpretar Fernando Fernán Gómez ) . El momento mágico del baile en la comunión es contribución original de Erice ( y por cierto, obligado por las circunstancias lo rodó en interior, él lo había planificado en un jardín pero nevó... se rodó en diciembre!!!! )


Digamos que en la película sigue impregnada de la fatalidad de la ausencia pero sin cargar de más las tintas, Agustín es misterioso pero no un ser despreciable y su amargura no la ejerce contra su hija de manera directa como hace en la literatura. Estrella por su parte está mucho mas idealizada en pantalla, apenas si tiene una rabieta ( esto también aparece en el relato ) donde se refugia debajo de la cama ( maravillosa secuencia con ella mirándonos directamente , rompiendo la cuarta pared , con la cámara bajando y poniéndose a su merced ) y es mucho menos autodestructiva que en el retrato que García Morales hace de ella.

Pienso que si se hubiera adaptado de manera más fidedigna a lo narrado El sur sería un film negrísimo y oscuro, desolador y muy pero que muy deprimente, y creo que viendo el destino final que tuvo la autora creo que relato y película definen muy bien el carácter tan distinto de Victor y Adelaida ( aunque complementario) de ambos . Tal vez por eso Erice siente tanto no haber terminado todo el rodaje, porque le habría quedado algo mucho mas luminiscente y de ese modo, haber rodado una carta-película de amor a su mujer mas bella y optimista.

Hay que tener en cuenta que ademas en el subtexto yace la historia de una reconciliacion y sanamiento de heridas y rupturas que evocan a las dos Españas de la posguerra: Agustín es un personaje trágico, metáfora de la propia España o español escindido, fracturado en dos polos, Norte y Sur, un amor en el Sur ( Irene Ríos-Auoré Clement rubísima y actriz ) y otro en el Norte ( Lola Cardona- morena y profesora ) , un hijo en el Sur y una hija en el Norte, felicidad e infancia en el Sur, depresión y vida adulta en el Norte, una mansión medio derruida en el corazón de un pueblo del Sur ( donde vive el hijo de Agustín con Irene su madre ) y una casa aislada de todos en el Norte - la Gaviota, un ave que por cierto es monógama ) ... de ahí que se inventara el personaje del hermano de Irene Rios y sustituto paterno del hijo que tuvo con Agustín, un represaliado de la guerra civil acusado de desertor y cobarde. Es él el que prounciaría las ultimas frases en off ( sería el cuarto personaje en usar el recurso ) del film inacabado, recitando a Robert L. Stevenson con su Cuentos de los mares del sur, y dando un hálito poético increíble y elegante a la coda final ( me imagino un plano de la estación abandonada de Carmona con sus vías llegando a un Sur del Sur inabarcable y al hijo heredando el péndulo de su padre oyendo de fondo a Fernán Gómez y se me hace la imaginación babas ) . Él sería el ejemplo moral de la obra, un resistente que encuentra en la literatura y la educación de su sobrino el sentido de la existencia en mitad de la desgracia.



Ojo, el relato se publicó por primera vez en 1985, es decir, 2 años después del estreno y rodaje de la película. Es evidente que el propio Erice, por entonces marido de la autora, impulsó su debut literario, pero al mismo tiempo no dudó en incluirla en los créditos de la película como autora legítima de la historia ( aunque no del guión cinematográfico ) lo que le define su integridad y al mismo tiempo su respeto y amor por su primera mujer.
 
Es una película acojonante, con un José Luis Alcaine que pienso que jamás estuvo mejor, pero yo también he percibido estos días su carácter de obra inacabada, e incluso con algún cabo suelto, como lo de "Carioco".

Por cierto, no se si está documentado que el plano de apertura de la película no iba donde está, sino que lo rodaron, les gustó mucho y lo metieron como arranque, poniendo encima las voces en off, que de inicio se iban a rodar "en plano" y viendo la potencia de las imágenes, las obviaron y decidieron el arranque actual de la película con la "desaparición" de Agustín.
 
Última edición:
Alcaine al parecer rodó un poco a su aire, Erice le debió dar cierto margen de libertad y le gustó el resultado pese a alguna reticencia ( José Luis le replicaba que la luz del Norte era así de fría cuando Víctor se quejaba del uso de fluorescentes ) , había un vídeo de José Luis comentando un poco el rodaje pero El mundo.es debió dejar los vídeos sin servidor. Hace poco comentaba Víctor que igual una cosa que limaría sería ese exceso de deleite visual, que no le convencían los filmes que rodaban planos como si fueran una concatenación de" cuadros " ...

Yo creo que es una obra de arte mayúscula que no se entiende sin Alcaine, del mismo modo que El espíritu de la colmena no se entiende sin Luis Cuadrado ( aunque creo que hubo una anécdota que contaba que un error con el laboratorio que les proporcionó el metraje para rodar vino con defecto y que ese era el resultado del ámbar que definió no solo a esa película sino a buena parte de las producciones de Querejeta de época )


Siempre me he preguntado cómo hubiera abordado Alcaine la fotografía del sur de El Sur en Carmona . Sería algo similar a lo que hizo en Quién puede matar a un niño? O tal vez algo más matizado y calidamente crepuscular, como un western?
 
Alcaine es quien me dijo lo de la secuencia de apertura, por eso digo que no sé si está documentado. Y sí, Erice le dio mucha libertad. Alcaine dice que por ejemplo esos exteriores noche en el pueblo, iluminando no las calles sino desde el interior del cine y los bares, los hizo así porque la España de la época (franquista) era muy oscura, en sentido literal y metafórico, y que eso fue cosa de él.

Yo supongo que la segunda parte hubiera sido en cierto modo una explosión de luz, más por el camino de la secuencia de Estrella y Agustín con el péndulo, que las escenas con "luz del norte".
 
Última edición:
Aprovechando el hilo, ¿qué tal están los Blu-Ray de "El sur" y "El espíritu de la colmena"? Son de Divisa. Me refiero a qué tal están de imagen, con la alta definición a veces no se respeta la colorimetría original, y te la lían.
 
Yo leí que el del "El espíritu de la colmena" dejaba mucho que desear y no lo compré

El de "El sur" lo tengo, leí que estaba mejor sin ser gran cosa. Efectivamente, es regulero.
 
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